Si un Juez de la República pide a la Universidad Popular del Cesar (UPC) el documento mediante el cual se le hizo la evaluación profesional para la asignación del salario de un docente, encontrará que esas hojas de vida no tienen los folios ni ese soporte, porque se han extraviado, de manera misteriosa. Esos folios, de […]
Si un Juez de la República pide a la Universidad Popular del Cesar (UPC) el documento mediante el cual se le hizo la evaluación profesional para la asignación del salario de un docente, encontrará que esas hojas de vida no tienen los folios ni ese soporte, porque se han extraviado, de manera misteriosa.
Esos folios, de docentes provisionales, han desaparecido como por arte de magia; también se afirma que fueron extraídos –adrede- de las hojas de vida, al parecer, por manos criminales, con la macabra intención de perjudicar a un puñado de profesores.
Según mis consejeros periodísticos Tíochiro y Tíonan, en la UPC hay por lo menos treinta docentes de planta de tiempo completo, nombrados mediante resolución rectoral de manera provisional, quienes, a pesar de prestar sus servicios profesionales iguales como los docentes de carrera, sus salarios son irrisorios. Incluso, los salarios entre los mismos provisionales son desiguales hasta en $2 y $3 millones.
Preocupa a Tíochiro que esta clase de intolerancia jurídica se mantenga en la UPC y se siga violando la Sentencia T-018/99 de la Corte Constitucional que dice: “en reiterada jurisprudencia de ésta Corporación, se ha señalado que el derecho a la igualdad, no plantea una igualdad matemática, sino una igualdad real, que busca un trato igual a las personas que se encuentran bajo unas mismas condiciones, y que justifica un trato diferente sólo cuando se encuentran bajo distintas condiciones. Con base en éste derecho fundamental contenido en la Carta Política es que se ha dado desarrollo al principio de “a trabajo igual, salario igual“, agrega la Corte.
Intranquiliza a Tíonan que “desaparezcan” folios de las hojas de vida de los provisionales, a pesar de que el profesor Miguel Gómez (quien hace esa liquidación) presuntamente les hizo la valoración aplicándoles el Decreto 1279 de 2002 (por el cual se establece el régimen salarial y prestacional de los docentes de las Universidades Estatales).
Es en la única universidad del país en donde hay docentes provisionales, nombrados por resolución y con asignaciones salariales ordenadas por el Rector, con lo que se viola el principio elemental salarial, porque los rectores no tienen facultades para asignar salarios, eso le corresponde es al Congreso.
Incluso, aprovechan a los docentes provisionales, porque con lo que le pagan a tres provisionales, sólo le pagarían a un docente de carrera.
Tío Chiro precisa que es monstruoso que rectores y demás directivos pasen de agache y sigan acolitando este malicioso e ilegal proceso desapareciendo folios sin razón.
Lo que solicita Tiochiro es que acaben esta anomalía y liquiden las hojas de vida de los provisionales para pagarle lo justo, antes que se cumpla aquella máxima que afirma a cada rato uno de sus decanos: ‘cuando los provisionales instauren y se ganen una demanda de Nulidad y Restablecimiento del Derecho contra la UPC, seguramente se terminará de “quebrar” la universidad’. Hasta la próxima semana.
Si un Juez de la República pide a la Universidad Popular del Cesar (UPC) el documento mediante el cual se le hizo la evaluación profesional para la asignación del salario de un docente, encontrará que esas hojas de vida no tienen los folios ni ese soporte, porque se han extraviado, de manera misteriosa. Esos folios, de […]
Si un Juez de la República pide a la Universidad Popular del Cesar (UPC) el documento mediante el cual se le hizo la evaluación profesional para la asignación del salario de un docente, encontrará que esas hojas de vida no tienen los folios ni ese soporte, porque se han extraviado, de manera misteriosa.
Esos folios, de docentes provisionales, han desaparecido como por arte de magia; también se afirma que fueron extraídos –adrede- de las hojas de vida, al parecer, por manos criminales, con la macabra intención de perjudicar a un puñado de profesores.
Según mis consejeros periodísticos Tíochiro y Tíonan, en la UPC hay por lo menos treinta docentes de planta de tiempo completo, nombrados mediante resolución rectoral de manera provisional, quienes, a pesar de prestar sus servicios profesionales iguales como los docentes de carrera, sus salarios son irrisorios. Incluso, los salarios entre los mismos provisionales son desiguales hasta en $2 y $3 millones.
Preocupa a Tíochiro que esta clase de intolerancia jurídica se mantenga en la UPC y se siga violando la Sentencia T-018/99 de la Corte Constitucional que dice: “en reiterada jurisprudencia de ésta Corporación, se ha señalado que el derecho a la igualdad, no plantea una igualdad matemática, sino una igualdad real, que busca un trato igual a las personas que se encuentran bajo unas mismas condiciones, y que justifica un trato diferente sólo cuando se encuentran bajo distintas condiciones. Con base en éste derecho fundamental contenido en la Carta Política es que se ha dado desarrollo al principio de “a trabajo igual, salario igual“, agrega la Corte.
Intranquiliza a Tíonan que “desaparezcan” folios de las hojas de vida de los provisionales, a pesar de que el profesor Miguel Gómez (quien hace esa liquidación) presuntamente les hizo la valoración aplicándoles el Decreto 1279 de 2002 (por el cual se establece el régimen salarial y prestacional de los docentes de las Universidades Estatales).
Es en la única universidad del país en donde hay docentes provisionales, nombrados por resolución y con asignaciones salariales ordenadas por el Rector, con lo que se viola el principio elemental salarial, porque los rectores no tienen facultades para asignar salarios, eso le corresponde es al Congreso.
Incluso, aprovechan a los docentes provisionales, porque con lo que le pagan a tres provisionales, sólo le pagarían a un docente de carrera.
Tío Chiro precisa que es monstruoso que rectores y demás directivos pasen de agache y sigan acolitando este malicioso e ilegal proceso desapareciendo folios sin razón.
Lo que solicita Tiochiro es que acaben esta anomalía y liquiden las hojas de vida de los provisionales para pagarle lo justo, antes que se cumpla aquella máxima que afirma a cada rato uno de sus decanos: ‘cuando los provisionales instauren y se ganen una demanda de Nulidad y Restablecimiento del Derecho contra la UPC, seguramente se terminará de “quebrar” la universidad’. Hasta la próxima semana.