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Colombia - 23 junio, 2016

Dejación armas y zonas de ubicación, entre las claves de acuerdo colombiano

El acuerdo firmado hoy por el Gobierno de Colombia y las Farc en La Habana supone un avance decisivo para acabar con el conflicto al haberse superado escollos en complejos aspectos como el procedimiento para la dejación de armas o las zonas de concentración de los guerrilleros.

El acuerdo firmado hoy por el Gobierno de Colombia y las Farc en La Habana supone un avance decisivo para acabar con el conflicto al haberse superado escollos en complejos aspectos como el procedimiento para la dejación de armas o las zonas de concentración de los guerrilleros.

El documento con los pasos para acabar con la guerra en Colombia incluye tres acuerdos, el primero de ellos el cese el fuego bilateral, que entrará en vigor cuando se firme el acuerdo de paz definitivo y a partir de esa fecha, el “día D”, se ha fijado un plazo máximo de 180 días para la dejación de armas por parte de la guerrilla.

Será un proceso en dos tiempos, Control de Armamento y Dejación de las armas, que será vigilado y tutelado por un equipo internacional de Naciones Unidas, que se encargará de su registro, identificación, monitoreo y verificación de la tenencia, recolección almacenamiento, extracción y disposición final.

La entrega de armas se realizará en tres fases: el 30 % en un plazo máximo de 90 días tras el acuerdo de paz, otro 30 % a 120 días del “día D” y el 40 restante en un máximo de 150-180 días.

Naciones Unidas será el organismo que recibirá la totalidad del armamento de las Farc, que se destinará a la construcción de tres monumentos en Colombia, en Cuba (que ha sido la sede permanente del proceso de paz) y en Nueva York, sede de la ONU.

Otra de las claves del documento es el acuerdo para conformar en Colombia 23 zonas de ubicación y 8 campamentos para la concentración de los guerrilleros de las Farc durante el proceso de dejación de armas.

Se trata de las “Zonas Veredales Transitorias de Normalización” que tienen como objetivo “garantizar el cese al fuego y hostilidades bilateral y definitivo y la dejación de armas, así como iniciar el proceso de preparación para la reincorporación a la vida civil de las estructuras de las Farc”.

Serán zonas de concentración temporales y transitorias donde se mantendrá la institucionalidad de las autoridades civiles (no armadas) y que estarán rodeadas de una zona de seguridad donde no podrá haber unidades de la fuerza pública colombiana.

Durante la vigencia de esas zonas se suspenderá el porte y la tenencia de armas para la población civil.

Al día siguiente del acuerdo de paz, la fuerza pública colombiana reorganizará el dispositivo de las tropas para facilitar el desplazamiento de guerrilleros a esas zonas, que se empezará a realizar cinco días después siguiendo rutas de común acuerdo entre las partes.

El pacto rubricado hoy para el fin del conflicto colombiano incluye también un acuerdo sobre garantías de seguridad y lucha contra “organizaciones criminales”, incluyendo las sucesoras del paramilitarismo y sus redes de apoyo.

El propósito es crear condiciones de seguridad que den plena oportunidad de participar en política, especialmente a los ex integrantes de las Farc en proceso de reintegración a la vida civil.

Una de las sorpresas de la jornada ha sido el acuerdo entre gobierno y guerrilla para zanjar sus diferencias sobre el mecanismo de la refrendación del acuerdo de paz.

Las partes se comprometen a aceptar “el mecanismo de participación popular que la Corte indique y en los términos que ese alto tribunal señale”.

EFE

Colombia
23 junio, 2016

Dejación armas y zonas de ubicación, entre las claves de acuerdo colombiano

El acuerdo firmado hoy por el Gobierno de Colombia y las Farc en La Habana supone un avance decisivo para acabar con el conflicto al haberse superado escollos en complejos aspectos como el procedimiento para la dejación de armas o las zonas de concentración de los guerrilleros.


El acuerdo firmado hoy por el Gobierno de Colombia y las Farc en La Habana supone un avance decisivo para acabar con el conflicto al haberse superado escollos en complejos aspectos como el procedimiento para la dejación de armas o las zonas de concentración de los guerrilleros.

El documento con los pasos para acabar con la guerra en Colombia incluye tres acuerdos, el primero de ellos el cese el fuego bilateral, que entrará en vigor cuando se firme el acuerdo de paz definitivo y a partir de esa fecha, el “día D”, se ha fijado un plazo máximo de 180 días para la dejación de armas por parte de la guerrilla.

Será un proceso en dos tiempos, Control de Armamento y Dejación de las armas, que será vigilado y tutelado por un equipo internacional de Naciones Unidas, que se encargará de su registro, identificación, monitoreo y verificación de la tenencia, recolección almacenamiento, extracción y disposición final.

La entrega de armas se realizará en tres fases: el 30 % en un plazo máximo de 90 días tras el acuerdo de paz, otro 30 % a 120 días del “día D” y el 40 restante en un máximo de 150-180 días.

Naciones Unidas será el organismo que recibirá la totalidad del armamento de las Farc, que se destinará a la construcción de tres monumentos en Colombia, en Cuba (que ha sido la sede permanente del proceso de paz) y en Nueva York, sede de la ONU.

Otra de las claves del documento es el acuerdo para conformar en Colombia 23 zonas de ubicación y 8 campamentos para la concentración de los guerrilleros de las Farc durante el proceso de dejación de armas.

Se trata de las “Zonas Veredales Transitorias de Normalización” que tienen como objetivo “garantizar el cese al fuego y hostilidades bilateral y definitivo y la dejación de armas, así como iniciar el proceso de preparación para la reincorporación a la vida civil de las estructuras de las Farc”.

Serán zonas de concentración temporales y transitorias donde se mantendrá la institucionalidad de las autoridades civiles (no armadas) y que estarán rodeadas de una zona de seguridad donde no podrá haber unidades de la fuerza pública colombiana.

Durante la vigencia de esas zonas se suspenderá el porte y la tenencia de armas para la población civil.

Al día siguiente del acuerdo de paz, la fuerza pública colombiana reorganizará el dispositivo de las tropas para facilitar el desplazamiento de guerrilleros a esas zonas, que se empezará a realizar cinco días después siguiendo rutas de común acuerdo entre las partes.

El pacto rubricado hoy para el fin del conflicto colombiano incluye también un acuerdo sobre garantías de seguridad y lucha contra “organizaciones criminales”, incluyendo las sucesoras del paramilitarismo y sus redes de apoyo.

El propósito es crear condiciones de seguridad que den plena oportunidad de participar en política, especialmente a los ex integrantes de las Farc en proceso de reintegración a la vida civil.

Una de las sorpresas de la jornada ha sido el acuerdo entre gobierno y guerrilla para zanjar sus diferencias sobre el mecanismo de la refrendación del acuerdo de paz.

Las partes se comprometen a aceptar “el mecanismo de participación popular que la Corte indique y en los términos que ese alto tribunal señale”.

EFE