BITÁCORA Hace un par de décadas escuchaba buenos comentarios sobre la infraestructura de servicios públicos en Valledupar, especialmente de su agua potable, que en muchos otros pueblos aledaños también se consumía por encargo. Muchos afirmaban que la ciudad tenía una de las mejores aguas de Colombia. Hoy, las enormes deficiencias en el servicio de agua […]
BITÁCORA
Hace un par de décadas escuchaba buenos comentarios sobre la infraestructura de servicios públicos en Valledupar, especialmente de su agua potable, que en muchos otros pueblos aledaños también se consumía por encargo. Muchos afirmaban que la ciudad tenía una de las mejores aguas de Colombia.
Hoy, las enormes deficiencias en el servicio de agua potable han generado un verdadero caos en la ciudad. Cada día el servicio es más precario, pues además de no llegar, cuando llega, si la suerte es buena, lo que consumimos es de mala calidad. La ciudad en un alto porcentaje está desabastecida de un servicio al que constitucionalmente tenemos derecho; sin embargo, pese a que se está violando el derecho al agua potable, los funcionarios a quienes les compete cumplir con lo que la constitución dice garantizar, no hacen más que disculparse por la ineficiencia del servicio, mientras un gran porcentaje de la población padece los rigores de la ausencia del agua.
Es vergonzoso que mientras las ciudades capitales de América y del mundo trataron de dejar resueltas las necesidades del servicio de agua potable, desde el siglo XIX, en Valledupar, se haya dejado deteriorar lo que antes teníamos como un patrimonio de distinción y de progreso. Dos siglos después no hemos dado para ponernos a tono con lo que otras ciudades ya hicieron dentro del deber que les compete a sus administradores de garantizar el servicio de agua potable.
Hasta cuando los habitantes de Valledupar tenemos que seguir esperando a que alguien con responsabilidad salga a brindar una solución pronta a este problema y no a salir a dar las mismas explicaciones y disculpas que se vienen dando desde hace veinte años sin que nadie demuestre que hay voluntad de mejorar.
Emdupar, sistemáticamente, viene violando la constitución Nacional de Colombia, cuando deja de garantizar el servicio de agua potable a la población. Cuando hablo de un hecho violatorio por parte de Emdupar y su aparato administrativo, me refiero a que la Corte Constitucional ha reconocido el derecho humano fundamental al agua potable, interpretándolo como consustancial al derecho a la vida. Así lo manifiesta la jurisprudencia constitucional colombiana mediante sentencia T-232 de 1993, que dice que el derecho al agua es un derecho fundamental para el hombre por conexidad con los derechos fundamentales a la vida y la salud, en cuanto al consumo humano como necesidad básica. En lo atinente al derecho al agua, la sentencia T- 413 de 1995 señaló que cuando éste se refiere a la salud humana y a la salubridad pública es un derecho fundamental. De la misma manera afirma, que es prioritario atender necesidades domésticas y garantizar agua potable para la familia.
Como siempre se suele buscar culpables para evadir responsabilidades, y para evitar más excusas, sería bueno que a la ciudadanía se le respondiera, ¿qué está haciendo Emdupar para hacer cumplir la Ley 373 de 1997, que regula el ahorro del agua?. En ella se ordena el diseño del Programa para el uso eficiente y ahorro del agua por parte de las entidades encargadas de la prestación de los servicios de acueducto y alcantarillado del recurso hídrico. Pues es sabido por todos o por casi todos, menos por la administración de Emdupar, que hay conexiones fraudulentas, que fincas y casas campo hacen en las tuberías de agua potable destinada para el consumo de los ciudadanos. Con ellas llenan piscinas, riegan pastos y otros cultivos, violando flagrantemente la ley frente a quienes deberían hacerla cumplir, en lugar de pasar por alto estas irregularidades enquistadas desde hace muchas décadas, que hoy tienen en jaque el derecho al agua de los valduparenses.
Llevamos más de una semana de estar padeciendo totalmente del servicio de agua potable, en un gran porcentaje de los barrios de la ciudad y parcialmente, en otros sectores donde sólo llega a algunas horas del día, sin que se dé una solución inmediata al problema. Es inaudito que los ciudadanos recurran a los medios a reclamar una pronta solución y las autoridades sigan haciéndose los sordos ante lo que pasa.
@Oscararizadaza
BITÁCORA Hace un par de décadas escuchaba buenos comentarios sobre la infraestructura de servicios públicos en Valledupar, especialmente de su agua potable, que en muchos otros pueblos aledaños también se consumía por encargo. Muchos afirmaban que la ciudad tenía una de las mejores aguas de Colombia. Hoy, las enormes deficiencias en el servicio de agua […]
BITÁCORA
Hace un par de décadas escuchaba buenos comentarios sobre la infraestructura de servicios públicos en Valledupar, especialmente de su agua potable, que en muchos otros pueblos aledaños también se consumía por encargo. Muchos afirmaban que la ciudad tenía una de las mejores aguas de Colombia.
Hoy, las enormes deficiencias en el servicio de agua potable han generado un verdadero caos en la ciudad. Cada día el servicio es más precario, pues además de no llegar, cuando llega, si la suerte es buena, lo que consumimos es de mala calidad. La ciudad en un alto porcentaje está desabastecida de un servicio al que constitucionalmente tenemos derecho; sin embargo, pese a que se está violando el derecho al agua potable, los funcionarios a quienes les compete cumplir con lo que la constitución dice garantizar, no hacen más que disculparse por la ineficiencia del servicio, mientras un gran porcentaje de la población padece los rigores de la ausencia del agua.
Es vergonzoso que mientras las ciudades capitales de América y del mundo trataron de dejar resueltas las necesidades del servicio de agua potable, desde el siglo XIX, en Valledupar, se haya dejado deteriorar lo que antes teníamos como un patrimonio de distinción y de progreso. Dos siglos después no hemos dado para ponernos a tono con lo que otras ciudades ya hicieron dentro del deber que les compete a sus administradores de garantizar el servicio de agua potable.
Hasta cuando los habitantes de Valledupar tenemos que seguir esperando a que alguien con responsabilidad salga a brindar una solución pronta a este problema y no a salir a dar las mismas explicaciones y disculpas que se vienen dando desde hace veinte años sin que nadie demuestre que hay voluntad de mejorar.
Emdupar, sistemáticamente, viene violando la constitución Nacional de Colombia, cuando deja de garantizar el servicio de agua potable a la población. Cuando hablo de un hecho violatorio por parte de Emdupar y su aparato administrativo, me refiero a que la Corte Constitucional ha reconocido el derecho humano fundamental al agua potable, interpretándolo como consustancial al derecho a la vida. Así lo manifiesta la jurisprudencia constitucional colombiana mediante sentencia T-232 de 1993, que dice que el derecho al agua es un derecho fundamental para el hombre por conexidad con los derechos fundamentales a la vida y la salud, en cuanto al consumo humano como necesidad básica. En lo atinente al derecho al agua, la sentencia T- 413 de 1995 señaló que cuando éste se refiere a la salud humana y a la salubridad pública es un derecho fundamental. De la misma manera afirma, que es prioritario atender necesidades domésticas y garantizar agua potable para la familia.
Como siempre se suele buscar culpables para evadir responsabilidades, y para evitar más excusas, sería bueno que a la ciudadanía se le respondiera, ¿qué está haciendo Emdupar para hacer cumplir la Ley 373 de 1997, que regula el ahorro del agua?. En ella se ordena el diseño del Programa para el uso eficiente y ahorro del agua por parte de las entidades encargadas de la prestación de los servicios de acueducto y alcantarillado del recurso hídrico. Pues es sabido por todos o por casi todos, menos por la administración de Emdupar, que hay conexiones fraudulentas, que fincas y casas campo hacen en las tuberías de agua potable destinada para el consumo de los ciudadanos. Con ellas llenan piscinas, riegan pastos y otros cultivos, violando flagrantemente la ley frente a quienes deberían hacerla cumplir, en lugar de pasar por alto estas irregularidades enquistadas desde hace muchas décadas, que hoy tienen en jaque el derecho al agua de los valduparenses.
Llevamos más de una semana de estar padeciendo totalmente del servicio de agua potable, en un gran porcentaje de los barrios de la ciudad y parcialmente, en otros sectores donde sólo llega a algunas horas del día, sin que se dé una solución inmediata al problema. Es inaudito que los ciudadanos recurran a los medios a reclamar una pronta solución y las autoridades sigan haciéndose los sordos ante lo que pasa.
@Oscararizadaza