Desde la antigüedad, el tener el poder hasta el máximo tiempo posible, es algo que ha vuelto adicto al “emperador”. Hoy, en pleno furor del Siglo XXI, la situación sigue siendo igual o peor. Se puede hacer un amplio recorrido en el espectro político de muchos continentes y la situación es la misma de la […]
Desde la antigüedad, el tener el poder hasta el máximo tiempo posible, es algo que ha vuelto adicto al “emperador”. Hoy, en pleno furor del Siglo XXI, la situación sigue siendo igual o peor. Se puede hacer un amplio recorrido en el espectro político de muchos continentes y la situación es la misma de la antigüedad, es decir; la corrupción sigue pero hoy en día es más sofisticada.
Cuando Ernesto Samper Pizano en 1994, en la búsqueda de la presidencia colombiana, le gana en la primera vuelta a Andrés Pastrana por escasos 20.000 votos. Para poder ganar la segunda vuelta, la campaña de Samper hizo las alianzas posibles, y en efecto Ernesto Samper Pizano ganó la presidencia de la República. Pero detrás de esa victoria vino una de las etapas más oscuras de la política colombiana y fue el famoso elefante y Proceso 8.000.
De ese Proceso 8.000 se enriqueció el lenguaje colombiano, surgieron expresiones como: “mamola, ni chicha ni limoná”, expresiones propia de uno de los padres del elefante, el hoy senador de la República, Horacio Serpa Uribe. Pero a los domadores del elefante como Fernando Botero Zea y Santiago Medina Serna, les tocó cargar el piano de cola a sus espaldas y fueron encarcelados. Sin embargo, cuando ya el presidente Samper estaba en el poder y sin recato moral y ético alguno dijo “que todo ocurrió a mis espaldas, nunca supe que estaba ocurriendo con mi campaña”, después remató con la famosa expresión, “aquí estoy y aquí me quedo hasta el último día de mi gobierno”.
Pero la investigación del presidente Samper estaba en manos de la Comisión de Acusaciones de la Cámara de Representantes y en ese momento se le apareció al presidente, el James Bond a la colombiana, el representante costeño Heyne Mogollón Montoya, quien concluyó que el presidente Samper nada tuvo que ver con los dineros del narcotráfico en la campaña.
Hoy Joseph Blatter el flamante presidente la FIFA, quien acaba de ser reelegido por cuatro años más, pero su círculo de amigos reeleccionistas están hasta el cuello de investigaciones con pruebas, algunos encarcelados y otros pedidos en extradición a EE.UU, pero esta vez la investigación la tiene el FBI, y ante el asedio mediático mundial, el señor Blatter decide renunciar porque ya no puede sostener que todo ocurrió a sus espaldas.
Pero a diferencia de Samper, Joseph Blatter ha sido coherente con la ética y moral. Blatter decide renunciar para que lo investiguen a fondo y además para que la FIFA se depure. En el proceso 8.000 hubo hasta asesinatos que a la fecha no han sido ni siquiera investigados.
Desde la antigüedad, el tener el poder hasta el máximo tiempo posible, es algo que ha vuelto adicto al “emperador”. Hoy, en pleno furor del Siglo XXI, la situación sigue siendo igual o peor. Se puede hacer un amplio recorrido en el espectro político de muchos continentes y la situación es la misma de la […]
Desde la antigüedad, el tener el poder hasta el máximo tiempo posible, es algo que ha vuelto adicto al “emperador”. Hoy, en pleno furor del Siglo XXI, la situación sigue siendo igual o peor. Se puede hacer un amplio recorrido en el espectro político de muchos continentes y la situación es la misma de la antigüedad, es decir; la corrupción sigue pero hoy en día es más sofisticada.
Cuando Ernesto Samper Pizano en 1994, en la búsqueda de la presidencia colombiana, le gana en la primera vuelta a Andrés Pastrana por escasos 20.000 votos. Para poder ganar la segunda vuelta, la campaña de Samper hizo las alianzas posibles, y en efecto Ernesto Samper Pizano ganó la presidencia de la República. Pero detrás de esa victoria vino una de las etapas más oscuras de la política colombiana y fue el famoso elefante y Proceso 8.000.
De ese Proceso 8.000 se enriqueció el lenguaje colombiano, surgieron expresiones como: “mamola, ni chicha ni limoná”, expresiones propia de uno de los padres del elefante, el hoy senador de la República, Horacio Serpa Uribe. Pero a los domadores del elefante como Fernando Botero Zea y Santiago Medina Serna, les tocó cargar el piano de cola a sus espaldas y fueron encarcelados. Sin embargo, cuando ya el presidente Samper estaba en el poder y sin recato moral y ético alguno dijo “que todo ocurrió a mis espaldas, nunca supe que estaba ocurriendo con mi campaña”, después remató con la famosa expresión, “aquí estoy y aquí me quedo hasta el último día de mi gobierno”.
Pero la investigación del presidente Samper estaba en manos de la Comisión de Acusaciones de la Cámara de Representantes y en ese momento se le apareció al presidente, el James Bond a la colombiana, el representante costeño Heyne Mogollón Montoya, quien concluyó que el presidente Samper nada tuvo que ver con los dineros del narcotráfico en la campaña.
Hoy Joseph Blatter el flamante presidente la FIFA, quien acaba de ser reelegido por cuatro años más, pero su círculo de amigos reeleccionistas están hasta el cuello de investigaciones con pruebas, algunos encarcelados y otros pedidos en extradición a EE.UU, pero esta vez la investigación la tiene el FBI, y ante el asedio mediático mundial, el señor Blatter decide renunciar porque ya no puede sostener que todo ocurrió a sus espaldas.
Pero a diferencia de Samper, Joseph Blatter ha sido coherente con la ética y moral. Blatter decide renunciar para que lo investiguen a fondo y además para que la FIFA se depure. En el proceso 8.000 hubo hasta asesinatos que a la fecha no han sido ni siquiera investigados.