Los candidatos a la Gobernación del Cesar Claudia Margarita Zuleta, Hugo Vásquez, Jaime Araujo y Kaleb Villalobos tuvieron la oportunidad de compartir sus propuestas en el debate electoral realizado este martes. La imagen del día fue la silla vacía de Luis Alberto Monsalvo quien no asistió al debate.
Los candidatos a la Gobernación del Cesar Claudia Margarita Zuleta, Hugo Vásquez, Jaime Araujo y Kaleb Villalobos tuvieron la oportunidad de compartir sus propuestas en el debate electoral realizado este martes. La imagen del día fue la silla vacía de Luis Alberto Monsalvo quien no asistió al debate.
Según el Dane, el Cesar es el sexto departamento de Colombia con mayor desempleo, con una tasa de 11,2 %. Es decir, el Cesar está por encima de La Guajira y el Magdalena.
Para la generación de empleo no hay fórmula mágica. Necesitamos convocar una alianza con la Cámara de Comercio, los sectores productivos y la academia. Espero la primera semana hacerlo para construir una agenda por el empleo en el Cesar.
En segundo lugar, la inversión pública es generadora de empleo. Entonces tenemos que garantizar que nuestros ingenieros, contratistas, empresarios de la región, puedan participar con iguales condiciones en procesos licitatorios. Y vamos a sacar adelante una política de emprendimiento rural y urbano a través de la creación del Centro de desarrollo empresarial.
No debemos ignorar nuestra vocación agrícola. Nadie desconoce que antes de la apertura económica éramos los grandes productores de algodón, arroz, sorgo, maíz. Éramos y somos de vocación campesina. Nos hemos olvidado del campo.
Allí es donde se produce lo que comemos en las ciudades. Si volteamos la mirada hacia el campo, estoy seguro que un gran porcentaje de las personas que están en la informalidad van a tener un futuro mejor porque en el campo está el futuro del país y del Cesar. Tenemos todos los pisos térmicos y todas las oportunidades para ser potencia en el campo.
En los próximos cuatro años de mi gobierno en el departamento del Cesar se generarán 80.000 nuevos empleos desde cuatro sectores económicos.
Primero el sector agropecuario, que debemos llevarlo hacia la agroindustria; segundo el turismo, aprovecharemos nuestras riquezas creativas y culturales y tecnológicas; el tercer sector será el energético, dejaremos de ser un departamento dependiente del carbón, a generar energías alternativas; y cuarto, aprovecharemos nuestra ubicación estratégica con los pueblos del Caribe.
Por todas partes donde recorremos el Cesar hay desempleo. Tenemos que generar empleo entre el departamento y los particulares. Hay la posibilidad de hacer vivienda, está la posibilidad de hacer turismo, está la posibilidad de las energías renovables. Hay muchas alternativas y nosotros lo incentivaremos de la mano de la empresa privada. Generaremos 50.000 empleos.
Pero el gran problema del empleo es la corrupción en el departamento del Cesar. La corrupción es el mayor flagelo que afecta el desempleo. Tanto la Alcaldía como la Gobernación están haciendo la contratación a dedo.
El gobernador utilizó el 82 % del presupuesto para entregárselo a sus amigos. El presupuesto se lo entregan a sus amigos. Debemos tener el valor de la ética si queremos tener empleo.
Según un informe publicado en el 2018 por el Ministerio de Salud y Protección Social, apenas 10 de los 25 municipios del Cesar tienen agua apta para el consumo humano. Además, la continuidad del recursos hídrico en los hogares cesarenses es una de las más bajas del país.
24 de los 25 municipios del Cesar no tienen continuidad en el servicio, y solo diez cuentan con agua potable. Pero en el cuatrienio anterior se invirtieron más de $120.000 millones para mejorar el servicio, pero no se mejoró ningún índice en cobertura del departamento del Cesar. Es decir la inversión ha sido inoficiosa, es el foco de la corrupción en el Cesar. Cinco niños se han muerto este año a causa de dengue.
Yo sí creo en la planeación. El Cesar deberá crear un Plan Maestro de Agua y Alcantarillado que diseñe claramente cuál es la solución para cada uno de los municipios del Cesar. Vamos a lograr que en todos los municipios del departamento haya continuidad del servicio los siete días.
Tendremos las mejores relaciones con el Gobierno Nacional para que nos apalanque los recursos. No podemos utilizar regalías para un motivo distinto que para el desarrollo productivo y el acueducto y alcantarillado.
En la última década se han invertido más de $6 billones en obras, la mayoría de ellas de cemento, la mayoría de ellas inconclusas, que para nada han impactado en el bienestar social de nuestras familias. La Plaza de Banderas de la Gobernación costó más de $10.000 millones.
Con eso hubiéramos solucionado el problema de agua de Tamalameque o Astrea. Solucionar el problema de agua es un imperativo. No podemos ser un departamento atractivo para inversionistas si no hay servicio de agua las 24 horas. La solución vale $1,2 billones de pesos. Ahí sí vale la pena solicitar a la Asamblea un empréstito para saldar la deuda por el agua con miles de familias cesarenses.
Es una ironía que en 52 años de existencia que tiene el departamento encontremos municipios como Aguachica, que el agua nos llega cada 18 días. Y en todos los municipios tienen problemas con el agua. La Constitución es clara en su artículo 366 donde nombra cuatro ejes fundamentales, uno es el agua potable, la salud, la educación y saneamiento. En ninguno de los municipios del Cesar se cumple. Tenemos un departamento rico en cuerpos de agua, pero se están robando la plata.
Solo diez municipios tienen agua para el consumo humano. En Pailitas el agua es inviable para el consumo humano. Esto a pesar de recibir en los últimos años alrededor de $450.000 millones. El Paso ha recibido $15.000 millones de pesos y no tiene planta de agua y la que se contrató ahora, equivale a siete plantas que se podrían hacer.
El gran problema del agua es la corrupción. Se hubiera podido hacer en Aguachica sino se hubieran robado los recursos. Donde quiera que se produzca agua, allí estaremos y sembraremos tres millones de árboles.
Según Medicina legal la tasa de homicidios en el Cesar en el 2018 fue de 23,8, mientras que a nivel nacional fue de 22,6.
La inseguridad es uno de esos problemas que nos quitan el sueño a las familias cesarenses. Nosotros tenemos un eje que se llama para que ‘Duermas más tranquilo’. Tenemos la estrategia para combatir la inseguridad. Vamos a hacer planes de choque a la forma y planes de choque a la estructura.
A la forma le llamamos todo lo que es la implementación de cámaras de seguridad. Nosotros vamos a crear el Centro unificado de vigilancia por cámaras de seguridad. No hay un centro unificado que se encargue de responder. Vamos a ampliar los comandos de la Policía.
La inseguridad de fondo tiene que ver con la generación de empleo. Mientras el 64 % de nuestros jóvenes que terminan el bachillerato no puedan ingresar a la universidad, es imposible que exista seguridad. La inseguridad es directamente proporcional a la ocupación.
La inseguridad en el Cesar es un producto de la mala política que se viene haciendo. El Estado le invierte un poco más de 18 millones de pesos a un soldado, un poco más de 13 millones a un interno carcelario, y tan solo a un estudiante le invierte tres millones de pesos.
Tenemos que castigar al ladrón, pero debemos empezar a educarlos. La Constitución dice que el eje central de la sociedad es la familia y estamos descuidando las familias. No le estamos dando la oportunidad a un padre para que le lleve la alimentación a sus hijos, no le estamos garantizando la salud, la educación.
Para combatir la inseguridad tres cosas. La primera, por supuesto una alianza íntima con todas las Fuerzas del Estado, tenemos que garantizar los recursos públicos para que nuestra Fuerza Pública esté en todos los lugares del territorio. Pero sin duda de nada sirve más policías, sino hay inversión efectiva, inversión que garantice que cada joven que termina el colegio pueda ir a la universidad; inversión que garantice que cada joven que cae en las drogas pueda rehabilitarse.
Una cosa muy importante que tenemos que atacar es el microtráfico. Como gobernadora de los cesarenses me comprometo a ser la primera policía y haré que los espacios de esparcimiento estén bloqueados para las drogas.
En el Cesar hay 500.000 pobres, pero también 120.000 personas que están en la miseria. Entonces tenemos que tener otras clases de seguridad. Tenemos que tener la seguridad alimentaria, no podemos permitir que un cesarense se acueste con hambre, y nosotros lucharemos por eso.
Tenemos que tener la seguridad que si una madre tiene un hijo enfermo, encuentre un hospital adecuado que no se lo hayan robado los corruptos. Entonces, nuestro concepto de seguridad es mucho más amplio pero también necesitamos la libertad. No podemos volver a creer que la seguridad es acabar con la libertad de los colombianos.
Según un informe que rindió el Comité de seguimiento a las inversiones en regalías -CSIR- y el CESORE, el número de proponentes por cada licitación pública en el Cesar en 2017 fue de 2,2, ubicándose el departamento por debajo de la media nacional.
Es claro que no hay que inventar las cosas. El artículo sexto de la Constitución dice que los ciudadanos somos responsables por infringir la Constitución y las leyes. Estas personas que elegimos hacen lo que quieren con el presupuesto.
Hay que evitar que se roben la plata, que saqueen el departamento. En las últimas tres administraciones presuntamente se apropiaron de $8.5 billones de pesos de las regalías. Hay que mirar qué es lo que está pasando.
Se están lapidando los recursos del agua, de la salud, de la educación y eso debe parar. Tenemos que ser coherentes y votar a conciencia.
La lucha contra la corrupción no se predica, se aplica con el ejemplo. Tuve la oportunidad de ser ejecutor de recursos públicos por más de seis años. Salí sin un solo escándalo de corrupción y sin dejar ninguna obra inconclusa, por el contrario, logramos sacar adelante algunos elefantes blancos que encontramos.
Como gobernador eso queremos hacer. En nuestro programa de gobierno está bien establecida la aplicación de los pliegos tipo y los presupuestos participativos convocando a toda la ciudadanía de manera transparente. Y nosotros vamos a hacer a cada obra la vigilancia, y vamos a acabar con los shows de las primeras piedras y las obras inconclusas.
Para acabar la corrupción, primer paso, responsabilidad de ustedes y nuestra. Tenemos que derrotar al régimen que nos somete. Un modelo que hace campañas políticas en contra del Cesar. Un candidato hoy ausente que llega a los municipios y que financia a los candidatos. $200 o $300 millones por cada uno. Multiplique eso por 25 y luego sume los gastos propios. Una campaña política en el Cesar termina costando $30.000 millones o más. ¿De dónde sale? Del bolsillo de los cesarenses.
La corrupción es un mal que campea en todo el departamento del Cesar. Es cierto que recibimos $8.5 billones en diez años y hoy tenemos más pobreza, más problemas, y eso no se puede explicar si no es por la corrupción.
Cuando miramos el presupuesto de esta Gobernación y la anterior, descubrimos que el 82 % fue entregado a amigos para hacer obras al triple del precio, y eso es corrupción.
Nosotros nos proponemos no solo a dar ejemplo, sino a impedir que en ninguno de los gobiernos haya corrupción. Me comprometo como gobernador a que los ciudadanos sean los vigilantes de nuestra administración. La corrupción y los corruptos nos han acabado, la fórmula es muy simple: quitemos a los corruptos.
La Universidad Popular del Cesar se encuentra en una evidente crisis institucional: ¿Qué propone para lograr que la UPC mejore su calidad académica, compita con las mejores instituciones públicas del país y genere profesionales más competentes?
Mi vecino el de la silla vacía se gastó $54.000 millones de pesos en la construcción de la Universidad Nacional para atender 250 estudiantes. Nuestra universidad tiene 16.000 estudiantes.
El conocimiento tiene que apalancar el desarrollo. Nosotros tenemos una oportunidad muy grande con las energías alternativas. Necesitamos que la Universidad Popular del Cesar genere la facultad de Energías Alternativas y las especializaciones para que el conocimiento apalanque el desarrollo.
Vamos a invertir para que los profesores se especialicen, hagan su maestría, sus doctorados, para que la universidad avance en sus grupos de investigación, en la creación de artículos científicos y así poder ser atractivos para convenios de internacionalización.
Dice el artículo 26 de la Declaración de los Derechos Humanos que toda persona tiene derecho a la educación, y qué está sucediendo en nuestro departamento cuando vemos que nuestros estudiantes se matriculan y encuentran un valor de casi un millón de pesos. ¿Qué está sucediendo con nuestro niños cuando ya están terminando el grado once y prácticamente salen a la deriva porque no saben qué carreras elegir? Está faltando la atención de las instituciones. Están tercerizando los empleos para desmeritar la profesión que se encarga de preparar a nuestros hijos.
Mi compromiso con la Universidad Popular del Cesar es conducirla a la acreditación de alta calidad. Como miembro del Consejo Superior Universitario erradicaré lo que pasa hoy: es un lugar donde el gobernador llega a negociar los puestos. Llegaré al Consejo a hablar única y exclusivamente de acreditación.
Tenemos que aumentar la planta de docentes, tenemos que hacer una universidad pertinente con los sectores productivos del Cesar. La universidad debe responderle a los sectores productivos. Vamos fortalecer el conocimiento y el emprendimiento para que salgan a generar empresas en nuestro territorio.
Le regalé mi patrimonio a la Universidad Popular del Cesar: 3.000 libros de Derecho. Adicionalmente, quiero decir que debemos hacer de la universidad un universo, donde estén los mejores. Tenemos que hacer de la UPC un centro de alto nivel, el mejor del Caribe, pero también tenemos que hacer una universidad verdaderamente popular para que todos los estudiantes tengan acceso a la educación.
La universidad tiene que ser nuestro centro de pensamiento y el centro de vigilancia ético de la administración pública. En nuestro gobierno la universidad será vigilante y los estudiantes tendrán la mejor inversión.
POR: DEIVIS CARO DAZA / EL PILÓN
[email protected]
Los candidatos a la Gobernación del Cesar Claudia Margarita Zuleta, Hugo Vásquez, Jaime Araujo y Kaleb Villalobos tuvieron la oportunidad de compartir sus propuestas en el debate electoral realizado este martes. La imagen del día fue la silla vacía de Luis Alberto Monsalvo quien no asistió al debate.
Los candidatos a la Gobernación del Cesar Claudia Margarita Zuleta, Hugo Vásquez, Jaime Araujo y Kaleb Villalobos tuvieron la oportunidad de compartir sus propuestas en el debate electoral realizado este martes. La imagen del día fue la silla vacía de Luis Alberto Monsalvo quien no asistió al debate.
Según el Dane, el Cesar es el sexto departamento de Colombia con mayor desempleo, con una tasa de 11,2 %. Es decir, el Cesar está por encima de La Guajira y el Magdalena.
Para la generación de empleo no hay fórmula mágica. Necesitamos convocar una alianza con la Cámara de Comercio, los sectores productivos y la academia. Espero la primera semana hacerlo para construir una agenda por el empleo en el Cesar.
En segundo lugar, la inversión pública es generadora de empleo. Entonces tenemos que garantizar que nuestros ingenieros, contratistas, empresarios de la región, puedan participar con iguales condiciones en procesos licitatorios. Y vamos a sacar adelante una política de emprendimiento rural y urbano a través de la creación del Centro de desarrollo empresarial.
No debemos ignorar nuestra vocación agrícola. Nadie desconoce que antes de la apertura económica éramos los grandes productores de algodón, arroz, sorgo, maíz. Éramos y somos de vocación campesina. Nos hemos olvidado del campo.
Allí es donde se produce lo que comemos en las ciudades. Si volteamos la mirada hacia el campo, estoy seguro que un gran porcentaje de las personas que están en la informalidad van a tener un futuro mejor porque en el campo está el futuro del país y del Cesar. Tenemos todos los pisos térmicos y todas las oportunidades para ser potencia en el campo.
En los próximos cuatro años de mi gobierno en el departamento del Cesar se generarán 80.000 nuevos empleos desde cuatro sectores económicos.
Primero el sector agropecuario, que debemos llevarlo hacia la agroindustria; segundo el turismo, aprovecharemos nuestras riquezas creativas y culturales y tecnológicas; el tercer sector será el energético, dejaremos de ser un departamento dependiente del carbón, a generar energías alternativas; y cuarto, aprovecharemos nuestra ubicación estratégica con los pueblos del Caribe.
Por todas partes donde recorremos el Cesar hay desempleo. Tenemos que generar empleo entre el departamento y los particulares. Hay la posibilidad de hacer vivienda, está la posibilidad de hacer turismo, está la posibilidad de las energías renovables. Hay muchas alternativas y nosotros lo incentivaremos de la mano de la empresa privada. Generaremos 50.000 empleos.
Pero el gran problema del empleo es la corrupción en el departamento del Cesar. La corrupción es el mayor flagelo que afecta el desempleo. Tanto la Alcaldía como la Gobernación están haciendo la contratación a dedo.
El gobernador utilizó el 82 % del presupuesto para entregárselo a sus amigos. El presupuesto se lo entregan a sus amigos. Debemos tener el valor de la ética si queremos tener empleo.
Según un informe publicado en el 2018 por el Ministerio de Salud y Protección Social, apenas 10 de los 25 municipios del Cesar tienen agua apta para el consumo humano. Además, la continuidad del recursos hídrico en los hogares cesarenses es una de las más bajas del país.
24 de los 25 municipios del Cesar no tienen continuidad en el servicio, y solo diez cuentan con agua potable. Pero en el cuatrienio anterior se invirtieron más de $120.000 millones para mejorar el servicio, pero no se mejoró ningún índice en cobertura del departamento del Cesar. Es decir la inversión ha sido inoficiosa, es el foco de la corrupción en el Cesar. Cinco niños se han muerto este año a causa de dengue.
Yo sí creo en la planeación. El Cesar deberá crear un Plan Maestro de Agua y Alcantarillado que diseñe claramente cuál es la solución para cada uno de los municipios del Cesar. Vamos a lograr que en todos los municipios del departamento haya continuidad del servicio los siete días.
Tendremos las mejores relaciones con el Gobierno Nacional para que nos apalanque los recursos. No podemos utilizar regalías para un motivo distinto que para el desarrollo productivo y el acueducto y alcantarillado.
En la última década se han invertido más de $6 billones en obras, la mayoría de ellas de cemento, la mayoría de ellas inconclusas, que para nada han impactado en el bienestar social de nuestras familias. La Plaza de Banderas de la Gobernación costó más de $10.000 millones.
Con eso hubiéramos solucionado el problema de agua de Tamalameque o Astrea. Solucionar el problema de agua es un imperativo. No podemos ser un departamento atractivo para inversionistas si no hay servicio de agua las 24 horas. La solución vale $1,2 billones de pesos. Ahí sí vale la pena solicitar a la Asamblea un empréstito para saldar la deuda por el agua con miles de familias cesarenses.
Es una ironía que en 52 años de existencia que tiene el departamento encontremos municipios como Aguachica, que el agua nos llega cada 18 días. Y en todos los municipios tienen problemas con el agua. La Constitución es clara en su artículo 366 donde nombra cuatro ejes fundamentales, uno es el agua potable, la salud, la educación y saneamiento. En ninguno de los municipios del Cesar se cumple. Tenemos un departamento rico en cuerpos de agua, pero se están robando la plata.
Solo diez municipios tienen agua para el consumo humano. En Pailitas el agua es inviable para el consumo humano. Esto a pesar de recibir en los últimos años alrededor de $450.000 millones. El Paso ha recibido $15.000 millones de pesos y no tiene planta de agua y la que se contrató ahora, equivale a siete plantas que se podrían hacer.
El gran problema del agua es la corrupción. Se hubiera podido hacer en Aguachica sino se hubieran robado los recursos. Donde quiera que se produzca agua, allí estaremos y sembraremos tres millones de árboles.
Según Medicina legal la tasa de homicidios en el Cesar en el 2018 fue de 23,8, mientras que a nivel nacional fue de 22,6.
La inseguridad es uno de esos problemas que nos quitan el sueño a las familias cesarenses. Nosotros tenemos un eje que se llama para que ‘Duermas más tranquilo’. Tenemos la estrategia para combatir la inseguridad. Vamos a hacer planes de choque a la forma y planes de choque a la estructura.
A la forma le llamamos todo lo que es la implementación de cámaras de seguridad. Nosotros vamos a crear el Centro unificado de vigilancia por cámaras de seguridad. No hay un centro unificado que se encargue de responder. Vamos a ampliar los comandos de la Policía.
La inseguridad de fondo tiene que ver con la generación de empleo. Mientras el 64 % de nuestros jóvenes que terminan el bachillerato no puedan ingresar a la universidad, es imposible que exista seguridad. La inseguridad es directamente proporcional a la ocupación.
La inseguridad en el Cesar es un producto de la mala política que se viene haciendo. El Estado le invierte un poco más de 18 millones de pesos a un soldado, un poco más de 13 millones a un interno carcelario, y tan solo a un estudiante le invierte tres millones de pesos.
Tenemos que castigar al ladrón, pero debemos empezar a educarlos. La Constitución dice que el eje central de la sociedad es la familia y estamos descuidando las familias. No le estamos dando la oportunidad a un padre para que le lleve la alimentación a sus hijos, no le estamos garantizando la salud, la educación.
Para combatir la inseguridad tres cosas. La primera, por supuesto una alianza íntima con todas las Fuerzas del Estado, tenemos que garantizar los recursos públicos para que nuestra Fuerza Pública esté en todos los lugares del territorio. Pero sin duda de nada sirve más policías, sino hay inversión efectiva, inversión que garantice que cada joven que termina el colegio pueda ir a la universidad; inversión que garantice que cada joven que cae en las drogas pueda rehabilitarse.
Una cosa muy importante que tenemos que atacar es el microtráfico. Como gobernadora de los cesarenses me comprometo a ser la primera policía y haré que los espacios de esparcimiento estén bloqueados para las drogas.
En el Cesar hay 500.000 pobres, pero también 120.000 personas que están en la miseria. Entonces tenemos que tener otras clases de seguridad. Tenemos que tener la seguridad alimentaria, no podemos permitir que un cesarense se acueste con hambre, y nosotros lucharemos por eso.
Tenemos que tener la seguridad que si una madre tiene un hijo enfermo, encuentre un hospital adecuado que no se lo hayan robado los corruptos. Entonces, nuestro concepto de seguridad es mucho más amplio pero también necesitamos la libertad. No podemos volver a creer que la seguridad es acabar con la libertad de los colombianos.
Según un informe que rindió el Comité de seguimiento a las inversiones en regalías -CSIR- y el CESORE, el número de proponentes por cada licitación pública en el Cesar en 2017 fue de 2,2, ubicándose el departamento por debajo de la media nacional.
Es claro que no hay que inventar las cosas. El artículo sexto de la Constitución dice que los ciudadanos somos responsables por infringir la Constitución y las leyes. Estas personas que elegimos hacen lo que quieren con el presupuesto.
Hay que evitar que se roben la plata, que saqueen el departamento. En las últimas tres administraciones presuntamente se apropiaron de $8.5 billones de pesos de las regalías. Hay que mirar qué es lo que está pasando.
Se están lapidando los recursos del agua, de la salud, de la educación y eso debe parar. Tenemos que ser coherentes y votar a conciencia.
La lucha contra la corrupción no se predica, se aplica con el ejemplo. Tuve la oportunidad de ser ejecutor de recursos públicos por más de seis años. Salí sin un solo escándalo de corrupción y sin dejar ninguna obra inconclusa, por el contrario, logramos sacar adelante algunos elefantes blancos que encontramos.
Como gobernador eso queremos hacer. En nuestro programa de gobierno está bien establecida la aplicación de los pliegos tipo y los presupuestos participativos convocando a toda la ciudadanía de manera transparente. Y nosotros vamos a hacer a cada obra la vigilancia, y vamos a acabar con los shows de las primeras piedras y las obras inconclusas.
Para acabar la corrupción, primer paso, responsabilidad de ustedes y nuestra. Tenemos que derrotar al régimen que nos somete. Un modelo que hace campañas políticas en contra del Cesar. Un candidato hoy ausente que llega a los municipios y que financia a los candidatos. $200 o $300 millones por cada uno. Multiplique eso por 25 y luego sume los gastos propios. Una campaña política en el Cesar termina costando $30.000 millones o más. ¿De dónde sale? Del bolsillo de los cesarenses.
La corrupción es un mal que campea en todo el departamento del Cesar. Es cierto que recibimos $8.5 billones en diez años y hoy tenemos más pobreza, más problemas, y eso no se puede explicar si no es por la corrupción.
Cuando miramos el presupuesto de esta Gobernación y la anterior, descubrimos que el 82 % fue entregado a amigos para hacer obras al triple del precio, y eso es corrupción.
Nosotros nos proponemos no solo a dar ejemplo, sino a impedir que en ninguno de los gobiernos haya corrupción. Me comprometo como gobernador a que los ciudadanos sean los vigilantes de nuestra administración. La corrupción y los corruptos nos han acabado, la fórmula es muy simple: quitemos a los corruptos.
La Universidad Popular del Cesar se encuentra en una evidente crisis institucional: ¿Qué propone para lograr que la UPC mejore su calidad académica, compita con las mejores instituciones públicas del país y genere profesionales más competentes?
Mi vecino el de la silla vacía se gastó $54.000 millones de pesos en la construcción de la Universidad Nacional para atender 250 estudiantes. Nuestra universidad tiene 16.000 estudiantes.
El conocimiento tiene que apalancar el desarrollo. Nosotros tenemos una oportunidad muy grande con las energías alternativas. Necesitamos que la Universidad Popular del Cesar genere la facultad de Energías Alternativas y las especializaciones para que el conocimiento apalanque el desarrollo.
Vamos a invertir para que los profesores se especialicen, hagan su maestría, sus doctorados, para que la universidad avance en sus grupos de investigación, en la creación de artículos científicos y así poder ser atractivos para convenios de internacionalización.
Dice el artículo 26 de la Declaración de los Derechos Humanos que toda persona tiene derecho a la educación, y qué está sucediendo en nuestro departamento cuando vemos que nuestros estudiantes se matriculan y encuentran un valor de casi un millón de pesos. ¿Qué está sucediendo con nuestro niños cuando ya están terminando el grado once y prácticamente salen a la deriva porque no saben qué carreras elegir? Está faltando la atención de las instituciones. Están tercerizando los empleos para desmeritar la profesión que se encarga de preparar a nuestros hijos.
Mi compromiso con la Universidad Popular del Cesar es conducirla a la acreditación de alta calidad. Como miembro del Consejo Superior Universitario erradicaré lo que pasa hoy: es un lugar donde el gobernador llega a negociar los puestos. Llegaré al Consejo a hablar única y exclusivamente de acreditación.
Tenemos que aumentar la planta de docentes, tenemos que hacer una universidad pertinente con los sectores productivos del Cesar. La universidad debe responderle a los sectores productivos. Vamos fortalecer el conocimiento y el emprendimiento para que salgan a generar empresas en nuestro territorio.
Le regalé mi patrimonio a la Universidad Popular del Cesar: 3.000 libros de Derecho. Adicionalmente, quiero decir que debemos hacer de la universidad un universo, donde estén los mejores. Tenemos que hacer de la UPC un centro de alto nivel, el mejor del Caribe, pero también tenemos que hacer una universidad verdaderamente popular para que todos los estudiantes tengan acceso a la educación.
La universidad tiene que ser nuestro centro de pensamiento y el centro de vigilancia ético de la administración pública. En nuestro gobierno la universidad será vigilante y los estudiantes tendrán la mejor inversión.
POR: DEIVIS CARO DAZA / EL PILÓN
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