Nuevamente quedó demostrado que pese a los constantes mensajes educativos que invitan a la conservación del bosque, aún existen personas empecinadas en arrancarle la piel a la tierra para comercializarla sin ningún escrúpulo.
Así quedó evidenciado ayer, durante un operativo de rutina desarrollado por ecologistas de la región, que realizaron un seguimiento a personas que por esta época de fin de año desgarran los musgos colgantes para venderlos como adornos de pesebres.
Rodajas de árboles y bejucos, son los materiales vegetales que por esta época se comercializan en calles de Aguachica, ante la mirada complaciente de las autoridades encargadas de la preservación de los recursos naturales.
Los materiales que se venden de manera libre y sin restricción, son traídos a Aguachica en costales de polipropileno, que muchas veces son camuflados en baúles de vehículos de transporte informal y en camiones de transporte de ganado.
A la dirección de Corpocesar debería interesarle la depredación que existe en los pocos bosques con los que cuenta Aguachica, ya que la cantidad de musgos y material vegetal que en diciembre se sacan de los árboles nativos de la región, dejan al descubierto la existencia de grupos de personas dedicadas a la comercialización ilegal del producto en mención.
‘Es una lástima que todavía existan personas que no comprenden que al sacar estos elementos del bosque están atentando contra el equilibrio ambiental de nuestras cuencas, el perjuicio ambiental ya está hecho’, precisó un ambientalista.
La Policía Ambiental que viene realizando actividades para la protección de los recursos naturales, saqueados por los mismos pobladores que por el afán de lucrarse económicamente, atentan contra las especies vegetales de mayor renombre en la región, buscan además poder dar con el paradero de quienes se encargan de destrozar los recursos naturales de esta parte del país.