Publicidad
Categorías
Categorías
Editorial - 19 febrero, 2016

De cualquier matojo salta un Conejo

Este refrán popular describe literalmente lo que ocurrió ayer en el corregimiento de Conejo, un pueblito en el municipio de Fonseca, sur de La Guajira, que recibió a más de 400 hombres armados de las Farc y a algunos de sus máximos jefes, como ‘Iván Márquez’, ‘Jesús Santrich’, ‘Rodrigo Granda’ y ‘Joaquín Gómez’, quienes al […]

Boton Wpp

Este refrán popular describe literalmente lo que ocurrió ayer en el corregimiento de Conejo, un pueblito en el municipio de Fonseca, sur de La Guajira, que recibió a más de 400 hombres armados de las Farc y a algunos de sus máximos jefes, como ‘Iván Márquez’, ‘Jesús Santrich’, ‘Rodrigo Granda’ y ‘Joaquín Gómez’, quienes al mejor estilo de los héroes de película gringa arribaron al poblado en helicóptero y con una sonrisa de oreja a oreja saludaron a sus habitantes para luego concentrarse en la plaza principal para hacer pedagogía por la paz, tal como lo habían acordado con la Comisión del Gobierno Nacional en la Mesa de Negociación en La Habana.

Las Farc saltaron de manera macondiana a la palestra pública y provocó la indignación del jefe del equipo negociador, Humberto De La Calle, quien dijo que “las Farc han violado las reglas del juego” y rechazó la presencia armada de la guerrilla en un municipio de la Guajira para hacer política y suspendió posteriores visitas de las Farc.

Esto tarde que temprano iba a suceder, pero nadie se imaginó que sería así, en un pueblo en el que nadie imaginó que podría darse la primera concentración de hombres de las Farc, pertenecientes al antiguo Bloque Caribe o llamado Bloque ‘Martín Caballero’, que reúne a más de cinco frentes de los departamentos costeños. La sorpresa fue total, el hecho fue calificado de histórico porque se supone que la pedagogía de paz la harían en otros escenarios, no en una plaza pública, con una comunidad que casi se sentía de fiesta.

La sonrisa de ‘Joaquín Gómez’, oriundo del municipio de Barrancas y criado en Conejo, lo decía todo. Se sentían seguros, en tierra amiga y familiar. EL PILÓN envió a Conejo a un equipo periodístico y su descripción no podía ser más diciente: “Las Farc se tomaron el pueblo, andan por las calles armados como si nada, el pueblo parece que estuviera de fiesta”.

Esta concentración ayer en Conejo, sur de La Guajira, se estaba preparando desde hace varios días y para ello fue una reunión realizada con los comandantes de los frentes del Bloque ‘Martín Caballero’ en algún lugar de la Sierra Nevada, donde acordaron la logística del encuentro. Las Farc se pasó, no debió mostrar ese entusiasmo macondiano, sino utilizar un lugar más privado con sus tropas, a puerta cerrada, porque lo que hicieron fue un espectáculo en plena plaza pública, al mejor estilo de Robin Hood.

¿Qué querían demostrar? ¿Que tienen poder y simpatía entre la ciudadanía? O pensaron que podían hacer la pedagogía por la paz con sus hombres aun armados. El acuerdo era que lo podían hacer desarmados. De La Calle ya dijo que quedas suspendidas las visitas de Iván Márquez y sus hombres a Colombia. ¿Pero entonces por qué retiraron las tropas del Ejército que estaba en la zona a la media noche del miércoles? Les dejaron la vía libre. Sabían que iban para Conejo.

El corregimiento de Conejo es noticia nacional y solo después de 1999 cuando una noche el Ejército Nacional disparó contra un vehículo que bajaba del pueblo hacia Fonseca, muriendo dos mujeres y saliendo heridos menores de edad porque los confundieron con la guerrilla, volvió a ser noticia.

Como diría la extinta exministra Consuelo Araujo Noguera en su lexicón vallenato: “De cualquier matojo salta un Conejo”.

Editorial
19 febrero, 2016

De cualquier matojo salta un Conejo

Este refrán popular describe literalmente lo que ocurrió ayer en el corregimiento de Conejo, un pueblito en el municipio de Fonseca, sur de La Guajira, que recibió a más de 400 hombres armados de las Farc y a algunos de sus máximos jefes, como ‘Iván Márquez’, ‘Jesús Santrich’, ‘Rodrigo Granda’ y ‘Joaquín Gómez’, quienes al […]


Boton Wpp

Este refrán popular describe literalmente lo que ocurrió ayer en el corregimiento de Conejo, un pueblito en el municipio de Fonseca, sur de La Guajira, que recibió a más de 400 hombres armados de las Farc y a algunos de sus máximos jefes, como ‘Iván Márquez’, ‘Jesús Santrich’, ‘Rodrigo Granda’ y ‘Joaquín Gómez’, quienes al mejor estilo de los héroes de película gringa arribaron al poblado en helicóptero y con una sonrisa de oreja a oreja saludaron a sus habitantes para luego concentrarse en la plaza principal para hacer pedagogía por la paz, tal como lo habían acordado con la Comisión del Gobierno Nacional en la Mesa de Negociación en La Habana.

Las Farc saltaron de manera macondiana a la palestra pública y provocó la indignación del jefe del equipo negociador, Humberto De La Calle, quien dijo que “las Farc han violado las reglas del juego” y rechazó la presencia armada de la guerrilla en un municipio de la Guajira para hacer política y suspendió posteriores visitas de las Farc.

Esto tarde que temprano iba a suceder, pero nadie se imaginó que sería así, en un pueblo en el que nadie imaginó que podría darse la primera concentración de hombres de las Farc, pertenecientes al antiguo Bloque Caribe o llamado Bloque ‘Martín Caballero’, que reúne a más de cinco frentes de los departamentos costeños. La sorpresa fue total, el hecho fue calificado de histórico porque se supone que la pedagogía de paz la harían en otros escenarios, no en una plaza pública, con una comunidad que casi se sentía de fiesta.

La sonrisa de ‘Joaquín Gómez’, oriundo del municipio de Barrancas y criado en Conejo, lo decía todo. Se sentían seguros, en tierra amiga y familiar. EL PILÓN envió a Conejo a un equipo periodístico y su descripción no podía ser más diciente: “Las Farc se tomaron el pueblo, andan por las calles armados como si nada, el pueblo parece que estuviera de fiesta”.

Esta concentración ayer en Conejo, sur de La Guajira, se estaba preparando desde hace varios días y para ello fue una reunión realizada con los comandantes de los frentes del Bloque ‘Martín Caballero’ en algún lugar de la Sierra Nevada, donde acordaron la logística del encuentro. Las Farc se pasó, no debió mostrar ese entusiasmo macondiano, sino utilizar un lugar más privado con sus tropas, a puerta cerrada, porque lo que hicieron fue un espectáculo en plena plaza pública, al mejor estilo de Robin Hood.

¿Qué querían demostrar? ¿Que tienen poder y simpatía entre la ciudadanía? O pensaron que podían hacer la pedagogía por la paz con sus hombres aun armados. El acuerdo era que lo podían hacer desarmados. De La Calle ya dijo que quedas suspendidas las visitas de Iván Márquez y sus hombres a Colombia. ¿Pero entonces por qué retiraron las tropas del Ejército que estaba en la zona a la media noche del miércoles? Les dejaron la vía libre. Sabían que iban para Conejo.

El corregimiento de Conejo es noticia nacional y solo después de 1999 cuando una noche el Ejército Nacional disparó contra un vehículo que bajaba del pueblo hacia Fonseca, muriendo dos mujeres y saliendo heridos menores de edad porque los confundieron con la guerrilla, volvió a ser noticia.

Como diría la extinta exministra Consuelo Araujo Noguera en su lexicón vallenato: “De cualquier matojo salta un Conejo”.