I Dicen que llegó un viajero y dijo en Valledupar, un santo quiero tallar porque yo soy carpintero; soy católico sincero, aquí no hay Santo Patrón que despierte en la región la fe con gran romería; déjenme en la sacristía para hacer esta misión. II El viajero misterioso que dijo ser carpintero, era […]
I
Dicen que llegó un viajero
y dijo en Valledupar,
un santo quiero tallar
porque yo soy carpintero;
soy católico sincero,
aquí no hay Santo Patrón
que despierte en la región
la fe con gran romería;
déjenme en la sacristía
para hacer esta misión.
II
El viajero misterioso
que dijo ser carpintero,
era Dios en cuerpo entero
con su poder milagroso;
y todo fue muy dichoso
después de los cinco días,
cuando la gente veía,
y sin explicarse cómo,
la imagen de Santo Ecce Homo
estaba en la sacristía.
III
Al ver la imagen sagrada,
dijo el cura: ¡He ahí el Hombre!,
será un santo de renombre
para esta bella morada.
En la memoria guardada
llevo esta hermosa leyenda,
una venerada ofrenda
de cristiana admiración.
¡Oh Santo Ecce Homo Patrón!
luz eterna de mi senda.
IV
Ay, Santo Ecce Homo Bendito
patrón de los vallenatos,
el poder de tu mandato
omnipotente infinito.
Siempre de ti necesito,
te pido en mis oraciones
llénanos de bendiciones,
concédenos santidad,
y destierra la maldad
de todos los corazones.
I Dicen que llegó un viajero y dijo en Valledupar, un santo quiero tallar porque yo soy carpintero; soy católico sincero, aquí no hay Santo Patrón que despierte en la región la fe con gran romería; déjenme en la sacristía para hacer esta misión. II El viajero misterioso que dijo ser carpintero, era […]
I
Dicen que llegó un viajero
y dijo en Valledupar,
un santo quiero tallar
porque yo soy carpintero;
soy católico sincero,
aquí no hay Santo Patrón
que despierte en la región
la fe con gran romería;
déjenme en la sacristía
para hacer esta misión.
II
El viajero misterioso
que dijo ser carpintero,
era Dios en cuerpo entero
con su poder milagroso;
y todo fue muy dichoso
después de los cinco días,
cuando la gente veía,
y sin explicarse cómo,
la imagen de Santo Ecce Homo
estaba en la sacristía.
III
Al ver la imagen sagrada,
dijo el cura: ¡He ahí el Hombre!,
será un santo de renombre
para esta bella morada.
En la memoria guardada
llevo esta hermosa leyenda,
una venerada ofrenda
de cristiana admiración.
¡Oh Santo Ecce Homo Patrón!
luz eterna de mi senda.
IV
Ay, Santo Ecce Homo Bendito
patrón de los vallenatos,
el poder de tu mandato
omnipotente infinito.
Siempre de ti necesito,
te pido en mis oraciones
llénanos de bendiciones,
concédenos santidad,
y destierra la maldad
de todos los corazones.