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Columnista - 30 septiembre, 2010

De represas, La Pola y Jojoy.

DOS PUNTOS Por: Germán Piedrahíta R. Sàbado y domingo, en un diario de cubrimiento nacional aparecen estas notas. En Antioquia se inicia la construcción de la gran represa para la hidroeléctrica “Hidrotuango”, con la que los paisas no sólo tendrán la energía para los próximos 50 años, sino que aseguran el agua para las sequías […]

DOS PUNTOS

Por: Germán Piedrahíta R.

Sàbado y domingo, en un diario de cubrimiento nacional aparecen estas notas. En Antioquia se inicia la construcción de la gran represa para la hidroeléctrica “Hidrotuango”, con la que los paisas no sólo tendrán la energía para los próximos 50 años, sino que aseguran el agua para las sequías que se anuncian.
Extraigo del mismo diario: con la presencia del gobernador de Santander y el alcalde de Bucaramanga, se inició la construcción del embalse de Bucaramanga. La obra tendrá 17,6 millones de metros cúbicos de capacidad y una presa con una altura de 103 metros y un plazo total de 70 meses.
La represa del Rancherías en la Guajira ya es un hecho y nosotros, con la visita y promesa del expresidente Uribe no hemos podido dejar de pelear mientras que las aguas llovidas y a raudales se “pierden” augurando que en el próximo verano, tendremos que llorar. Hagan ustedes sus comentarios.
No es una resolución totalmente histórica, pero si es una recreación, en forma novelada, de un hecho de nuestra historia que debería ser tema obligado de nuestros estudiantes, pues fuera de la reconstrucción, muy bien lograda de los sitios y los vestuarios, hay anotaciones que hacen claridad sobre las grandes diferencias entre españoles, criollos, indígenas y negros, en esos tiempos del hoy bicentenario, que permitirá, a docentes creativos, tener tema de debate sociológico e histórico en sus salones de clase, sin importar si el alumnado es de 5, 8 o undécimo grado y me atrevo a proponer que es tema de análisis en nuestras universidades. Que es una historia de amor, sí, el mundo gira en ese sentido, pero hay una propuesta muy bien hecha que merece aprovecharse. Hasta  los acomodos del libretista son tema de conversación. La Pola, puede y debe verse.
Y lo mataron, sí, al mono Jojoy y nuestros noticieros dedicaron el día completo repitiendo la victoria de la muerte. ¿Cómo habría sido si Tirofijo no se muere de viejo y sin dejar computadores inculpadores y fantásticos?. Pero sí, es una verdad, lo mataron. Le ganamos a la vida de aquel que sabía que así tendría que terminar porque le sería un imposible la entrega, muerto valía más. Y pasarán los días y sus computadores,  los indestructibles, empezarán a “botar” información que servirá para señalar a mas de uno de los que sabemos. No se salvarán Robledo ni Petro; Piedad Córdoba, como ya pasó, será nuevamente marcada y hasta nombre de comandante le aparecerá; estarán inscritos periodistas, sindicalistas, curas, artistas (de pronto Juanes les habría ofrecido un concierto para recoger fondos) y de pronto algún concejal, diputado y hasta congresista que alegarán, y a ellos sí les creerán, que su aparición es por sentido humanitario. Y mataron a Jojoy.
Sí, ya está muerto. ¿Cambiará la mentalidad en el Congreso? ¿Subirán los sueldos más de un tres por ciento? ¿Dedicarán más palta para la salud y la educación? ¿Tumbarán la ley 100? ¿Castigarán a Uribito? ¿Devolverán la plata los Nule? ¿Bajará la tasa de desempleo? Pero mataron a Jojoy y dicen, muchos, que esta es otra Colombia. ¿Bajará el subempleo? ¿La miseria? ¿Dejarán nuestros narcos de exportar? ¿Dejarán los gringos de meter? Mataron a Jojoy y mañana matarán a muchos más, como viene pasando desde  hace ya mucho tiempo, en todos los gobiernos y el pueblo seguirá poniendo los “positivos” mientras los que mandan seguirán diciendo que al fín se aproxima la paz para Colombia ¡Embúa ¡

[email protected]

Columnista
30 septiembre, 2010

De represas, La Pola y Jojoy.

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Germán Piedrahíta R.

DOS PUNTOS Por: Germán Piedrahíta R. Sàbado y domingo, en un diario de cubrimiento nacional aparecen estas notas. En Antioquia se inicia la construcción de la gran represa para la hidroeléctrica “Hidrotuango”, con la que los paisas no sólo tendrán la energía para los próximos 50 años, sino que aseguran el agua para las sequías […]


DOS PUNTOS

Por: Germán Piedrahíta R.

Sàbado y domingo, en un diario de cubrimiento nacional aparecen estas notas. En Antioquia se inicia la construcción de la gran represa para la hidroeléctrica “Hidrotuango”, con la que los paisas no sólo tendrán la energía para los próximos 50 años, sino que aseguran el agua para las sequías que se anuncian.
Extraigo del mismo diario: con la presencia del gobernador de Santander y el alcalde de Bucaramanga, se inició la construcción del embalse de Bucaramanga. La obra tendrá 17,6 millones de metros cúbicos de capacidad y una presa con una altura de 103 metros y un plazo total de 70 meses.
La represa del Rancherías en la Guajira ya es un hecho y nosotros, con la visita y promesa del expresidente Uribe no hemos podido dejar de pelear mientras que las aguas llovidas y a raudales se “pierden” augurando que en el próximo verano, tendremos que llorar. Hagan ustedes sus comentarios.
No es una resolución totalmente histórica, pero si es una recreación, en forma novelada, de un hecho de nuestra historia que debería ser tema obligado de nuestros estudiantes, pues fuera de la reconstrucción, muy bien lograda de los sitios y los vestuarios, hay anotaciones que hacen claridad sobre las grandes diferencias entre españoles, criollos, indígenas y negros, en esos tiempos del hoy bicentenario, que permitirá, a docentes creativos, tener tema de debate sociológico e histórico en sus salones de clase, sin importar si el alumnado es de 5, 8 o undécimo grado y me atrevo a proponer que es tema de análisis en nuestras universidades. Que es una historia de amor, sí, el mundo gira en ese sentido, pero hay una propuesta muy bien hecha que merece aprovecharse. Hasta  los acomodos del libretista son tema de conversación. La Pola, puede y debe verse.
Y lo mataron, sí, al mono Jojoy y nuestros noticieros dedicaron el día completo repitiendo la victoria de la muerte. ¿Cómo habría sido si Tirofijo no se muere de viejo y sin dejar computadores inculpadores y fantásticos?. Pero sí, es una verdad, lo mataron. Le ganamos a la vida de aquel que sabía que así tendría que terminar porque le sería un imposible la entrega, muerto valía más. Y pasarán los días y sus computadores,  los indestructibles, empezarán a “botar” información que servirá para señalar a mas de uno de los que sabemos. No se salvarán Robledo ni Petro; Piedad Córdoba, como ya pasó, será nuevamente marcada y hasta nombre de comandante le aparecerá; estarán inscritos periodistas, sindicalistas, curas, artistas (de pronto Juanes les habría ofrecido un concierto para recoger fondos) y de pronto algún concejal, diputado y hasta congresista que alegarán, y a ellos sí les creerán, que su aparición es por sentido humanitario. Y mataron a Jojoy.
Sí, ya está muerto. ¿Cambiará la mentalidad en el Congreso? ¿Subirán los sueldos más de un tres por ciento? ¿Dedicarán más palta para la salud y la educación? ¿Tumbarán la ley 100? ¿Castigarán a Uribito? ¿Devolverán la plata los Nule? ¿Bajará la tasa de desempleo? Pero mataron a Jojoy y dicen, muchos, que esta es otra Colombia. ¿Bajará el subempleo? ¿La miseria? ¿Dejarán nuestros narcos de exportar? ¿Dejarán los gringos de meter? Mataron a Jojoy y mañana matarán a muchos más, como viene pasando desde  hace ya mucho tiempo, en todos los gobiernos y el pueblo seguirá poniendo los “positivos” mientras los que mandan seguirán diciendo que al fín se aproxima la paz para Colombia ¡Embúa ¡

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