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Columnista - 18 marzo, 2010

Debate electoral con muchas fallas y malos resultados

Algo sobre Por: José Romero Churio Pareciera que al debate electoral del pasado domingo, las autoridades responsables no le dieron la importancia que merecía, ya  que al cambiar de metodología en el proceso electoral no le dieron  suficiente instrucción a los electores ni a los jurados electorales; por ejemplo, a mi me correspondió actuar de […]

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Algo sobre

Por: José Romero Churio

Pareciera que al debate electoral del pasado domingo, las autoridades responsables no le dieron la importancia que merecía, ya  que al cambiar de metodología en el proceso electoral no le dieron  suficiente instrucción a los electores ni a los jurados electorales; por ejemplo, a mi me correspondió actuar de testigo electoral, y al votar de primero en la mesa asignada, me anotaron en el primer renglón de la planilla, desconociendo, tanto el jurado como yo, que el número de la cédula previamente consignado es el que determina  la casilla  donde se registra a los electores, lo que llevó a que me registraran dos veces con una acotación del jurado al final de la planilla.
Lástima que no tuve la precaución de verificar si la persona ubicada en la línea adonde a mi me anotaron equivocadamente votó y si lo hizo cómo la registraron.
No cabe la mínima duda en que la demora de la información de los resultados del debate electoral del pasado domingo se debió a que los nuevos responsables del proceso electoral, diseñaron nuevas planillas para el registro de los votos muy difíciles de diligenciar sin instrucción previa.
A lo anterior hay que  agregarle el cansancio de los miembros del jurado en una larga jornada continua agobiante sin el suministro adecuado de alimentación.  Repito, estos factores incidieron en la demora de la divulgación de los resultados electorales.
En cuanto al conteo de los votos de la consulta del Partido Conservador, la demora fue mucho mayor, ya que la orden de los representantes de la Registraduría fue que  el resultado del Congreso y Parlamento Andino eran prioritarios, después el de los votos de las consultas y, por los general, los jurados optaron por cuantificar de primero los del Partido Verde, no por preferencia sino por la facilidad del número de candidatos. Los del Verde eran tres y los del Partido Conservador cinco.
Con relación a los candidatos elegidos, a pesar de que salieron muchos nuevos, no hay cambios en la composición del Congreso; es decir, sigue con muchos politiqueros y pocos políticos. Llegan hijos de corruptos reconocidos, esposas y hermanas de condenados por parapolítica, además de los amigos o testaferros de intereses ajenos.
Aunque la derrota no se puede enmendar. A la de Stevenson Marulanda Plata le hago la breve reflexión: ante que todo, pregunto ¿Sería hoy Senador si se hubiera aliado a Antanas Mockus y no a Sergio Fajardo? Este análisis se lo dejo a los lectores, poniéndoles en conocimiento que su predilección inicial fue Antanas, pero finalmente se decidió por Fajardo. Error que sin duda ahora entristece al doctor Marulanda y sus seguidores nos quedamos con el deseo frustrado de ver su gestión en  el Congreso de la República.
La aspiración presidencial de Sergio Fajardo con el fracaso de las elecciones parlamentarias sufrió un duro revés, su movimiento Compromiso Ciudadano por Colombia, no se convierte en partido político al no alcanzar el umbral del dos por ciento que se requiere para sacar senador, es decir, ha quedado como barco sin brújula en altamar con fuerte tempestad.
Sin embargo, seguirá en la puja, en la cual le deseo mejor suerte.

[email protected]

Columnista
18 marzo, 2010

Debate electoral con muchas fallas y malos resultados

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
José Romero Churio

Algo sobre Por: José Romero Churio Pareciera que al debate electoral del pasado domingo, las autoridades responsables no le dieron la importancia que merecía, ya  que al cambiar de metodología en el proceso electoral no le dieron  suficiente instrucción a los electores ni a los jurados electorales; por ejemplo, a mi me correspondió actuar de […]


Algo sobre

Por: José Romero Churio

Pareciera que al debate electoral del pasado domingo, las autoridades responsables no le dieron la importancia que merecía, ya  que al cambiar de metodología en el proceso electoral no le dieron  suficiente instrucción a los electores ni a los jurados electorales; por ejemplo, a mi me correspondió actuar de testigo electoral, y al votar de primero en la mesa asignada, me anotaron en el primer renglón de la planilla, desconociendo, tanto el jurado como yo, que el número de la cédula previamente consignado es el que determina  la casilla  donde se registra a los electores, lo que llevó a que me registraran dos veces con una acotación del jurado al final de la planilla.
Lástima que no tuve la precaución de verificar si la persona ubicada en la línea adonde a mi me anotaron equivocadamente votó y si lo hizo cómo la registraron.
No cabe la mínima duda en que la demora de la información de los resultados del debate electoral del pasado domingo se debió a que los nuevos responsables del proceso electoral, diseñaron nuevas planillas para el registro de los votos muy difíciles de diligenciar sin instrucción previa.
A lo anterior hay que  agregarle el cansancio de los miembros del jurado en una larga jornada continua agobiante sin el suministro adecuado de alimentación.  Repito, estos factores incidieron en la demora de la divulgación de los resultados electorales.
En cuanto al conteo de los votos de la consulta del Partido Conservador, la demora fue mucho mayor, ya que la orden de los representantes de la Registraduría fue que  el resultado del Congreso y Parlamento Andino eran prioritarios, después el de los votos de las consultas y, por los general, los jurados optaron por cuantificar de primero los del Partido Verde, no por preferencia sino por la facilidad del número de candidatos. Los del Verde eran tres y los del Partido Conservador cinco.
Con relación a los candidatos elegidos, a pesar de que salieron muchos nuevos, no hay cambios en la composición del Congreso; es decir, sigue con muchos politiqueros y pocos políticos. Llegan hijos de corruptos reconocidos, esposas y hermanas de condenados por parapolítica, además de los amigos o testaferros de intereses ajenos.
Aunque la derrota no se puede enmendar. A la de Stevenson Marulanda Plata le hago la breve reflexión: ante que todo, pregunto ¿Sería hoy Senador si se hubiera aliado a Antanas Mockus y no a Sergio Fajardo? Este análisis se lo dejo a los lectores, poniéndoles en conocimiento que su predilección inicial fue Antanas, pero finalmente se decidió por Fajardo. Error que sin duda ahora entristece al doctor Marulanda y sus seguidores nos quedamos con el deseo frustrado de ver su gestión en  el Congreso de la República.
La aspiración presidencial de Sergio Fajardo con el fracaso de las elecciones parlamentarias sufrió un duro revés, su movimiento Compromiso Ciudadano por Colombia, no se convierte en partido político al no alcanzar el umbral del dos por ciento que se requiere para sacar senador, es decir, ha quedado como barco sin brújula en altamar con fuerte tempestad.
Sin embargo, seguirá en la puja, en la cual le deseo mejor suerte.

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