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Columnista - 27 marzo, 2020

Cuando la crisis azota

“Pero David halló fortaleza en el Señor, su Dios, y dijo al sacerdote Abiatar hijo de Ahimelec: Te ruego que me acerques el efod. Abiatar acercó el efod a David y David consultó al Señor” 1Samuel 30,6-7. Con esta historia bíblica, quiero llamar su atención sobre nuestras reacciones de cara a las crisis: David había […]

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“Pero David halló fortaleza en el Señor, su Dios, y dijo al sacerdote Abiatar hijo de Ahimelec: Te ruego que me acerques el efod. Abiatar acercó el efod a David y David consultó al Señor” 1Samuel 30,6-7.

Con esta historia bíblica, quiero llamar su atención sobre nuestras reacciones de cara a las crisis:

David había salido a pelear junto a los filisteos, pueblo históricamente enemigo de Israel, con el cual se vio obligado a morar luego de sufrir años de persecución por parte de Saul, rey de Israel. Los filisteos lo habían tratado con benevolencia y hasta le habían asignado una ciudad, sin embargo, al momento de combatir contra sus enemigos israelitas, desconfiaron de David, lo licenciaron de la batalla y lo mandaron a casa.

Mientras David estaba lejos de casa, los amalecitas invadieron la región y saquearon su pueblo Siclag, llevándose cautivos a mujeres y niños. Cuando los guerreros regresaron a casa, encontraron un cuadro verdaderamente desolador: la ciudad quemada, destruida y sus familias llevadas cautivas. Esto produjo en todos amargura y dolor, a tal punto que, hicieron responsable a David y hablaban de apedrear a David.

Amados amigos: En situaciones de crisis siempre afloran en nosotros las reacciones más diversas. Nos lamentamos por lo que ocurre. Nos preocupamos por el futuro y sus posibles consecuencias. Cuestionamos los pasos que nos llevaron a la crisis. Nos enojamos con los que están más cerca de nosotros. Buscamos responsables a quienes echarle la culpa. Nos apresuramos a tomar decisiones imprudentes. Como todo, estas cosas rara vez contribuyen a una solución.

Resulta edificante observar el comportamiento de David en esta grave crisis que le tocó enfrentar. En primer lugar, notemos la reacción instintiva de un hombre acostumbrado a caminar con Dios: Halló fortaleza en el Señor, su Dios. En tiempos de crisis como la que estamos viviendo, debemos acercarnos a la única persona que puede darnos la correcta perspectiva de las cosas, infundiendo paz, equilibrio y tranquilidad en medio de la tormenta. La fortaleza para enfrentar las crisis y situaciones de la vida está en el Señor. ¡Debemos buscarle!

Luego, habiendo estabilizado sus emociones y fortalecido su espíritu, llamó al sacerdote para buscar de parte de Dios, una palabra específica para esa grave crisis; sabiendo que, era de capital importancia recibir las instrucciones del que verdaderamente controla todas las cosas: David consultó al Señor. El resultado final es que fue fortalecido y recibió la estrategia para recuperar todo lo perdido y obtener una gran victoria.

En medio de la crisis del Coronavirus, los animo a pensar en cuales son nuestras reacciones o conductas que pueden contribuir a empeorar el problema. ¿Qué podemos hacer para ser parte de la solución y no del problema? Hago oración para que Dios nos de sabiduría para manejarnos en tiempos de crisis.

Corolario: Busca fortaleza en Dios, sensibiliza tus oídos espirituales para escuchar y obedecer las instrucciones del Señor. ¡El éxito depende de nuestra obediencia!

En estos tiempos de crisis… ¡un abrazo solidario!

Columnista
27 marzo, 2020

Cuando la crisis azota

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Valerio Mejía Araújo

“Pero David halló fortaleza en el Señor, su Dios, y dijo al sacerdote Abiatar hijo de Ahimelec: Te ruego que me acerques el efod. Abiatar acercó el efod a David y David consultó al Señor” 1Samuel 30,6-7. Con esta historia bíblica, quiero llamar su atención sobre nuestras reacciones de cara a las crisis: David había […]


“Pero David halló fortaleza en el Señor, su Dios, y dijo al sacerdote Abiatar hijo de Ahimelec: Te ruego que me acerques el efod. Abiatar acercó el efod a David y David consultó al Señor” 1Samuel 30,6-7.

Con esta historia bíblica, quiero llamar su atención sobre nuestras reacciones de cara a las crisis:

David había salido a pelear junto a los filisteos, pueblo históricamente enemigo de Israel, con el cual se vio obligado a morar luego de sufrir años de persecución por parte de Saul, rey de Israel. Los filisteos lo habían tratado con benevolencia y hasta le habían asignado una ciudad, sin embargo, al momento de combatir contra sus enemigos israelitas, desconfiaron de David, lo licenciaron de la batalla y lo mandaron a casa.

Mientras David estaba lejos de casa, los amalecitas invadieron la región y saquearon su pueblo Siclag, llevándose cautivos a mujeres y niños. Cuando los guerreros regresaron a casa, encontraron un cuadro verdaderamente desolador: la ciudad quemada, destruida y sus familias llevadas cautivas. Esto produjo en todos amargura y dolor, a tal punto que, hicieron responsable a David y hablaban de apedrear a David.

Amados amigos: En situaciones de crisis siempre afloran en nosotros las reacciones más diversas. Nos lamentamos por lo que ocurre. Nos preocupamos por el futuro y sus posibles consecuencias. Cuestionamos los pasos que nos llevaron a la crisis. Nos enojamos con los que están más cerca de nosotros. Buscamos responsables a quienes echarle la culpa. Nos apresuramos a tomar decisiones imprudentes. Como todo, estas cosas rara vez contribuyen a una solución.

Resulta edificante observar el comportamiento de David en esta grave crisis que le tocó enfrentar. En primer lugar, notemos la reacción instintiva de un hombre acostumbrado a caminar con Dios: Halló fortaleza en el Señor, su Dios. En tiempos de crisis como la que estamos viviendo, debemos acercarnos a la única persona que puede darnos la correcta perspectiva de las cosas, infundiendo paz, equilibrio y tranquilidad en medio de la tormenta. La fortaleza para enfrentar las crisis y situaciones de la vida está en el Señor. ¡Debemos buscarle!

Luego, habiendo estabilizado sus emociones y fortalecido su espíritu, llamó al sacerdote para buscar de parte de Dios, una palabra específica para esa grave crisis; sabiendo que, era de capital importancia recibir las instrucciones del que verdaderamente controla todas las cosas: David consultó al Señor. El resultado final es que fue fortalecido y recibió la estrategia para recuperar todo lo perdido y obtener una gran victoria.

En medio de la crisis del Coronavirus, los animo a pensar en cuales son nuestras reacciones o conductas que pueden contribuir a empeorar el problema. ¿Qué podemos hacer para ser parte de la solución y no del problema? Hago oración para que Dios nos de sabiduría para manejarnos en tiempos de crisis.

Corolario: Busca fortaleza en Dios, sensibiliza tus oídos espirituales para escuchar y obedecer las instrucciones del Señor. ¡El éxito depende de nuestra obediencia!

En estos tiempos de crisis… ¡un abrazo solidario!