Después de tantos proyectos planteados en el inmenso terreno donde se soñó con una infraestructura que le generaría impulso de desarrollo de Valledupar, por fin se determinó lo que allí se creará.
Lacriticada, investigada e inconclusa Plaza de Vendedores Ambulantes de Valledupar, también conocida como centro comercial La Granja, quedó en la ilusión de los habitantes de Valledupar, pero en especial de los pequeños comerciantes informales.
El alcalde Fredys Socarrás Reales anunció nuevos proyectos para el terreno de cinco hectáreas, en donde la proyección inicial, desde el año 2007, era reubicar a los vendedores estacionarios y ambulantes de la ciudad, especialmente los situados sobre la zona bancaria y Cinco Esquinas.
Sin embargo, luego de varios años, que trajeron consigo daños en las infraestructuras que cimentaban el inmenso centro, que estaría ubicado en la carrera 7ª número 20B- 80 en el barrio La Granja, se conoció que la millonaria obra era inviable y por tanto la nueva administración debía buscar alternativas de aprovechamiento del lugar.
Por tal motivo, el jueves anterior cuando el ministro del Interior, Juan Fernando Cristo, visitó a Valledupar, Socarrás Reales dijo que en el terreno, donde funcionó en su momento el Idema, sería construida la sede de la Policía Metropolitana, que doblaría la capacidad de agentes de Policía. El proyecto tendrá una inversión aproximada a los 20 mil millones de pesosy estaría operando a mitad del presente año.
En el mismo lugar, que sirve como guarida de consumidores de sustancias psicoactivas y es foco de delincuencia, también se proyecta la construcción de las sedes de la Fiscalía y Defensoría del Pueblo, además de la edificación de tres mil casas del programa de Viviendas de Interés Prioritario, VIPA, proyecto en el que se invertirán más de 150 mil millones de pesos con aportes del Ministerio de Vivienda y la Alcaldía de Valledupar.
¿Y los comerciantes?
El alcalde Socarrás Reales especificó que la estructurapara ubicar a los vendedores ambulantes no tenía ninguna funcionalidad y no era viable porque para su operación se requerían alrededor de 25 mil millones de pesos, cifra que se le imposibilita al Municipio, que se encuentra en Ley 550.
Por lo tanto, se plantearon nuevos proyectos de beneficio para la comunidad, especialmente para los más de 450 comerciantes de Valledupar que estaban censados para operar en la obra que quedó inconclusa.
“Nosotros propusimos que el Parqueadero Municipal sea adecuado para ubicar a los vendedores estacionarios y ambulantes”, especificó el mandatario local.
El proyecto
El proyecto de construcción de locales comerciales para vendedores ambulantes y estacionarios de Valledupar inició en la administración de Ciro Pupo Castro en el año 2007, cuando se suscribió el contrato de obras públicas número 139 entre la Unión Temporal Proyectos de Ingeniería y la Alcaldía por un valor 2.999.982.128 de pesos.
Alrededor de 1.050 locales iban a ser construidos en el lote de cinco hectáreas. Obra que tenía un plazo de ejecución de 240 días, pero al final de ese gobierno la construcción se paralizó.
En el 2008, cuando Rubén Alfredo Carvajal Riveira asumió el mandato del Municipio, se realizó una reunión en la que asistieron los encargados de las obras, representantes de la Gobernación del Cesar y del Comando de la Policía. En ese encuentro se evaluaron los beneficios de la obra con relación a liberación de espacio público en el centro de la ciudad. Fue así como se planteó reactivar la construcción a finales de ese año.
No obstante, la construcción de la segunda etapa se firmó en la administración de Luis Fabián Fernández Maestre, a través del contrato número 407, suscrito el 3 de agosto de 2011.
A través del Sistema Electrónico de Contratación Pública, EL PILÓN confirmó el proceso número L-008 de 2011, donde la cuantía a contratar de 4.771.936.676, del que se anticipó, según los datos, el 50% para la construcción de 200 locales y la obra tenía un plazo de 10 meses.
En septiembre de 2013, el alcalde Fredys Socarrás Reales confirmó que el proyecto de La Granja era inviable, lo que acabó con la ilusión de alrededor de 500 comerciantes y de una ciudad proyectada en cuanto a organización de espacio público se refiere.
Sin embargo, el mandatario dijo que la única esperanza en el lote del antiguo Idema era realizar una alianza público-privada, por lo que se adelantaron unos estudios.
Aunque el lote fue recuperado con la Ley 550, después de seis años sólo quedó el recuerdo de una plazoleta para comerciantes a través varios hierros oxidados, acompañados de maleza -que crece constantemente-, en una zona que ha sido foco de delincuencia, ante la falta de iluminación por parte del ente territorial encargado.
Esa platica…
Algunos ciudadanos se preguntan ¿quién responde por la inversión? ¿Qué hicieron con los dineros de los vallenatos?
Aunque algunos habitantes aseguran que las razones de la obra inconclusa son obvias, al no contar con los recursos económicos necesarios para terminarla, otros afirman que este es el resultado de las pésimas administraciones que tuvieron como objetivo principal satisfacer sus intereses económicos personales.
Tal como es el caso del presidente de la Veeduría Ciudadana del Cesar, Jaine Alcides Mora Murgas, quien aseguró que las últimas administraciones gubernamentales han sido un despelote en cuanto a manejo de recursos públicos.
“Aquí unos alcaldes proponen una cosa cuando se presentan en sus campañas electorales y después, cuando salen elegidos, no hayan que hacer, la plata la despilfarran, en detrimento del bien común, que es el patrimonio público, que es el resultado de los impuestos que pagamos nosotros los contribuyentes, que deben respetar el patrimonio público”, dijo.
Mora Murgas especificó que los mandatarios de turno deben entregarles resultados a las comunidades y organismos de control. Pero en el Cesar, según él, nadie planea lo que va a hacer y al final todas las obras quedan inconclusas.
“Si un alcalde deja una obra por terminar, el que entra es egoísta que no la termina y se terminan en elefante blanco, que no le sirven a nadie”, indicó Murgas, quien aseguró que en los próximos días presentará una solicitud de investigación y auditoría de los recursos del mencionado proyecto ante la Contraloría Municipal, porque, al parecer, existe un detrimento de más de seis mil millones de pesos.
Nadie tuvo la culpa
El contrato de obras públicas número 139 de 2007, suscrito entre la Alcaldía de Valledupar y la Unión Temporal Proyectos de Ingeniería, con objeto de la construcción de la Plaza de Vendedores Ambulantes, fue investigado por la Procuraduría Regional del Cesar, a través de la Procuraduría Primera Delegada de Contratación Estatal.
Sin embargo, tiempo después la Procuraduría archivó los procesos disciplinarios en contra de los exalcaldes de Valledupar, Rubén ‘Ava’ Carvajal Riveiray Luis Fabián Fernández Maestre y del secretario de Obras del Municipio y representante legal de la interventoría, Luis Alfredo Pérez Díaz y William Cortés Díaz.
Los hechos se remontan al año 2011, cuando el veedor ciudadano Jaine Mora Murgas interpuso una queja ante la Procuraduría Regional del Cesar por posibles irregularidades en la ejecución de los contratos de obras públicas 139 y 137, para la construcción de la plaza de vendedores ambulantes del municipio de Valledupar.
No obstante, según el Ministerio Público no hubo omisión por parte del exalcalde Carvajal Riveira, debido a que éste ejerció el cargo del 1 de enero de 2008 y el 5 de agosto de 2009 y la primera etapa del centro comercial fue entregada el 2 de septiembre del mismo año.
Entre tanto, Fernández Maestre, quien ejerció el cargo entre el 9 de octubre de 2009 y el 31 de diciembre de 2011, inició el proceso para contratación de la segunda etapa del centro comercial y celebró el contrato respectivo.
Según la Procuraduría, no existió un actuar omisivo por parte de los investigados para continuar con la ejecución del proyecto, que dependía de la ejecución de recursos que no había.
No a La Granja
Mientras que en el centro de Valledupar no hay espacio suficiente para un vendedor ambulante más, el Municipio dio a conocer que en el sitio que sería destinado para reubicarlos se construirán otros proyectos.
OPINES
Manuel de Jesús Ríos, presidente de Asomev
“Llevamos 18 años luchando por ese proyecto y las administraciones pasadas pusieron su granito de arena, pero siempre nos dan la espalda”.
Eduardo Morales, vendedor
“Esa no es una solución viable, porque si a uno le va mal aquí, donde hay tránsito, allá será peor, porque no hay mucho espacio entre todos”.
Aida Oliva, vendedora
“Allá nos va a ir muy mal, porque uno tiene que estar donde haya movimiento comercial y la gente, por lo general, siempre va es al centro”.
Por Merlin Duarte García/El Pilón
[email protected]
Después de tantos proyectos planteados en el inmenso terreno donde se soñó con una infraestructura que le generaría impulso de desarrollo de Valledupar, por fin se determinó lo que allí se creará.
Lacriticada, investigada e inconclusa Plaza de Vendedores Ambulantes de Valledupar, también conocida como centro comercial La Granja, quedó en la ilusión de los habitantes de Valledupar, pero en especial de los pequeños comerciantes informales.
El alcalde Fredys Socarrás Reales anunció nuevos proyectos para el terreno de cinco hectáreas, en donde la proyección inicial, desde el año 2007, era reubicar a los vendedores estacionarios y ambulantes de la ciudad, especialmente los situados sobre la zona bancaria y Cinco Esquinas.
Sin embargo, luego de varios años, que trajeron consigo daños en las infraestructuras que cimentaban el inmenso centro, que estaría ubicado en la carrera 7ª número 20B- 80 en el barrio La Granja, se conoció que la millonaria obra era inviable y por tanto la nueva administración debía buscar alternativas de aprovechamiento del lugar.
Por tal motivo, el jueves anterior cuando el ministro del Interior, Juan Fernando Cristo, visitó a Valledupar, Socarrás Reales dijo que en el terreno, donde funcionó en su momento el Idema, sería construida la sede de la Policía Metropolitana, que doblaría la capacidad de agentes de Policía. El proyecto tendrá una inversión aproximada a los 20 mil millones de pesosy estaría operando a mitad del presente año.
En el mismo lugar, que sirve como guarida de consumidores de sustancias psicoactivas y es foco de delincuencia, también se proyecta la construcción de las sedes de la Fiscalía y Defensoría del Pueblo, además de la edificación de tres mil casas del programa de Viviendas de Interés Prioritario, VIPA, proyecto en el que se invertirán más de 150 mil millones de pesos con aportes del Ministerio de Vivienda y la Alcaldía de Valledupar.
¿Y los comerciantes?
El alcalde Socarrás Reales especificó que la estructurapara ubicar a los vendedores ambulantes no tenía ninguna funcionalidad y no era viable porque para su operación se requerían alrededor de 25 mil millones de pesos, cifra que se le imposibilita al Municipio, que se encuentra en Ley 550.
Por lo tanto, se plantearon nuevos proyectos de beneficio para la comunidad, especialmente para los más de 450 comerciantes de Valledupar que estaban censados para operar en la obra que quedó inconclusa.
“Nosotros propusimos que el Parqueadero Municipal sea adecuado para ubicar a los vendedores estacionarios y ambulantes”, especificó el mandatario local.
El proyecto
El proyecto de construcción de locales comerciales para vendedores ambulantes y estacionarios de Valledupar inició en la administración de Ciro Pupo Castro en el año 2007, cuando se suscribió el contrato de obras públicas número 139 entre la Unión Temporal Proyectos de Ingeniería y la Alcaldía por un valor 2.999.982.128 de pesos.
Alrededor de 1.050 locales iban a ser construidos en el lote de cinco hectáreas. Obra que tenía un plazo de ejecución de 240 días, pero al final de ese gobierno la construcción se paralizó.
En el 2008, cuando Rubén Alfredo Carvajal Riveira asumió el mandato del Municipio, se realizó una reunión en la que asistieron los encargados de las obras, representantes de la Gobernación del Cesar y del Comando de la Policía. En ese encuentro se evaluaron los beneficios de la obra con relación a liberación de espacio público en el centro de la ciudad. Fue así como se planteó reactivar la construcción a finales de ese año.
No obstante, la construcción de la segunda etapa se firmó en la administración de Luis Fabián Fernández Maestre, a través del contrato número 407, suscrito el 3 de agosto de 2011.
A través del Sistema Electrónico de Contratación Pública, EL PILÓN confirmó el proceso número L-008 de 2011, donde la cuantía a contratar de 4.771.936.676, del que se anticipó, según los datos, el 50% para la construcción de 200 locales y la obra tenía un plazo de 10 meses.
En septiembre de 2013, el alcalde Fredys Socarrás Reales confirmó que el proyecto de La Granja era inviable, lo que acabó con la ilusión de alrededor de 500 comerciantes y de una ciudad proyectada en cuanto a organización de espacio público se refiere.
Sin embargo, el mandatario dijo que la única esperanza en el lote del antiguo Idema era realizar una alianza público-privada, por lo que se adelantaron unos estudios.
Aunque el lote fue recuperado con la Ley 550, después de seis años sólo quedó el recuerdo de una plazoleta para comerciantes a través varios hierros oxidados, acompañados de maleza -que crece constantemente-, en una zona que ha sido foco de delincuencia, ante la falta de iluminación por parte del ente territorial encargado.
Esa platica…
Algunos ciudadanos se preguntan ¿quién responde por la inversión? ¿Qué hicieron con los dineros de los vallenatos?
Aunque algunos habitantes aseguran que las razones de la obra inconclusa son obvias, al no contar con los recursos económicos necesarios para terminarla, otros afirman que este es el resultado de las pésimas administraciones que tuvieron como objetivo principal satisfacer sus intereses económicos personales.
Tal como es el caso del presidente de la Veeduría Ciudadana del Cesar, Jaine Alcides Mora Murgas, quien aseguró que las últimas administraciones gubernamentales han sido un despelote en cuanto a manejo de recursos públicos.
“Aquí unos alcaldes proponen una cosa cuando se presentan en sus campañas electorales y después, cuando salen elegidos, no hayan que hacer, la plata la despilfarran, en detrimento del bien común, que es el patrimonio público, que es el resultado de los impuestos que pagamos nosotros los contribuyentes, que deben respetar el patrimonio público”, dijo.
Mora Murgas especificó que los mandatarios de turno deben entregarles resultados a las comunidades y organismos de control. Pero en el Cesar, según él, nadie planea lo que va a hacer y al final todas las obras quedan inconclusas.
“Si un alcalde deja una obra por terminar, el que entra es egoísta que no la termina y se terminan en elefante blanco, que no le sirven a nadie”, indicó Murgas, quien aseguró que en los próximos días presentará una solicitud de investigación y auditoría de los recursos del mencionado proyecto ante la Contraloría Municipal, porque, al parecer, existe un detrimento de más de seis mil millones de pesos.
Nadie tuvo la culpa
El contrato de obras públicas número 139 de 2007, suscrito entre la Alcaldía de Valledupar y la Unión Temporal Proyectos de Ingeniería, con objeto de la construcción de la Plaza de Vendedores Ambulantes, fue investigado por la Procuraduría Regional del Cesar, a través de la Procuraduría Primera Delegada de Contratación Estatal.
Sin embargo, tiempo después la Procuraduría archivó los procesos disciplinarios en contra de los exalcaldes de Valledupar, Rubén ‘Ava’ Carvajal Riveiray Luis Fabián Fernández Maestre y del secretario de Obras del Municipio y representante legal de la interventoría, Luis Alfredo Pérez Díaz y William Cortés Díaz.
Los hechos se remontan al año 2011, cuando el veedor ciudadano Jaine Mora Murgas interpuso una queja ante la Procuraduría Regional del Cesar por posibles irregularidades en la ejecución de los contratos de obras públicas 139 y 137, para la construcción de la plaza de vendedores ambulantes del municipio de Valledupar.
No obstante, según el Ministerio Público no hubo omisión por parte del exalcalde Carvajal Riveira, debido a que éste ejerció el cargo del 1 de enero de 2008 y el 5 de agosto de 2009 y la primera etapa del centro comercial fue entregada el 2 de septiembre del mismo año.
Entre tanto, Fernández Maestre, quien ejerció el cargo entre el 9 de octubre de 2009 y el 31 de diciembre de 2011, inició el proceso para contratación de la segunda etapa del centro comercial y celebró el contrato respectivo.
Según la Procuraduría, no existió un actuar omisivo por parte de los investigados para continuar con la ejecución del proyecto, que dependía de la ejecución de recursos que no había.
No a La Granja
Mientras que en el centro de Valledupar no hay espacio suficiente para un vendedor ambulante más, el Municipio dio a conocer que en el sitio que sería destinado para reubicarlos se construirán otros proyectos.
OPINES
Manuel de Jesús Ríos, presidente de Asomev
“Llevamos 18 años luchando por ese proyecto y las administraciones pasadas pusieron su granito de arena, pero siempre nos dan la espalda”.
Eduardo Morales, vendedor
“Esa no es una solución viable, porque si a uno le va mal aquí, donde hay tránsito, allá será peor, porque no hay mucho espacio entre todos”.
Aida Oliva, vendedora
“Allá nos va a ir muy mal, porque uno tiene que estar donde haya movimiento comercial y la gente, por lo general, siempre va es al centro”.
Por Merlin Duarte García/El Pilón
[email protected]