“Los Bomberos de Colombia nacieron hace 203 años. Fue durante la gran batalla de la Independencia de Cartagena cuando por primera vez se tiene registro de una brigada organizada, conformada por los nobles cartageneros, esclavos y criollos, los cuales repelieron las llamas para detener el avance de tropas enemigas en la heroica. Gracias a la lucha de estos valientes Bomberos, se logró sofocar las llamas que amenazaban las murallas de la emblemática ciudad con baldes cargados con agua y un rudimentario sistema de diques y canales alimentados por gravedad ubicados en el castillo de San Felipe, logrando culminar con éxito tan noble misión. Es este el hecho más emblemático que da el origen histórico a los Bomberos de Colombia”.

Así dice textualmente en la página web de la Confederación Nacional de Cuerpos de Bomberos de Colombia, sobre la historia de este organismo tan importante para el país. De los 1.123 municipios en Colombia, 667 tienen cuerpo de bomberos, que son regulados por la Ley 1575 del 21 de agosto de 2012, por medio de la cual se establece la Ley General de Bomberos de Colombia y se crea una estructura bomberil a nivel nacional, departamental y distrital, con funciones específicas.

Toda esta explicación para llamar la atención de la ‘candela’ que por estos días quema el Cuerpo de Bomberos de Valledupar, en la que denuncian van y vienen de parte de parte de los mismos bomberos, una parte, no todos, que aseguran que su capitán ha hecho un manejo irregular de las finanzas de la organización y quiere imponer un régimen totalitario.

Hasta manos de la Contraloría Municipal han llegado las denuncias contra el capitán Oscar Luquez. Lo señalan (presuntamente) de no pagar la seguridad social de los bomberos, de comprar vehículos sin autorización, de comprar un terreno que no necesitaban, entre otros casos.

El capitán Luquez dice por su parte que lo único que ha hecho es organizar la casa, que bastante desordenada encontró, y que todo lo que ha hecho ha sido con el visto bueno del Consejo Directivo.

Ayer el Voluntariado del Cuerpo de Bomberos envió un comunicado donde defienden la gestión del capitán Luquez y aseguran que nada de lo que lo acusan es verdad.

Se están pisando la manguera entre bomberos. ¿Quién tiene la razón? Lo único cierto en toda esta situación es que los perjudicados finalmente son los ciudadanos, especialmente en esta época de sequía, con incendios forestales como el que se registraba ayer en la tarde el balneario Hurtado o los de días anteriores en los cerros cercanos a Valledupar.

Se dice, no nos consta, que actualmente en el Cuerpo de Bomberos se usan los recursos para otros fines, que el capitán Luquez tiene la mayoría en el Consejo, que el Municipio le gira para pagar 12 meses de salarios a los bomberos y solo paga 11. Pero también se dice que contra el capitán Luquez lo que hay es un trasfondo político –complot- para sacarlo del puesto, porque desde ahí maneja 60 puestos de trabajo, entre área administrativa y bomberos, y que existen intereses de algunos funcionarios de la Gobernación del Cesar para manejar al Cuerpo de Bomberos. Mientras tanto el alcalde de Valledupar, Augusto Ramírez, no ha se ha pronunciado sobre esta situación, porque es la administración municipal la que recauda la tasa bomberil y se la gira a los bomberos.

Por favor, la ciudad necesita, por lo menos, al Cuerpo de Bomberos libre de política, es un organismo de socorro al servicio de la ciudadanía.