Con una eucaristía, ofrenda floral e interpretación de sus canciones, ayer se conmemoró el cuarto aniversario de la muerte de Rafael Escalona.
Por ANNELISE BARRIGA RAMIREZ
[email protected]
Los seres queridos siempre estarán presentes en la mente y el corazón de las personas, aunque el tiempo, el espacio o las circunstancias no les permitan estar juntos; ese fue el sentir de los hijos, familiares y amigos del compositor Rafael Escalona Martínez, quienes ayer recordaron los cuatro años de su muerte, con la misma nostalgia del día que lo sepultaron.
Una eucaristía en la Iglesia La Concepción sirvió para rogarle al Todopoderoso que mantenga en su reino al hijo de Patillal, que se mantiene inmortal en los hogares colombianos a través de sus obras musicales. Posteriormente, fueron llevadas flores rojas y blancas, a la tumba del juglar vallenato, como símbolo del cariño que conservan de ese hombre que marcó historia en el folclor de la región.
Las notas del acordeón del rey vallenato 2013, Wilber Mendoza Zuleta, se sintieron en el Cementerio Central, al rememorar canciones insignes de Escalona Martínez como ‘La casa en el aire’, ‘La creciente del Cesar’, ‘El arcoiris’, ‘Honda herida’ y otras más.
Un grupo pequeño de personas llegó al camposanto, tal vez por el hecho de ser festivo. La gran mayoría vestidos de blancos, quienes trajeron a colación historias vividas con este maestro del vallenato. A los hijos de Escalona les fue imposible disimular algunas lágrimas que corrían por sus mejillas y evitar la voz entrecortada cada vez que mencionaban hechos de su padre.
El presidente de la Fundación Festival de la Leyenda Vallenata, Rodolfo Molina Araújo, manifestó que “seguimos recordando al maestro Rafael Escalona, quien jugó un papel importante para que hoy la auténtica música vallenata tenga la mayor resonancia y siga siendo ejecutada por niños, jóvenes y adultos. El maestro Escalona es de esos juglares que nunca se podrán olvidar, porque su paso por la vida fue fructífero”.
Recordando el ayer
El parque de Las Madres sirvió de escenario para que Efraín ‘El Mono’ Quintero expusiera pormenores de la vida y obra de Rafael Escalona, explicando que este compositor convirtió la música vallenata en carta de identidad de la región y del país, recibiendo infinidad de homenajes y reconocimientos; “uno de los más importantes le fue otorgado en 2005 por su trayectoria musical en el Rockefeller Center de Nueva York por parte de la Junta Directiva de los Grammy Latinos”, precisó.
Quintero recordó que este personaje insigne del vallenato fue inmortalizado por Gabriel García Márquez en El Coronel no Tiene Quién le Escriba, así como en Cien Años de Soledad.
“Mi primer acto como rey vallenato fue para homenajear a una gloria muy pegada a mi sentimiento como el maestro Rafael Escalona, quien con mi padre tuvo una amistad profunda. El maestro Escalona merece todos los honores por todo lo que hizo por la música vallenata y por el propio Festival”, Wilber Mendoza, rey Profesional del Festival de la Leyenda Vallenata 2013.
Con una eucaristía, ofrenda floral e interpretación de sus canciones, ayer se conmemoró el cuarto aniversario de la muerte de Rafael Escalona.
Por ANNELISE BARRIGA RAMIREZ
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Los seres queridos siempre estarán presentes en la mente y el corazón de las personas, aunque el tiempo, el espacio o las circunstancias no les permitan estar juntos; ese fue el sentir de los hijos, familiares y amigos del compositor Rafael Escalona Martínez, quienes ayer recordaron los cuatro años de su muerte, con la misma nostalgia del día que lo sepultaron.
Una eucaristía en la Iglesia La Concepción sirvió para rogarle al Todopoderoso que mantenga en su reino al hijo de Patillal, que se mantiene inmortal en los hogares colombianos a través de sus obras musicales. Posteriormente, fueron llevadas flores rojas y blancas, a la tumba del juglar vallenato, como símbolo del cariño que conservan de ese hombre que marcó historia en el folclor de la región.
Las notas del acordeón del rey vallenato 2013, Wilber Mendoza Zuleta, se sintieron en el Cementerio Central, al rememorar canciones insignes de Escalona Martínez como ‘La casa en el aire’, ‘La creciente del Cesar’, ‘El arcoiris’, ‘Honda herida’ y otras más.
Un grupo pequeño de personas llegó al camposanto, tal vez por el hecho de ser festivo. La gran mayoría vestidos de blancos, quienes trajeron a colación historias vividas con este maestro del vallenato. A los hijos de Escalona les fue imposible disimular algunas lágrimas que corrían por sus mejillas y evitar la voz entrecortada cada vez que mencionaban hechos de su padre.
El presidente de la Fundación Festival de la Leyenda Vallenata, Rodolfo Molina Araújo, manifestó que “seguimos recordando al maestro Rafael Escalona, quien jugó un papel importante para que hoy la auténtica música vallenata tenga la mayor resonancia y siga siendo ejecutada por niños, jóvenes y adultos. El maestro Escalona es de esos juglares que nunca se podrán olvidar, porque su paso por la vida fue fructífero”.
Recordando el ayer
El parque de Las Madres sirvió de escenario para que Efraín ‘El Mono’ Quintero expusiera pormenores de la vida y obra de Rafael Escalona, explicando que este compositor convirtió la música vallenata en carta de identidad de la región y del país, recibiendo infinidad de homenajes y reconocimientos; “uno de los más importantes le fue otorgado en 2005 por su trayectoria musical en el Rockefeller Center de Nueva York por parte de la Junta Directiva de los Grammy Latinos”, precisó.
Quintero recordó que este personaje insigne del vallenato fue inmortalizado por Gabriel García Márquez en El Coronel no Tiene Quién le Escriba, así como en Cien Años de Soledad.
“Mi primer acto como rey vallenato fue para homenajear a una gloria muy pegada a mi sentimiento como el maestro Rafael Escalona, quien con mi padre tuvo una amistad profunda. El maestro Escalona merece todos los honores por todo lo que hizo por la música vallenata y por el propio Festival”, Wilber Mendoza, rey Profesional del Festival de la Leyenda Vallenata 2013.