Se conoció esta semana el reciente estudio global del Centro de Monitoreo de Desplazamiento Interno, basado en Suiza, donde hace un comparativo de los países que registran mayor desplazamiento interno. Siria, Irak, Sudán, República del Congo, Pakistán, Sudán del Sur, Somalia, Nigeria, Turquía, y por supuesto, Colombia son las naciones donde se registran mayores desplazamientos […]
Se conoció esta semana el reciente estudio global del Centro de Monitoreo de Desplazamiento Interno, basado en Suiza, donde hace un comparativo de los países que registran mayor desplazamiento interno.
Siria, Irak, Sudán, República del Congo, Pakistán, Sudán del Sur, Somalia, Nigeria, Turquía, y por supuesto, Colombia son las naciones donde se registran mayores desplazamientos internos.
Este estudio que muestra los resultados de la dinámica del desplazamiento en estos países, deja muy mal parado a nuestro país. Somos el segundo país que tiene un alto índice de desplazamiento interno, solo antecedido por Siria con siete millones 600 mil personas. Colombia tiene un registro de más de seis millones, el cual representa el 15,83 % del total de 38 millones de desplazados en los países afectados por este fenómeno.
El desplazamiento se ve reflejado en cada municipio colombiano. Es un fenómeno social que se dimensiona en las ciudades capitales, a donde llegan las familias desde la zona rural y corregimental en busca de una mejor vida. ¿Cómo estaría Colombia si esas miles de familias que hoy viven en las ciudades no se hubieran desplazado del campo?
Las casas gratis, los subsidios que reciben por ser desplazados, las ayudas económicas que reciben por cada adulto mayor, suman una gran cantidad de dinero que bien pudiera utilizarse en reactivar el campo, el cual está prácticamente solo. Las garantías que necesitan las familias desplazadas que han deambulado de un lugar a otro, sin rumbo fijo, son seguridad, apoyo económico para proyectos productivos, salud y educación.
Las víctimas de desplazamiento son el más notable efecto del conflicto armado interno en Colombia. ¿Qué pasará en un escenario de postconflicto? ¿Volverán las familias desplazadas a sus entornos campesinos? ¿O por el contrario, se incrementará la migración del campo a la ciudad?
Valledupar hoy alberga más de 130 mil víctimas, la mayoría desplazadas, de las 350 mil que tiene el Cesar, la mayoría provenientes de otros lugares del país. Estos son unos debates y reflexiones que se deben hacer desde la academia, que debe analizar estos procesos socioeconómicos. Las universidades del Cesar están lejanas de la realidad que vive el país, pocos aportes hacen las dinámicas sociales, que necesitan de una orientación calificada.
Se conoció esta semana el reciente estudio global del Centro de Monitoreo de Desplazamiento Interno, basado en Suiza, donde hace un comparativo de los países que registran mayor desplazamiento interno. Siria, Irak, Sudán, República del Congo, Pakistán, Sudán del Sur, Somalia, Nigeria, Turquía, y por supuesto, Colombia son las naciones donde se registran mayores desplazamientos […]
Se conoció esta semana el reciente estudio global del Centro de Monitoreo de Desplazamiento Interno, basado en Suiza, donde hace un comparativo de los países que registran mayor desplazamiento interno.
Siria, Irak, Sudán, República del Congo, Pakistán, Sudán del Sur, Somalia, Nigeria, Turquía, y por supuesto, Colombia son las naciones donde se registran mayores desplazamientos internos.
Este estudio que muestra los resultados de la dinámica del desplazamiento en estos países, deja muy mal parado a nuestro país. Somos el segundo país que tiene un alto índice de desplazamiento interno, solo antecedido por Siria con siete millones 600 mil personas. Colombia tiene un registro de más de seis millones, el cual representa el 15,83 % del total de 38 millones de desplazados en los países afectados por este fenómeno.
El desplazamiento se ve reflejado en cada municipio colombiano. Es un fenómeno social que se dimensiona en las ciudades capitales, a donde llegan las familias desde la zona rural y corregimental en busca de una mejor vida. ¿Cómo estaría Colombia si esas miles de familias que hoy viven en las ciudades no se hubieran desplazado del campo?
Las casas gratis, los subsidios que reciben por ser desplazados, las ayudas económicas que reciben por cada adulto mayor, suman una gran cantidad de dinero que bien pudiera utilizarse en reactivar el campo, el cual está prácticamente solo. Las garantías que necesitan las familias desplazadas que han deambulado de un lugar a otro, sin rumbo fijo, son seguridad, apoyo económico para proyectos productivos, salud y educación.
Las víctimas de desplazamiento son el más notable efecto del conflicto armado interno en Colombia. ¿Qué pasará en un escenario de postconflicto? ¿Volverán las familias desplazadas a sus entornos campesinos? ¿O por el contrario, se incrementará la migración del campo a la ciudad?
Valledupar hoy alberga más de 130 mil víctimas, la mayoría desplazadas, de las 350 mil que tiene el Cesar, la mayoría provenientes de otros lugares del país. Estos son unos debates y reflexiones que se deben hacer desde la academia, que debe analizar estos procesos socioeconómicos. Las universidades del Cesar están lejanas de la realidad que vive el país, pocos aportes hacen las dinámicas sociales, que necesitan de una orientación calificada.