“La cultura de un país juega un papel determinante en el desarrollo de los seres humanos, sin importar la condición social o económica que estos tengan; siempre el factor cultural está inmerso en su desarrollo conductual, social y económico, que de una u otra manera influye para que las personas alcancen un nivel de vida […]
“La cultura de un país juega un papel determinante en el desarrollo de los seres humanos, sin importar la condición social o económica que estos tengan; siempre el factor cultural está inmerso en su desarrollo conductual, social y económico, que de una u otra manera influye para que las personas alcancen un nivel de vida acorde a sus condiciones donde se desarrollan”.
Esta es la introducción de un artículo publicado en la revista ‘Entorno’ de la Universidad Tecnológica de El Salvador, El Salvador; escrita la nota por el secretario de Cultura de ese país, Ramón Rivas.
Esto fue publicado de manera oficial con ISSN: 2071-8748; ISSN-e: 2218-3345, para quien desee leerlo en su totalidad pueda ubicarlo fácilmente, desde luego está allí en internet al alcance de todos, muy responsable su autor.
Nos dice Ramón Rivas: “El tema cultura es amplio, con una serie de aristas que nos obliga a reflexionar de cómo la cultura influencia a la persona para que adopte determinadas actitudes y costumbres en su vida diaria.
“Pero lo más importante en este planteamiento es analizar cómo la cultura determina el comportamiento del ser humano en la sociedad, su forma de desarrollarse y crecer.
“En el ámbito económico, la cultura puede, de alguna manera, incidir para ser creativos, innovadores, emprendedores y hasta influir en la forma de consumo que adoptemos.
“¿Cuál es entonces el papel de la cultura en el desarrollo de una sociedad? Esa es la pregunta que nos interesa. Y podemos asegurar que el comportamiento del ser humano ante la sociedad misma está determinado por las diferencias o las similitudes de tipo sociocultural que existen entre diversos grupos. No podemos tratar a todos los pueblos por igual. Sus creencias, tradiciones, formas de actuar o interpretar los problemas sociales dependen en gran medida de sus raíces culturales, de lo que la gente ha vivido; de lo que la gente vive en esa mutua interrelación con los demás”.
Nos permite este análisis, hacer catarsis sobre nuestros males y nuestras malas costumbres, desde nuestros dirigentes; supuestos líderes de dirección y manejo político que, inmediatamente tienen el poder, se atrincheran para hacer ochas y panochas con el erario y en lo que menos piensan es en fomentar la cultura.
Es válido soñar, es muy importante creer, que podemos cambiar, yo soy bastante escéptico y hago uso de esa mala cultura, adoptada como normal, en la que nadie confía en nadie, en la que el vivo vive del bobo y en la que la malicia indígena sobrepasa toda razón para que, aquellos de espíritu de viveza, se aprovechen de la convivencia con otros para vivir sabroso, no como la vice, pero sí vivir supuestamente bien sin importar a quien se atropella.
Nos hizo falta leña pal sancocho, el espacio es corto, pero nos queda la posibilidad de analizar y mirar qué aporte hacemos para cambiar, ‘desde yo, hacia afuera’. Memo, te salvaste por el espacio. Sólo Eso.
Eduardo Santos Ortega Vergara
“La cultura de un país juega un papel determinante en el desarrollo de los seres humanos, sin importar la condición social o económica que estos tengan; siempre el factor cultural está inmerso en su desarrollo conductual, social y económico, que de una u otra manera influye para que las personas alcancen un nivel de vida […]
“La cultura de un país juega un papel determinante en el desarrollo de los seres humanos, sin importar la condición social o económica que estos tengan; siempre el factor cultural está inmerso en su desarrollo conductual, social y económico, que de una u otra manera influye para que las personas alcancen un nivel de vida acorde a sus condiciones donde se desarrollan”.
Esta es la introducción de un artículo publicado en la revista ‘Entorno’ de la Universidad Tecnológica de El Salvador, El Salvador; escrita la nota por el secretario de Cultura de ese país, Ramón Rivas.
Esto fue publicado de manera oficial con ISSN: 2071-8748; ISSN-e: 2218-3345, para quien desee leerlo en su totalidad pueda ubicarlo fácilmente, desde luego está allí en internet al alcance de todos, muy responsable su autor.
Nos dice Ramón Rivas: “El tema cultura es amplio, con una serie de aristas que nos obliga a reflexionar de cómo la cultura influencia a la persona para que adopte determinadas actitudes y costumbres en su vida diaria.
“Pero lo más importante en este planteamiento es analizar cómo la cultura determina el comportamiento del ser humano en la sociedad, su forma de desarrollarse y crecer.
“En el ámbito económico, la cultura puede, de alguna manera, incidir para ser creativos, innovadores, emprendedores y hasta influir en la forma de consumo que adoptemos.
“¿Cuál es entonces el papel de la cultura en el desarrollo de una sociedad? Esa es la pregunta que nos interesa. Y podemos asegurar que el comportamiento del ser humano ante la sociedad misma está determinado por las diferencias o las similitudes de tipo sociocultural que existen entre diversos grupos. No podemos tratar a todos los pueblos por igual. Sus creencias, tradiciones, formas de actuar o interpretar los problemas sociales dependen en gran medida de sus raíces culturales, de lo que la gente ha vivido; de lo que la gente vive en esa mutua interrelación con los demás”.
Nos permite este análisis, hacer catarsis sobre nuestros males y nuestras malas costumbres, desde nuestros dirigentes; supuestos líderes de dirección y manejo político que, inmediatamente tienen el poder, se atrincheran para hacer ochas y panochas con el erario y en lo que menos piensan es en fomentar la cultura.
Es válido soñar, es muy importante creer, que podemos cambiar, yo soy bastante escéptico y hago uso de esa mala cultura, adoptada como normal, en la que nadie confía en nadie, en la que el vivo vive del bobo y en la que la malicia indígena sobrepasa toda razón para que, aquellos de espíritu de viveza, se aprovechen de la convivencia con otros para vivir sabroso, no como la vice, pero sí vivir supuestamente bien sin importar a quien se atropella.
Nos hizo falta leña pal sancocho, el espacio es corto, pero nos queda la posibilidad de analizar y mirar qué aporte hacemos para cambiar, ‘desde yo, hacia afuera’. Memo, te salvaste por el espacio. Sólo Eso.
Eduardo Santos Ortega Vergara