Entre los procesos se destaca la acción legal que recolecta la pretensión de formalización de 16 familias del corregimiento Casacará, en el municipio de Codazzi. Estos predios actualmente son propiedad de la empresa Drummond.
La Unidad de Restitución de Tierras Cesar -Guajira, presentó 103 solicitudes en demandas para restablecer los derechos fundamentales de las víctimas de despojo y abandono forzado en este departamento. Las solicitudes de restitución corresponden a predios ubicados en los municipios de El Copey, Becerril, Codazzi, Curumaní, Pelaya y Valledupar.
Entre las demandas se destaca la acción legal que recolecta la pretensión de formalización de 16 familias del corregimiento Casacará, en el municipio de Codazzi, predios que según la Unidad de Restitución actualmente son propiedad de la empresa minera Drummond.
Estas familias fueron desplazadas entre 1996 y 2003 por actos delincuenciales de la guerrilla y las autodefensas, siendo despojadas por personas que acumularon varios predios en la zona, que luego se los vendieron a la multinacional de carbón.
Se conoció que a mediados de 2009 y 2010, la empresa empezó a negociar los predios con los residentes que ocupaban la zona y no tuvo en cuenta a los que habían sido desplazados con anterioridad. Los predios se encuentran a nombre de la empresa minera, de los cuales uno lo tiene como sitio de extracción y otro como botadero de residuos.
Ante esto, la compañía minera dijo que se ha hecho parte en esos procesos con el propósito de ejercer su derecho de defensa y demostrar ante las autoridades que todas las negociaciones de tierras de la empresa se han realizado con total transparencia y cumpliendo con la normatividad vigente.
“Durante todo el tiempo que duró sesionando la mesa de negociación para la compra de los predios no hubo ningún tipo de pronunciamiento, oposición, denuncio, comunicado o noticia de cualquier naturaleza, ni por autoridades ni por particulares, ni por terceros, que evidenciaran hechos irregulares de cualquier naturaleza que impidieran a la compañía y a los propietarios de las parcelas avanzar en las negociaciones y posterior venta de las parcelas a Drummond”, expresó la compañía minera.
Desde el momento en que se consolidó la compra de las parcelas, Drummond ha ejercido el derecho de dominio y la posesión sobre las mismas en forma pública, interviniéndolas con las actividades propias de su operación minera.
Drummond reitera que adquirió las parcelas de Platanal en forma legítima y de buena fe, en cumplimiento además de una obligación establecida por el Ministerio del Medio Ambiente en la respectiva licencia ambiental y previo un proceso de negociación con los representantes de las personas que demostraron ser los legítimos propietarios o poseedores de las mismas, motivo por el cual la compañía tiene absoluta confianza de poder demostrar ante las autoridades colombianas esas circunstancias.
Drummond adquirió el derecho de dominio y la posesión de 37 de las 38 parcelas que conformaban la parcelación Platanal, absteniéndose de adquirir una de ellas porque presentaba inconvenientes legales detectados en el estudio de títulos.
Andreina Bandera / EL PILÓN
[email protected]
Entre los procesos se destaca la acción legal que recolecta la pretensión de formalización de 16 familias del corregimiento Casacará, en el municipio de Codazzi. Estos predios actualmente son propiedad de la empresa Drummond.
La Unidad de Restitución de Tierras Cesar -Guajira, presentó 103 solicitudes en demandas para restablecer los derechos fundamentales de las víctimas de despojo y abandono forzado en este departamento. Las solicitudes de restitución corresponden a predios ubicados en los municipios de El Copey, Becerril, Codazzi, Curumaní, Pelaya y Valledupar.
Entre las demandas se destaca la acción legal que recolecta la pretensión de formalización de 16 familias del corregimiento Casacará, en el municipio de Codazzi, predios que según la Unidad de Restitución actualmente son propiedad de la empresa minera Drummond.
Estas familias fueron desplazadas entre 1996 y 2003 por actos delincuenciales de la guerrilla y las autodefensas, siendo despojadas por personas que acumularon varios predios en la zona, que luego se los vendieron a la multinacional de carbón.
Se conoció que a mediados de 2009 y 2010, la empresa empezó a negociar los predios con los residentes que ocupaban la zona y no tuvo en cuenta a los que habían sido desplazados con anterioridad. Los predios se encuentran a nombre de la empresa minera, de los cuales uno lo tiene como sitio de extracción y otro como botadero de residuos.
Ante esto, la compañía minera dijo que se ha hecho parte en esos procesos con el propósito de ejercer su derecho de defensa y demostrar ante las autoridades que todas las negociaciones de tierras de la empresa se han realizado con total transparencia y cumpliendo con la normatividad vigente.
“Durante todo el tiempo que duró sesionando la mesa de negociación para la compra de los predios no hubo ningún tipo de pronunciamiento, oposición, denuncio, comunicado o noticia de cualquier naturaleza, ni por autoridades ni por particulares, ni por terceros, que evidenciaran hechos irregulares de cualquier naturaleza que impidieran a la compañía y a los propietarios de las parcelas avanzar en las negociaciones y posterior venta de las parcelas a Drummond”, expresó la compañía minera.
Desde el momento en que se consolidó la compra de las parcelas, Drummond ha ejercido el derecho de dominio y la posesión sobre las mismas en forma pública, interviniéndolas con las actividades propias de su operación minera.
Drummond reitera que adquirió las parcelas de Platanal en forma legítima y de buena fe, en cumplimiento además de una obligación establecida por el Ministerio del Medio Ambiente en la respectiva licencia ambiental y previo un proceso de negociación con los representantes de las personas que demostraron ser los legítimos propietarios o poseedores de las mismas, motivo por el cual la compañía tiene absoluta confianza de poder demostrar ante las autoridades colombianas esas circunstancias.
Drummond adquirió el derecho de dominio y la posesión de 37 de las 38 parcelas que conformaban la parcelación Platanal, absteniéndose de adquirir una de ellas porque presentaba inconvenientes legales detectados en el estudio de títulos.
Andreina Bandera / EL PILÓN
[email protected]