A la edad de seis años, un niño se puede inclinar por carros, personajes animados o por una serie de televisión, pero en este caso la visión se hizo por el balón, unas canilleras, los guayos y una cancha de fútbol.

Es la historia de Leiner José Mármol Martínez, un joven que 12 años que sigue con los sueños intactos de ser un jugador de fútbol profesional, para sacar a su familia adelante.

Los primeros escenarios deportivos donde llegó con sus pases y gambetas, fueron al sur de Valledupar, Mármol Martínez impresionaba con un estilo diferente, a pesar de tener seis años, a su corta edad se inclinaba por la habilidad del volante colombiano, Giovanni Hernández. Esos pasos lo llevaron un año después a ingresar al Unión Fútbol Club, dirigido por Sandro Santiago, la primera persona que observó la calidad del niño en el terreno de juego.

Cuenta el mayor de cinco hermanos: Iván, Vanesa, Melisa, y Liseth, la fe de su padre Francisco Mármol y los buenos comentarios de su mamá Carmen Martínez, “son parte vital de mi vida. Mi papá siempre me ha apoyado y de mi parte está correspondido”.

Pero el tiempo en Unión F.C. pasó rápido, Leiner José, solo vio pasar tres años para colgarse la camiseta de otro club que solicitaba sus servicios, en ese momento Valledupar Fútbol Club, se inclinó por sus dotes y el técnico Ever García lo llamó para ser la columna vertebral del equipo.

Hace parte de la categoría juvenil del Valledupar, es un volante de creación neto, pero dice sentirse bien jugando por el costado derecho de la cancha, “manejo los dos perfiles, lo importante es sentirme a gusto con lo que pide el profe”, comentó.

Para el estudiante de diseño gráfico en una corporación de la ciudad, su momento no ha pasado, refiriéndose hoy a sus 18 años, “tengo las oportunidades claras en mi vida, busco un espacio para ser grande en el fútbol de Colombia”.

Mármol Martínez ganador de torneos nacionales en ciudades como Barranquilla, Santa Marta, Montería, entre otras, dice orgullosamente que es egresado del colegio Joaquín Ochoa Maestre, con el que ganó en el fútbol, el primer lugar de los juegos Intercolegiados en el 2011.

Diseñando su futuro en las calles, hace las veces de vendedor en un improvisado puesto apostado en la Calle del Cesar, cuida de él mientras su madre hace los quehaceres de la casa ubicada en el barrio Mareigua, suele ver con frecuencia el embrollado tráfico del sector, pero no se imagina ahí, dice estar pensando todo el tiempo en jugar fútbol, llegar a convertirse en un ‘galáctico’ como Cristiano Ronaldo, pero lucha por una oportunidad entre tanto talento vallenato.

“Solo espero una oportunidad, tengo pensado irme a Junior a probar suerte. Intento seguir los pasos que quiero y las enseñanzas de mi padre”.

El presidente de la Liga de Fútbol del Cesar, Milton Daza, dijo que en Valledupar se pierde mucho talento por falta de oportunidades, “falta apoyo del gobierno, como de los padres”. Daza asegura que a veces se inclina al muchacho por el fútbol para salir de él y ocuparlo, “así no debe ser”.

El técnico del equipo Real San Martín, Martín Miranda, comentó lo duro que es ser jugador de fútbol profesional. El exvolante 10, argumentó “se necesitan muchas cosas; talento, formación, educación y buen entorno”. En la ciudad hay muchos jugadores de clase, pero se pierden, argumentó el estratega.

Leiner José Mármol Martínez aspira por una oportunidad en el fútbol colombiano, su futuro está en las canchas, mientras el presente lo ve en la calle del Cesar.