América Latina es la segunda región del mundo con mayor desigualdad
El Foro de Davos, organizado por el Foro Económico Mundial (WEF – World Economic Forum), bajo el lema “Trabajar juntos para recuperar la confianza” volvió a reunirse presencialmente entre los días 22 y 26 de mayo. En esta edición la agenda temática contempló discusiones relacionadas con 1) La Guerra de Ucrania; 2) Recuperación de la Economía Global y los impactos de la inflación; 3) El Futuro de la Globalización; 4) Dos crisis: alimentaria y energética; 5) Cambio Climático y medio ambiente; 6) el papel de las empresas y los emprendedores; 7) el impacto de la pandemia y como prepararse para la próxima; 8) el futuro del trabajo y 9) la tecnología y el metaverso.
En términos de la recuperación de la economía global, llama la atención la advertencia de la Directora del Fondo Monetario Internacional – FMI, Kristalina Georgieva, “Luchar por la paz en Ucrania es primordial. La guerra ha tenido impacto en la recuperación económica mundial de la pandemia del COVID-19”. El FMI prevé que el crecimiento de la economía global se ralentizará, pasando del 6,1% estimado en 2021 al 3,6% en 2022 y 2023.
Ante el escenario de recesión económica mundial, el FMI, prevé tres estrategias: 1) proporcionar una evaluación objetiva e imparcial de su situación económica; 2) proporcionar un apoyo financiero muy valioso. Según Kristalina Georgieva, el FMI tiene una capacidad de 700 mil millones de dólares para prestar en caso de que sea necesario y 2), reunir a todos los miembros para que los países puedan ver no solamente su propia imagen, sino cómo encaja en la evolución del mundo y proporcionar una plataforma muy valiosa para la cooperación y la coordinación, aún más importante en un mundo que se enfrenta a un riesgo creciente de fragmentación.
Para America Latina, la cooperación internacional y la globalización enfrenta los efectos del COVID-19 y las graves consecuencias de la agresión bélica de Rusia contra Ucrania. La región no se escapa de la convulsión que caracteriza este contexto global, las proyecciones más recientes de crecimiento para la región en el 2022, se han ajustado a la baja por parte de entidades financieras, estimando entre un 1.8% y 2.4%, en promedio.
América Latina es la segunda región del mundo con mayor desigualdad, esto no es una arenga revolucionaria, sino un indicador preocupante en una región que convive con el debate político marcado por la consideración ideológica, inservible e infértil desde todo punto de vista.
Entender el enfoque de cooperación internacional, la globalización y los escenarios planteados en Davos, implica razonar sobre las condiciones emergentes como el aumento de precios de hidrocarburos, materias primas, particularmente de productos agrícolas y de los fertilizantes, consecuencia del impacto en la producción y el comercio con los países involucrados en el conflicto bélico, y las proyecciones de menor crecimiento de los países de la región. Así mismo, la vulnerabilidad de las cadenas globales de suministros y los altos precios del transporte que generan una mayor complejidad e incertidumbre.
Las respuestas que exige este complejo contexto no se podrán sustentar en retórica populista, sino que se requiere de un diálogo político que atempere la polarización y las divisiones ideológicas y permita consensos amplios. La calidad de los liderazgos latinoamericanos y la resiliencia de nuestra región se vuelve a poner a prueba en este contexto crítico y brinda una nueva oportunidad para renovar la confianza, promover una mejor cooperación local y una mayor integración regional. La acción colectiva (Capitalismo de las Partes Interesadas (Stakeholders Capitalism) es clave para responder a los desafíos emergentes con mayor efectividad e impulsar la recuperación sin dejar de lado la visión de largo plazo que permita avanzar hacia un desarrollo sostenible e incluyente en la región latinoamericana.
América Latina es la segunda región del mundo con mayor desigualdad
El Foro de Davos, organizado por el Foro Económico Mundial (WEF – World Economic Forum), bajo el lema “Trabajar juntos para recuperar la confianza” volvió a reunirse presencialmente entre los días 22 y 26 de mayo. En esta edición la agenda temática contempló discusiones relacionadas con 1) La Guerra de Ucrania; 2) Recuperación de la Economía Global y los impactos de la inflación; 3) El Futuro de la Globalización; 4) Dos crisis: alimentaria y energética; 5) Cambio Climático y medio ambiente; 6) el papel de las empresas y los emprendedores; 7) el impacto de la pandemia y como prepararse para la próxima; 8) el futuro del trabajo y 9) la tecnología y el metaverso.
En términos de la recuperación de la economía global, llama la atención la advertencia de la Directora del Fondo Monetario Internacional – FMI, Kristalina Georgieva, “Luchar por la paz en Ucrania es primordial. La guerra ha tenido impacto en la recuperación económica mundial de la pandemia del COVID-19”. El FMI prevé que el crecimiento de la economía global se ralentizará, pasando del 6,1% estimado en 2021 al 3,6% en 2022 y 2023.
Ante el escenario de recesión económica mundial, el FMI, prevé tres estrategias: 1) proporcionar una evaluación objetiva e imparcial de su situación económica; 2) proporcionar un apoyo financiero muy valioso. Según Kristalina Georgieva, el FMI tiene una capacidad de 700 mil millones de dólares para prestar en caso de que sea necesario y 2), reunir a todos los miembros para que los países puedan ver no solamente su propia imagen, sino cómo encaja en la evolución del mundo y proporcionar una plataforma muy valiosa para la cooperación y la coordinación, aún más importante en un mundo que se enfrenta a un riesgo creciente de fragmentación.
Para America Latina, la cooperación internacional y la globalización enfrenta los efectos del COVID-19 y las graves consecuencias de la agresión bélica de Rusia contra Ucrania. La región no se escapa de la convulsión que caracteriza este contexto global, las proyecciones más recientes de crecimiento para la región en el 2022, se han ajustado a la baja por parte de entidades financieras, estimando entre un 1.8% y 2.4%, en promedio.
América Latina es la segunda región del mundo con mayor desigualdad, esto no es una arenga revolucionaria, sino un indicador preocupante en una región que convive con el debate político marcado por la consideración ideológica, inservible e infértil desde todo punto de vista.
Entender el enfoque de cooperación internacional, la globalización y los escenarios planteados en Davos, implica razonar sobre las condiciones emergentes como el aumento de precios de hidrocarburos, materias primas, particularmente de productos agrícolas y de los fertilizantes, consecuencia del impacto en la producción y el comercio con los países involucrados en el conflicto bélico, y las proyecciones de menor crecimiento de los países de la región. Así mismo, la vulnerabilidad de las cadenas globales de suministros y los altos precios del transporte que generan una mayor complejidad e incertidumbre.
Las respuestas que exige este complejo contexto no se podrán sustentar en retórica populista, sino que se requiere de un diálogo político que atempere la polarización y las divisiones ideológicas y permita consensos amplios. La calidad de los liderazgos latinoamericanos y la resiliencia de nuestra región se vuelve a poner a prueba en este contexto crítico y brinda una nueva oportunidad para renovar la confianza, promover una mejor cooperación local y una mayor integración regional. La acción colectiva (Capitalismo de las Partes Interesadas (Stakeholders Capitalism) es clave para responder a los desafíos emergentes con mayor efectividad e impulsar la recuperación sin dejar de lado la visión de largo plazo que permita avanzar hacia un desarrollo sostenible e incluyente en la región latinoamericana.