Dentro de una caneca metálica encontraron el cuerpo sin vida de Jorge Luis Jiménez Sánchez.
Dentro de una caneca metálica encontraron el cuerpo sin vida de Jorge Luis Jiménez Sánchez, de 61 años de edad, asesinado al parecer por unos inquilinos extranjeros a los que le había dado posada en la invasión Once de Noviembre, del municipio de La Jagua de Ibirico, Cesar.
El cuerpo fue encontrado por los habitantes del sector, la familia y las autoridades siendo aproximadamente las 5:30 de la tarde del miércoles.
Según fuentes vinculadas a la investigación, la Policía Nacional llegó al sitio por un llamado de un pariente de la víctima que precisó que Jorge Luis Jiménez Sánchez estaba desaparecido y que al llegar a su casa a buscarlo dos inquilinos que residían con él se fueron rápidamente del inmueble.
Por eso, procedieron a registrar la vivienda y una vecina notó que la caneca metálica tenía una tela, se acercó y sintió un olor nauseabundo.
Es así que pudieron encontrar el cadáver del adulto mayor que residía en una humilde vivienda construida en materiales frágiles.
EL PILÓN conoció que los vecinos identificaron a los sujetos y las autoridades ya tienen fotografías de uno de ellos.
La investigación quedó a cargo del CTI de la Fiscalía. Al cierre de esta edición culminaba la inspección técnica a cadáver.
Dentro de una caneca metálica encontraron el cuerpo sin vida de Jorge Luis Jiménez Sánchez.
Dentro de una caneca metálica encontraron el cuerpo sin vida de Jorge Luis Jiménez Sánchez, de 61 años de edad, asesinado al parecer por unos inquilinos extranjeros a los que le había dado posada en la invasión Once de Noviembre, del municipio de La Jagua de Ibirico, Cesar.
El cuerpo fue encontrado por los habitantes del sector, la familia y las autoridades siendo aproximadamente las 5:30 de la tarde del miércoles.
Según fuentes vinculadas a la investigación, la Policía Nacional llegó al sitio por un llamado de un pariente de la víctima que precisó que Jorge Luis Jiménez Sánchez estaba desaparecido y que al llegar a su casa a buscarlo dos inquilinos que residían con él se fueron rápidamente del inmueble.
Por eso, procedieron a registrar la vivienda y una vecina notó que la caneca metálica tenía una tela, se acercó y sintió un olor nauseabundo.
Es así que pudieron encontrar el cadáver del adulto mayor que residía en una humilde vivienda construida en materiales frágiles.
EL PILÓN conoció que los vecinos identificaron a los sujetos y las autoridades ya tienen fotografías de uno de ellos.
La investigación quedó a cargo del CTI de la Fiscalía. Al cierre de esta edición culminaba la inspección técnica a cadáver.