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Columnista - 26 julio, 2019

Cuando la música se ha combinado con política

Sin entrar en la discusión sobre si la política es una profesión, un oficio, una ocupación, un pasatiempo, un deporte o una ciencia, lo que sí podemos afirmar es que en Colombia es una de las actividades más satanizadas y desprestigiadas del país; a su vez, el arte, y especialmente la música, es otra actividad […]

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Sin entrar en la discusión sobre si la política es una profesión, un oficio, una ocupación, un pasatiempo, un deporte o una ciencia, lo que sí podemos afirmar es que en Colombia es una de las actividades más satanizadas y desprestigiadas del país; a su vez, el arte, y especialmente la música, es otra actividad a la que por el contrario históricamente se le ha elogiado con frases como: “La música es el alimento del alma”, “La única verdad es la música”, “La música es la poesía del aire”, “La música es el verdadero lenguaje universal”, “La música es para el alma, lo que la gimnasia para el cuerpo”, entre tantas otras.

Ahora que estamos en un año electoral, vale la pena recordar a algunos músicos que han querido o han incursionado en política, unos con algún éxito y otros no tanto. Mencionaremos nombres de artistas en los distintos géneros y vertientes de la diversidad musical colombiana, iniciando por el bajista David Jaramillo de la banda Doctor Krápula, y el maestro Francisco Zumaqué, quienes aspiraron sin éxito en las pasadas elecciones al senado; mientras que Julio Ernesto Estrada, más conocido en el ambiente de la salsa como ‘Fruko’, hizo parte de una lista al senado en las elecciones de 2014.

La Negra Grande de Colombia, Leonor González Mina, obtuvo una curul en la Cámara de Representantes en el año 1998; Junior Jein, conocido en la música del pacifico como ‘El Caballo’, aspiró sin éxito en 2014 a una curul en la Cámara, mientras que el compositor araucano Marco Sergio Rodríguez sí fue Representante por el Vichada durante el periodo legislativo pasado.

En lo que tiene que ver con nuestra música vallenata, Lisandro Meza fue aspirante a la Cámara de Representantes por el departamento de Sucre; y los cantantes Beto Zabaleta, Miguel Morales y Juan Manuel Pérez han aspirado a las alcaldías de El Molino (La Guajira), Valledupar y Chiriguaná (Cesar), respectivamente.

Entre los músicos vallenatos conocidos que sí han ostentando cargos de elección popular, tenemos a los compositores Marciano Martínez, concejal de San Juan del Cesar (La Guajira); Deimer Marín, diputado de La Guajira; Adolfo Pacheco Anillo, concejal de San Jacinto y diputado de Bolívar; el compositor Alaín Cárcamo logró llegar a la Alcaldía de Curumaní (Cesar); el cantante Augusto Daniel Ramírez Uhía, actual alcalde de Valledupar y Jorge Oñate, quien fue concejal del municipio de La Paz, diputado del Cesar y logró darse su palomita como representante a la Cámara.

Indudablemente, el músico vallenato que ha llegado más lejos en la política es quien el pasado 20 de julio fue elegido presidente del Senado de la República, Lidio García Turbay, quien es un músico que incursionó en la política, y no un político que incursionó en la música. El cantante vallenato se subió en muchas tarimas de ferias y fiestas del Caribe Colombiano y grabó varios trabajos musicales, pero simultáneamente hacía toda una carrera política desde concejal de El Carmen de Bolívar, diputado de Bolívar, Representante a la Cámara, hasta llegar hoy a la Presidencia del Congreso de la República.

COLOFÓN: El folclor vallenato tiene a uno de sus cantantes en la más alta posición de la Rama Legislativa del Poder Público en Colombia.

Columnista
26 julio, 2019

Cuando la música se ha combinado con política

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Jorge Nain

Sin entrar en la discusión sobre si la política es una profesión, un oficio, una ocupación, un pasatiempo, un deporte o una ciencia, lo que sí podemos afirmar es que en Colombia es una de las actividades más satanizadas y desprestigiadas del país; a su vez, el arte, y especialmente la música, es otra actividad […]


Sin entrar en la discusión sobre si la política es una profesión, un oficio, una ocupación, un pasatiempo, un deporte o una ciencia, lo que sí podemos afirmar es que en Colombia es una de las actividades más satanizadas y desprestigiadas del país; a su vez, el arte, y especialmente la música, es otra actividad a la que por el contrario históricamente se le ha elogiado con frases como: “La música es el alimento del alma”, “La única verdad es la música”, “La música es la poesía del aire”, “La música es el verdadero lenguaje universal”, “La música es para el alma, lo que la gimnasia para el cuerpo”, entre tantas otras.

Ahora que estamos en un año electoral, vale la pena recordar a algunos músicos que han querido o han incursionado en política, unos con algún éxito y otros no tanto. Mencionaremos nombres de artistas en los distintos géneros y vertientes de la diversidad musical colombiana, iniciando por el bajista David Jaramillo de la banda Doctor Krápula, y el maestro Francisco Zumaqué, quienes aspiraron sin éxito en las pasadas elecciones al senado; mientras que Julio Ernesto Estrada, más conocido en el ambiente de la salsa como ‘Fruko’, hizo parte de una lista al senado en las elecciones de 2014.

La Negra Grande de Colombia, Leonor González Mina, obtuvo una curul en la Cámara de Representantes en el año 1998; Junior Jein, conocido en la música del pacifico como ‘El Caballo’, aspiró sin éxito en 2014 a una curul en la Cámara, mientras que el compositor araucano Marco Sergio Rodríguez sí fue Representante por el Vichada durante el periodo legislativo pasado.

En lo que tiene que ver con nuestra música vallenata, Lisandro Meza fue aspirante a la Cámara de Representantes por el departamento de Sucre; y los cantantes Beto Zabaleta, Miguel Morales y Juan Manuel Pérez han aspirado a las alcaldías de El Molino (La Guajira), Valledupar y Chiriguaná (Cesar), respectivamente.

Entre los músicos vallenatos conocidos que sí han ostentando cargos de elección popular, tenemos a los compositores Marciano Martínez, concejal de San Juan del Cesar (La Guajira); Deimer Marín, diputado de La Guajira; Adolfo Pacheco Anillo, concejal de San Jacinto y diputado de Bolívar; el compositor Alaín Cárcamo logró llegar a la Alcaldía de Curumaní (Cesar); el cantante Augusto Daniel Ramírez Uhía, actual alcalde de Valledupar y Jorge Oñate, quien fue concejal del municipio de La Paz, diputado del Cesar y logró darse su palomita como representante a la Cámara.

Indudablemente, el músico vallenato que ha llegado más lejos en la política es quien el pasado 20 de julio fue elegido presidente del Senado de la República, Lidio García Turbay, quien es un músico que incursionó en la política, y no un político que incursionó en la música. El cantante vallenato se subió en muchas tarimas de ferias y fiestas del Caribe Colombiano y grabó varios trabajos musicales, pero simultáneamente hacía toda una carrera política desde concejal de El Carmen de Bolívar, diputado de Bolívar, Representante a la Cámara, hasta llegar hoy a la Presidencia del Congreso de la República.

COLOFÓN: El folclor vallenato tiene a uno de sus cantantes en la más alta posición de la Rama Legislativa del Poder Público en Colombia.