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Columnista - 21 marzo, 2016

Cuba y EEUU ¿el fin de una era?

La visita de Barack Obama, a Cuba es el suceso que marca la agenda de la política Latinoamérica, precisamente, en un momento de crisis por los tropiezos de los movimientos de izquierda: la derrota de los Kirchner, en Argentina; la situación extrema de Maduro en Venezuela que está llegando a límites humanitarios, sobre todo en […]

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La visita de Barack Obama, a Cuba es el suceso que marca la agenda de la política Latinoamérica, precisamente, en un momento de crisis por los tropiezos de los movimientos de izquierda: la derrota de los Kirchner, en Argentina; la situación extrema de Maduro en Venezuela que está llegando a límites humanitarios, sobre todo en temas de escasez; la derrota de Evo en su referéndum para reelegirse; el difícil momento de Dilma Rouseff, en Brasil, con la gente en las calles exigiendo su cargo y la salida negociada que buscan las Farc en Colombia.

Cuba analizó este proceso y fue cambiando su rumbo, aprovechando la visión diferente de Obama, quien pretende dejar una huella con un nuevo trato en lo referente a las relaciones entre ambos países, ahora que su administración termina resolviendo roces con Irán y Cuba, lo impensable hace pocos años, carteles con los dos presidentes, las dos banderas entrelazadas, buen ambiente para normalizar, por fin, una relación que por muchos años fue tormentosa y estuvo a punto de causar una guerra con la antigua Unión Soviética por la crisis de los misiles en 1962. Cuba ha sido un país estrechamente ligado a los intereses norteamericanos desde su independencia de España en 1898.

Antes de que Fidel llegara triunfante a La Habana en 1959, esta tierra era el refugio en el Caribe de los gringos y la ruptura de relaciones en 1961 marcó una línea, perjudicial para ambos países; La Habana viró su enfoque hacia la antigua Unión Soviética y EEUU endureció su posición para cerrarle todos los espacios con sus aliados a nivel internacional, incluso atentados contra su máximo líder, Fidel Castro. Lo que ocurrirá el martes es el fin de dos modelos que fracasaron, EEUU y su inflexible posición de bloqueo y el modelo cubano que no permite libertades y limita las expresiones democráticas, persigue políticos y controla todo bajo un régimen totalitario que no brinda esperanzas y debe ser repensado desde otra óptica política, más, cuando aliados importantes como Venezuela, no seguirán subsidiando programas debido a la situación que afronta.

El reto es mayor para Raúl, abrir espacios en Cuba que permitan un nuevo amanecer para que los dos países asuman el desafío de construir relaciones basadas en el respeto a los derechos humanos. Debido a su cercanía, pueden llevarse a cabo diversos proyectos, pensados con altura política y que beneficien a un pueblo agobiado por el desempleo y la falta de oportunidades. Obama se va, pero deja el camino abonado para que Cuba, finalmente, pase la página, el gigante del norte, vive un fenómeno que puede echar todo al traste, si llegara a asumir como presidente Donald Trump, cada día más consolidado en las encuestas, puede ser la bestia negra de la actual administración demócrata.

Estocada: Lo de Lula es increíble, borró de un tajo lo que hizo con las manos, ayudar a los pobres en Brasil, con el escándalo de corrupción que lo tiene ad portas de llegar a la cárcel; la ambición de los políticos, muchos creen que hacer algunas obras, les da derecho a robar.

Columnista
21 marzo, 2016

Cuba y EEUU ¿el fin de una era?

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Jacobo Solano Cerchiaro

La visita de Barack Obama, a Cuba es el suceso que marca la agenda de la política Latinoamérica, precisamente, en un momento de crisis por los tropiezos de los movimientos de izquierda: la derrota de los Kirchner, en Argentina; la situación extrema de Maduro en Venezuela que está llegando a límites humanitarios, sobre todo en […]


La visita de Barack Obama, a Cuba es el suceso que marca la agenda de la política Latinoamérica, precisamente, en un momento de crisis por los tropiezos de los movimientos de izquierda: la derrota de los Kirchner, en Argentina; la situación extrema de Maduro en Venezuela que está llegando a límites humanitarios, sobre todo en temas de escasez; la derrota de Evo en su referéndum para reelegirse; el difícil momento de Dilma Rouseff, en Brasil, con la gente en las calles exigiendo su cargo y la salida negociada que buscan las Farc en Colombia.

Cuba analizó este proceso y fue cambiando su rumbo, aprovechando la visión diferente de Obama, quien pretende dejar una huella con un nuevo trato en lo referente a las relaciones entre ambos países, ahora que su administración termina resolviendo roces con Irán y Cuba, lo impensable hace pocos años, carteles con los dos presidentes, las dos banderas entrelazadas, buen ambiente para normalizar, por fin, una relación que por muchos años fue tormentosa y estuvo a punto de causar una guerra con la antigua Unión Soviética por la crisis de los misiles en 1962. Cuba ha sido un país estrechamente ligado a los intereses norteamericanos desde su independencia de España en 1898.

Antes de que Fidel llegara triunfante a La Habana en 1959, esta tierra era el refugio en el Caribe de los gringos y la ruptura de relaciones en 1961 marcó una línea, perjudicial para ambos países; La Habana viró su enfoque hacia la antigua Unión Soviética y EEUU endureció su posición para cerrarle todos los espacios con sus aliados a nivel internacional, incluso atentados contra su máximo líder, Fidel Castro. Lo que ocurrirá el martes es el fin de dos modelos que fracasaron, EEUU y su inflexible posición de bloqueo y el modelo cubano que no permite libertades y limita las expresiones democráticas, persigue políticos y controla todo bajo un régimen totalitario que no brinda esperanzas y debe ser repensado desde otra óptica política, más, cuando aliados importantes como Venezuela, no seguirán subsidiando programas debido a la situación que afronta.

El reto es mayor para Raúl, abrir espacios en Cuba que permitan un nuevo amanecer para que los dos países asuman el desafío de construir relaciones basadas en el respeto a los derechos humanos. Debido a su cercanía, pueden llevarse a cabo diversos proyectos, pensados con altura política y que beneficien a un pueblo agobiado por el desempleo y la falta de oportunidades. Obama se va, pero deja el camino abonado para que Cuba, finalmente, pase la página, el gigante del norte, vive un fenómeno que puede echar todo al traste, si llegara a asumir como presidente Donald Trump, cada día más consolidado en las encuestas, puede ser la bestia negra de la actual administración demócrata.

Estocada: Lo de Lula es increíble, borró de un tajo lo que hizo con las manos, ayudar a los pobres en Brasil, con el escándalo de corrupción que lo tiene ad portas de llegar a la cárcel; la ambición de los políticos, muchos creen que hacer algunas obras, les da derecho a robar.