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Columnista - 17 julio, 2013

Del currículo en la UPC

Por estos días se desarrolla en la Universidad Popular del Cesar una capacitación sobre el término Currículo, palabra que muchos directivos en la UPC la mastican pero no la pasan.

Por Aquilino Cotes Zuleta 

Por estos días se desarrolla en la Universidad Popular del Cesar una capacitación sobre el término Currículo, palabra que muchos directivos en la UPC la mastican pero no la pasan y mucho menos laponen en práctica para mejorar sistemas educativos e institucionales. 

Inclusive, cuando se trata de aplicar el término en la misma universidad los directivos esgrimen “normas” para avasallar y no para racionalizar a docentes y  a estudiantes. Es aquí donde estriba el mayor problema, porque esos directivos desconocenlo que Shirley Grundy asegura, cuando afirma que  el curriculum, no es un concepto, sino una construcción cultural.

Según mis consejeros periodísticos Tío Chiro y Tío Nan podríamos debatir aquí el término currículum para explicarle a “encorbatados” académicos de la UPC que  Franklin Bobbit (1918) quien usó por primera vez dicho término le dio la importancia que hoy reviste en todos los escenarios académicos, para mejorar el proceso enseñanza y aprendizaje, no para vituperar ni arrasar laboralmente. 

Bien lo afirma Stephen Kemmis que el término debe ser entendido como el problema entre la sociedad y la educación,porque reviste importancia  en la transformación  de la sociedad. 

Además, con mucha claridad meridiana Bertrand Russell, Premio Nobel de Literatura y autoridad mundial en la filosofía analítica, afirmó que “El mejor maestro es el que nunca ha dejado de ser alumno” (MIMEO 1993). 

Lo otro es la flexibilidad curricular que tiene que ver con la aceptación  de que entre los estudiantes hay diferentes competencias, ritmos y estilos de aprendizajes, valores culturales, expectativas e intereses.

Según mis consejeros, en las universidades están torciendo  el hilo conductor de la flexibilidad curricular en detrimento de una mayoría, porque el objetivodebería ser articular el desarrollo del conocimiento con la acción para consolidar una interdependencia entre el saber y el hacer, pero no es así. 

Mis consejeros periodísticos proponen que hay que comprender la realidad de la Educación Superior en Colombia,  el papel que la universidad y el aparato humano juega en la dinámica de cambio que actualmente pide a gritos el sistema educativo colombiano. Ahí hay otro problema.

Lo que se debiera pretender con la aplicación de un rediseño curricular es encontrar unauniversidad comprometida en donde el cuestionamiento y profundización del conocimiento impere, en donde se debatan las ideas, una universidad proactiva que busque la verdad con espíritu humanista.

Lo que se debió buscar con lacapacitación de Currículo en la UPC fue acabar con la exclusiónde no hacer lo que hicieron –porque se afirma que se seleccionaron a dedo a los docentes. 

Seguramente el investigadorVicente Manzano-Arrondo tiene la razón cuando afirma:“Reniego explícitamente de la creencia en la mano invisible como método para procurar una sociedad mejor. Muy al contrario, defiendo que el bien común es el resultado de buscarlo directamente, no un efecto colateral. El bien común no puede ser el resultado indirecto de actividades dirigidas a otros frentes”. Hasta la próxima semana. 

 

Columnista
17 julio, 2013

Del currículo en la UPC

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Aquilino Cotes Zuleta

Por estos días se desarrolla en la Universidad Popular del Cesar una capacitación sobre el término Currículo, palabra que muchos directivos en la UPC la mastican pero no la pasan.


Por Aquilino Cotes Zuleta 

Por estos días se desarrolla en la Universidad Popular del Cesar una capacitación sobre el término Currículo, palabra que muchos directivos en la UPC la mastican pero no la pasan y mucho menos laponen en práctica para mejorar sistemas educativos e institucionales. 

Inclusive, cuando se trata de aplicar el término en la misma universidad los directivos esgrimen “normas” para avasallar y no para racionalizar a docentes y  a estudiantes. Es aquí donde estriba el mayor problema, porque esos directivos desconocenlo que Shirley Grundy asegura, cuando afirma que  el curriculum, no es un concepto, sino una construcción cultural.

Según mis consejeros periodísticos Tío Chiro y Tío Nan podríamos debatir aquí el término currículum para explicarle a “encorbatados” académicos de la UPC que  Franklin Bobbit (1918) quien usó por primera vez dicho término le dio la importancia que hoy reviste en todos los escenarios académicos, para mejorar el proceso enseñanza y aprendizaje, no para vituperar ni arrasar laboralmente. 

Bien lo afirma Stephen Kemmis que el término debe ser entendido como el problema entre la sociedad y la educación,porque reviste importancia  en la transformación  de la sociedad. 

Además, con mucha claridad meridiana Bertrand Russell, Premio Nobel de Literatura y autoridad mundial en la filosofía analítica, afirmó que “El mejor maestro es el que nunca ha dejado de ser alumno” (MIMEO 1993). 

Lo otro es la flexibilidad curricular que tiene que ver con la aceptación  de que entre los estudiantes hay diferentes competencias, ritmos y estilos de aprendizajes, valores culturales, expectativas e intereses.

Según mis consejeros, en las universidades están torciendo  el hilo conductor de la flexibilidad curricular en detrimento de una mayoría, porque el objetivodebería ser articular el desarrollo del conocimiento con la acción para consolidar una interdependencia entre el saber y el hacer, pero no es así. 

Mis consejeros periodísticos proponen que hay que comprender la realidad de la Educación Superior en Colombia,  el papel que la universidad y el aparato humano juega en la dinámica de cambio que actualmente pide a gritos el sistema educativo colombiano. Ahí hay otro problema.

Lo que se debiera pretender con la aplicación de un rediseño curricular es encontrar unauniversidad comprometida en donde el cuestionamiento y profundización del conocimiento impere, en donde se debatan las ideas, una universidad proactiva que busque la verdad con espíritu humanista.

Lo que se debió buscar con lacapacitación de Currículo en la UPC fue acabar con la exclusiónde no hacer lo que hicieron –porque se afirma que se seleccionaron a dedo a los docentes. 

Seguramente el investigadorVicente Manzano-Arrondo tiene la razón cuando afirma:“Reniego explícitamente de la creencia en la mano invisible como método para procurar una sociedad mejor. Muy al contrario, defiendo que el bien común es el resultado de buscarlo directamente, no un efecto colateral. El bien común no puede ser el resultado indirecto de actividades dirigidas a otros frentes”. Hasta la próxima semana.