Dormir debe ser una de las actividades más importantes dentro de la rutina diaria y la recomendación es que se haga entre siete y ocho horas cada noche.
Bien es conocido que el sueño es una parte integral de la vida cotidiana de cualquier ser humano porque permite restablecer las funciones físicas y psicológicas esenciales para un pleno rendimiento. Para esto, los expertos recomiendan que la persona duerma entre siete y ocho horas cada noche, pero enfatizan en que no solo es importante tener en cuenta la cantidad de tiempo que se duerme, si no también la calidad de ese sueño, que debe ser profundo ya que tiene incidencia en muchos procesos físicos como la regeneración de células, la secreción de la hormona humana del crecimiento y sentirse fresco por las mañanas.
Con el monitoreo periódico de las fases del sueño, tanto los profesionales como los individuos, tienen conocimiento de las fases del sueño para entender mejor el descanso, a la vez que permite revelar un potencial significativo de comprensión de la salud, según publicó Fitbit, una empresa que se encarga de producir dispositivos para monitoreo de ejercicio y salud. Dicha organización, junto con sus especialistas, llevó a cabo durante meses un estudio que le permitió tener revelaciones sobre las estadísticas y observaciones posibles del sueño.
Entre generaciones hallaron que las personas con edades entre los 13 y los 22 años duermen más, con un promedio de 6 horas y 57 minutos de sueño cada noche, mientras que quienes tienen entre 52 y 71 años duermen al menos 6 horas y 33 minutos por noche.
En cuanto a un balance de géneros, el resultado fue que las mujeres duermen un promedio de 25 minutos más por noche que un hombre y tienen un porcentaje más alto de sueño MOR – fase única del sueño de los mamíferos caracterizado por movimientos oculares aleatorios y rápidos-, una diferencia que se incrementa aún más cuando llegan a los 50 años.
De la misma manera se descubrió que cuando se duerme cinco horas o menos, se obtiene un porcentaje menor de sueño profundo, que ocurre casi al principio de la noche.
A la vez que observaron que las personas están despiertan inconscientemente en las noches durante unos 55 minutos o de 10 a 15% de la noche, pero estos cortos periodos de tiempo despierto representan un componente normal del ciclo de sueño saludable.
Con estos hallazgos se fortalece la recomendación general de que la mayoría de los adultos tienen que dormir de siete a nueve horas por noche a la vez que se reitera que una buena noche de descanso está estrechamente relacionada con el bienestar general.
Para esto los profesionales advierten que la persona conserve hábitos adecuados como acostarse lo más temprano posible, mantener una hora habitual para dormir, elegir un lugar con condiciones óptimas con relación a la oscuridad, silencia y temperatura, alejar los dispositivos electrónico, reservar la cama solo para dormir y evitar ver televisión antes de acostarse.
A la vez que recuerdan que descuidar el sueño puede tener incidencia en trastornos relacionados con el estrés, enfermedades cardíacas, úlceras y estreñimiento.
Daniela Rincones Julio / EL PILÓN
[email protected]
Dormir debe ser una de las actividades más importantes dentro de la rutina diaria y la recomendación es que se haga entre siete y ocho horas cada noche.
Bien es conocido que el sueño es una parte integral de la vida cotidiana de cualquier ser humano porque permite restablecer las funciones físicas y psicológicas esenciales para un pleno rendimiento. Para esto, los expertos recomiendan que la persona duerma entre siete y ocho horas cada noche, pero enfatizan en que no solo es importante tener en cuenta la cantidad de tiempo que se duerme, si no también la calidad de ese sueño, que debe ser profundo ya que tiene incidencia en muchos procesos físicos como la regeneración de células, la secreción de la hormona humana del crecimiento y sentirse fresco por las mañanas.
Con el monitoreo periódico de las fases del sueño, tanto los profesionales como los individuos, tienen conocimiento de las fases del sueño para entender mejor el descanso, a la vez que permite revelar un potencial significativo de comprensión de la salud, según publicó Fitbit, una empresa que se encarga de producir dispositivos para monitoreo de ejercicio y salud. Dicha organización, junto con sus especialistas, llevó a cabo durante meses un estudio que le permitió tener revelaciones sobre las estadísticas y observaciones posibles del sueño.
Entre generaciones hallaron que las personas con edades entre los 13 y los 22 años duermen más, con un promedio de 6 horas y 57 minutos de sueño cada noche, mientras que quienes tienen entre 52 y 71 años duermen al menos 6 horas y 33 minutos por noche.
En cuanto a un balance de géneros, el resultado fue que las mujeres duermen un promedio de 25 minutos más por noche que un hombre y tienen un porcentaje más alto de sueño MOR – fase única del sueño de los mamíferos caracterizado por movimientos oculares aleatorios y rápidos-, una diferencia que se incrementa aún más cuando llegan a los 50 años.
De la misma manera se descubrió que cuando se duerme cinco horas o menos, se obtiene un porcentaje menor de sueño profundo, que ocurre casi al principio de la noche.
A la vez que observaron que las personas están despiertan inconscientemente en las noches durante unos 55 minutos o de 10 a 15% de la noche, pero estos cortos periodos de tiempo despierto representan un componente normal del ciclo de sueño saludable.
Con estos hallazgos se fortalece la recomendación general de que la mayoría de los adultos tienen que dormir de siete a nueve horas por noche a la vez que se reitera que una buena noche de descanso está estrechamente relacionada con el bienestar general.
Para esto los profesionales advierten que la persona conserve hábitos adecuados como acostarse lo más temprano posible, mantener una hora habitual para dormir, elegir un lugar con condiciones óptimas con relación a la oscuridad, silencia y temperatura, alejar los dispositivos electrónico, reservar la cama solo para dormir y evitar ver televisión antes de acostarse.
A la vez que recuerdan que descuidar el sueño puede tener incidencia en trastornos relacionados con el estrés, enfermedades cardíacas, úlceras y estreñimiento.
Daniela Rincones Julio / EL PILÓN
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