El militar llegó hasta la capital del Cesar para realizarse un tratamiento odontológico, recibió una llamada a su celular, abordó un taxi para atender la cita del supuesto amigo en la Terminal de Transporte y desde ahí se desapareció.
Varios días de angustia, llanto, dolor e incertidumbre viven los familiares del cabo segundo del Ejército, Arturo de Jesús Menco Díaz, adscrito al Grupo de Caballería Mecanizado Número 2 ‘Juan José Rondón’ de Buenavista, La Guajira, tras su misteriosa desaparición ocurrida el pasado 30 de diciembre, fecha en la que llegó a Valledupar a continuar un tratamiento odontológico, para luego continuar su gira hacia el municipio de Achí, sur de Bolívar, donde residen sus padres y aspiraba a pasar el año nuevo al lado de ellos.
Su progenitora, Carmen Díaz Gómez, en medio de la angustia llegó ayer a Valledupar en busca de ayuda para lograr encontrar a su hijo con la esperanza de que aún esté con vida, pero pese a la intensa búsqueda que han hecho, al igual que de las mismas autoridades del Cesar y La Guajira, todos los esfuerzos han sido infructuosos.
“Mi hijo, debía haber llegado el mismo 30 de diciembre a mi casa, había hecho compras para llevar y se las entregó a un familiar con quién él andaba, mientras atendió el llamado insistente que le hicieron a su celular de parte de supuesto amigo con quien debía sacar una motocicleta que tenía empeñada a un prestamista.
Según me informó la amiga con quien estuvo por último vez en Valledupar, desde que estaba en el consultorio odontológico, el presunto amigo le insistió por teléfono para que se vieran rápidamente y poder arreglar el asunto de la motocicleta y lo citó a la Terminal de Transporte; él le entregó las compras a su compañera para recogerla más tarde y luego viajar a su tierra natal, pero nunca llegó.
Él tiene tres teléfonos celulares y desde el mismo día que despareció, los apagaron, porque siempre que llaman se va a buzón. Hago un angustioso llamado a las fuerzas militares y demás entidades, para que aceleren la búsqueda de mi hijo”, explicó la mamá, quien no dejó de llorar e implorarle a Dios, para que le devuelvan a su hijo sano y salvo.
El suboficial del Ejército, quien tiene 26 años, debía retornar a la guarnición militar el 17 de enero de este año, periodo que tenía para disfrutar de las vacaciones, hace ocho meses fue trasladado a La Guajira, donde se desempeña como patrullero y de control de seguridad en las carreteras del vecino departamento.
Cualquier información sobre su paradero, pueden comunicarse con los siguientes números telefónicos: 3184145541 y al 3115436050, preguntar por Carmen Díaz y Ana Argelys.
El militar llegó hasta la capital del Cesar para realizarse un tratamiento odontológico, recibió una llamada a su celular, abordó un taxi para atender la cita del supuesto amigo en la Terminal de Transporte y desde ahí se desapareció.
Varios días de angustia, llanto, dolor e incertidumbre viven los familiares del cabo segundo del Ejército, Arturo de Jesús Menco Díaz, adscrito al Grupo de Caballería Mecanizado Número 2 ‘Juan José Rondón’ de Buenavista, La Guajira, tras su misteriosa desaparición ocurrida el pasado 30 de diciembre, fecha en la que llegó a Valledupar a continuar un tratamiento odontológico, para luego continuar su gira hacia el municipio de Achí, sur de Bolívar, donde residen sus padres y aspiraba a pasar el año nuevo al lado de ellos.
Su progenitora, Carmen Díaz Gómez, en medio de la angustia llegó ayer a Valledupar en busca de ayuda para lograr encontrar a su hijo con la esperanza de que aún esté con vida, pero pese a la intensa búsqueda que han hecho, al igual que de las mismas autoridades del Cesar y La Guajira, todos los esfuerzos han sido infructuosos.
“Mi hijo, debía haber llegado el mismo 30 de diciembre a mi casa, había hecho compras para llevar y se las entregó a un familiar con quién él andaba, mientras atendió el llamado insistente que le hicieron a su celular de parte de supuesto amigo con quien debía sacar una motocicleta que tenía empeñada a un prestamista.
Según me informó la amiga con quien estuvo por último vez en Valledupar, desde que estaba en el consultorio odontológico, el presunto amigo le insistió por teléfono para que se vieran rápidamente y poder arreglar el asunto de la motocicleta y lo citó a la Terminal de Transporte; él le entregó las compras a su compañera para recogerla más tarde y luego viajar a su tierra natal, pero nunca llegó.
Él tiene tres teléfonos celulares y desde el mismo día que despareció, los apagaron, porque siempre que llaman se va a buzón. Hago un angustioso llamado a las fuerzas militares y demás entidades, para que aceleren la búsqueda de mi hijo”, explicó la mamá, quien no dejó de llorar e implorarle a Dios, para que le devuelvan a su hijo sano y salvo.
El suboficial del Ejército, quien tiene 26 años, debía retornar a la guarnición militar el 17 de enero de este año, periodo que tenía para disfrutar de las vacaciones, hace ocho meses fue trasladado a La Guajira, donde se desempeña como patrullero y de control de seguridad en las carreteras del vecino departamento.
Cualquier información sobre su paradero, pueden comunicarse con los siguientes números telefónicos: 3184145541 y al 3115436050, preguntar por Carmen Díaz y Ana Argelys.