Caribe Afirmativo reporta dificultades para quienes han cambiado su nombre ante la Registraduría Nacional del Estado Civil.
En Valledupar, Caribe Afirmativo ha recibido numerosos casos de personas que, a pesar de haber cambiado su nombre de masculino a femenino y contar con una nueva cédula, aún enfrentan dificultades al ser identificadas con su nombre anterior en entidades.
Beatriz Mejía, asesora jurídica de la organización, afirmó: “ En Valledupar, a Caribe Afirmativo llegan casos de personas que se han cambiado el nombre masculino por el femenino y ya teniendo cédula nueva aún siguen apareciendo en las EPS, hospitales, hasta en las centrales de riesgo crediticio como hombres”.
El registrador nacional, Hernán Penagos Giraldo, ha abordado recientemente el proceso de cambio de nombre para la población LGBTIQ en Colombia, destacando la importancia de facilitar estos trámites. En sus declaraciones a EL PILÓN, enfatizó que “eso es una situación muy importante. Nosotros estamos promoviendo mucho la posibilidad para que la población LGBTIQ pueda hacer su cambio de nombre sin mayor dificultad”. Sin embargo, aclaró que este proceso no es tan sencillo como parece.
Para realizar el cambio de nombre, los interesados deben seguir varios pasos previos. “Antes de hacer el proceso en la Registraduría tienen que hacer una escritura pública; es decir, el cambio de nombre no se puede llevar a cabo simplemente con un acto voluntario en la Registraduría”, explicó el registrador. Este requisito puede presentar dificultades económicas para muchos, ya que implica costos adicionales.
Para mitigar esta carga, la Registraduría ha establecido convenios con diversas fundaciones y organismos locales. “Hemos hecho algunos convenios para tratar de aliviar esos costos”, mencionó Penagos. En Bogotá, por ejemplo, se ha implementado una estrategia exitosa en colaboración con la Alcaldía y fundaciones que financian la escritura pública para quienes deseen cambiar su nombre.
“A toda esa población que quiera cambiarse de nombre LGBTIQ se les financia, se les subsidia la escritura pública porque la Registraduría no cobra por el trámite”, agregó.
Con el reciente respaldo de la Gobernación del Cesar, tras la radicación de la política pública LGBTIQ en el departamento, estaría pendiente la formación de alianzas similares a las que se han establecido en Bogotá. No obstante, a pesar de estos esfuerzos significativos, el registrador admitió que persisten importantes desafíos en la implementación y efectividad de estas iniciativas.
Leer: ¿Cómo están avanzando las políticas públicas LGBTIQ+ en el Cesar?
“Cuando hacen el cambio de nombre tienen que ir recorriendo entidad por entidad para que hagan eso; no se ha podido articular bien”, lamentó. Esta falta de coordinación entre diferentes entidades puede complicar aún más el proceso, especialmente en áreas como pensiones y servicios de salud.
La interoperabilidad de los sistemas es un problema. “En Colombia esa información no está articulada,” reafirmó Penagos. Aunque hay avances en algunos sectores, como con el Ministerio de Salud, el registrador subrayó que “cada uno va teniendo sus cosas y por eso pasa eso”. Esto significa que muchas personas deben realizar trámites individuales en diversas instituciones, lo cual puede ser frustrante.
El 22 de octubre de 2024, el Ministerio de Justicia de Colombia emitió una modificación al Decreto 1069 de 2015, que regula el procedimiento para el cambio del componente sexo-género en el registro civil. Esta actualización tiene como objetivo simplificar y hacer más accesible el trámite para las personas que desean corregir su marcador de sexo, incluyendo por primera vez la categoría “no binario” en los documentos de identificación.
La nueva normativa responde a la creciente demanda de un marco legal más inclusivo que respete y reconozca las diversas identidades de género en el país.
Entre los principales cambios introducidos por el decreto se encuentra la regulación clara del procedimiento, que brinda seguridad jurídica a quienes buscan realizar este trámite. Ahora, la solicitud debe hacerse por escrito y se ha simplificado la documentación requerida, eliminando la necesidad de pruebas adicionales que antes obstaculizaban el proceso. Además, se garantiza la protección de la intimidad del solicitante, asegurando que solo las autoridades pertinentes tengan acceso a la información relacionada con el cambio de registro.
Para las trabas y limitaciones, el registrador también mencionó un proyecto de ley presentado al Congreso para mejorar esta situación: “Estuve reunido con ellos (población LGBTIQ) hace como tres semanas; presentaron un proyecto de ley al Congreso que está tramitándose para tener mayores ajustes”.
Por: Katlin Navarro Luna/ EL PILÓN
Caribe Afirmativo reporta dificultades para quienes han cambiado su nombre ante la Registraduría Nacional del Estado Civil.
En Valledupar, Caribe Afirmativo ha recibido numerosos casos de personas que, a pesar de haber cambiado su nombre de masculino a femenino y contar con una nueva cédula, aún enfrentan dificultades al ser identificadas con su nombre anterior en entidades.
Beatriz Mejía, asesora jurídica de la organización, afirmó: “ En Valledupar, a Caribe Afirmativo llegan casos de personas que se han cambiado el nombre masculino por el femenino y ya teniendo cédula nueva aún siguen apareciendo en las EPS, hospitales, hasta en las centrales de riesgo crediticio como hombres”.
El registrador nacional, Hernán Penagos Giraldo, ha abordado recientemente el proceso de cambio de nombre para la población LGBTIQ en Colombia, destacando la importancia de facilitar estos trámites. En sus declaraciones a EL PILÓN, enfatizó que “eso es una situación muy importante. Nosotros estamos promoviendo mucho la posibilidad para que la población LGBTIQ pueda hacer su cambio de nombre sin mayor dificultad”. Sin embargo, aclaró que este proceso no es tan sencillo como parece.
Para realizar el cambio de nombre, los interesados deben seguir varios pasos previos. “Antes de hacer el proceso en la Registraduría tienen que hacer una escritura pública; es decir, el cambio de nombre no se puede llevar a cabo simplemente con un acto voluntario en la Registraduría”, explicó el registrador. Este requisito puede presentar dificultades económicas para muchos, ya que implica costos adicionales.
Para mitigar esta carga, la Registraduría ha establecido convenios con diversas fundaciones y organismos locales. “Hemos hecho algunos convenios para tratar de aliviar esos costos”, mencionó Penagos. En Bogotá, por ejemplo, se ha implementado una estrategia exitosa en colaboración con la Alcaldía y fundaciones que financian la escritura pública para quienes deseen cambiar su nombre.
“A toda esa población que quiera cambiarse de nombre LGBTIQ se les financia, se les subsidia la escritura pública porque la Registraduría no cobra por el trámite”, agregó.
Con el reciente respaldo de la Gobernación del Cesar, tras la radicación de la política pública LGBTIQ en el departamento, estaría pendiente la formación de alianzas similares a las que se han establecido en Bogotá. No obstante, a pesar de estos esfuerzos significativos, el registrador admitió que persisten importantes desafíos en la implementación y efectividad de estas iniciativas.
Leer: ¿Cómo están avanzando las políticas públicas LGBTIQ+ en el Cesar?
“Cuando hacen el cambio de nombre tienen que ir recorriendo entidad por entidad para que hagan eso; no se ha podido articular bien”, lamentó. Esta falta de coordinación entre diferentes entidades puede complicar aún más el proceso, especialmente en áreas como pensiones y servicios de salud.
La interoperabilidad de los sistemas es un problema. “En Colombia esa información no está articulada,” reafirmó Penagos. Aunque hay avances en algunos sectores, como con el Ministerio de Salud, el registrador subrayó que “cada uno va teniendo sus cosas y por eso pasa eso”. Esto significa que muchas personas deben realizar trámites individuales en diversas instituciones, lo cual puede ser frustrante.
El 22 de octubre de 2024, el Ministerio de Justicia de Colombia emitió una modificación al Decreto 1069 de 2015, que regula el procedimiento para el cambio del componente sexo-género en el registro civil. Esta actualización tiene como objetivo simplificar y hacer más accesible el trámite para las personas que desean corregir su marcador de sexo, incluyendo por primera vez la categoría “no binario” en los documentos de identificación.
La nueva normativa responde a la creciente demanda de un marco legal más inclusivo que respete y reconozca las diversas identidades de género en el país.
Entre los principales cambios introducidos por el decreto se encuentra la regulación clara del procedimiento, que brinda seguridad jurídica a quienes buscan realizar este trámite. Ahora, la solicitud debe hacerse por escrito y se ha simplificado la documentación requerida, eliminando la necesidad de pruebas adicionales que antes obstaculizaban el proceso. Además, se garantiza la protección de la intimidad del solicitante, asegurando que solo las autoridades pertinentes tengan acceso a la información relacionada con el cambio de registro.
Para las trabas y limitaciones, el registrador también mencionó un proyecto de ley presentado al Congreso para mejorar esta situación: “Estuve reunido con ellos (población LGBTIQ) hace como tres semanas; presentaron un proyecto de ley al Congreso que está tramitándose para tener mayores ajustes”.
Por: Katlin Navarro Luna/ EL PILÓN