Para salvaguardar los ecosistemas hídricos, en el Cesar fueron sembrados más de dos millones de alevinos entre las ciénagas La Pachita y Mata de Palma, en los corregimientos de Potrerillo y La Loma, jurisdicción de El Paso.

Las acciones obedecían al proyecto de repoblamiento pesquero de especies nativas, basadas en medidas de compensación biótica por parte de las empresas mineras Grupo Prodeco y Drummound LTD, otorgadas por la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales (ANLA), las cuales son concertadas y supervisadas por la Corporación Autónoma Regional de Cesar, Corpocesar.

Las especies que hicieron parte del repoblamiento pesquero fueron bocachico y dorada. Esta cuarta y última fase de siembra estuvo a acompañada por representantes de Corpocesar, Drummond, Prodeco, la Gobernación del Cesar, la Autoridad Nacional de Acuicultura y Pesca, AUNAP; la ANLA; Fundación Fauna Caribe Colombiana, pescadores y miembros de las Juntas de Acción Comunal de El Paso.

La ciénaga Mata de Palma y La Pachita se encuentran ubicadas en el corregimiento de La Loma. Estos cuerpos de agua tienen 40 y 0.4 kilómetros cuadrados de extensión, respectivamente, y son considerados ecosistemas estratégicos por su gran cantidad de especies como aves, réptiles y mamíferos.

“La corporación tiene como lineamiento que las empresas mineras subsanen el impacto ambiental y así apostarle a la seguridad alimentaria de la región. Le estamos devolviendo la esperanza a muchas familias de pescadores que viven de esta actividad apostándole así a la recuperación hídrica de estos humedales que son estratégicos para el desarrollo sostenible del Cesar y la región Caribe”, declaró el director de Corpocesar, Kaleb Villalobos Brochel.
Para esta ocasión se sembraron un total de 520.000 alevinos entre bocachico y dorada.

“La corporación ha sido sumamente importante ya que ha participado activamente no solo como autoridad de seguimiento y control, sino que se involucró completamente con el plan de capacitación de los pescadores”, indicó Armando Calvano, director de Compensación Ambiental de Drummond.

Mientras que Carlos De Ávila, quien es pescador desde los 14 años, manifestó: “hoy nuestras familias están viendo los resultados de la siembra, la pesca ha aumentado y podemos vender más, juntos hacemos el control y seguimiento para que se respete las tallas de los peces”.

En el proceso de repoblamiento pesquero se realizaron estudios de carácter científico para identificar la calidad de agua y los sitios de liberación de los peces. 

Por Carlos Mario Jiménez
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