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Columnista - 26 septiembre, 2010

Crudo contraste

Por: Luis Rafael Nieto Pardo De ninguna manera resulta fácil para un ciudadano liberal de la vieja guardia hablar o rememorar los trágicos sucesos y dolorosos episodios que tuvieron ocurrencia luego del asesinato del gran líder Dr. Jorge Eliécer Gaitán, a manos de un oscuro personaje, supuestamente autor del magnicidio, de nombre Juan Roa Sierra. […]

Por: Luis Rafael Nieto Pardo

De ninguna manera resulta fácil para un ciudadano liberal de la vieja guardia hablar o rememorar los trágicos sucesos y dolorosos episodios que tuvieron ocurrencia luego del asesinato del gran líder Dr. Jorge Eliécer Gaitán, a manos de un oscuro personaje, supuestamente autor del magnicidio, de nombre Juan Roa Sierra.

En aquella oportunidad, yo apenas frisaba los dos años; mas, sin embargo, la intensa y ardua lectura del tema, el gran aporte que hizo ARTURO ALAPE, en su obra magistral “El Bogotazo”, y la investigación personal motivado por el respetado colega, de quien siempre, y como adictos al Derecho Penal, hemos admirado su figura política, su pensamiento y además su condición de un abogado excepcional, extraordinario; siempre me he interesado por sus casos y por la exposiciones y los alegatos que hacía, realmente brillantes.

La muy buena impresión que siempre he tenido de Gaitán, siempre ha estado influida por las opiniones mayoritarias y la admiración de los viejos amigos y compañeros de Universidad, impresión gratamente corroborada, como antes dije, por propia experiencia personal a través de mis lecturas.
De todo ello se concluye, que aquel humilde hombre, de tipo indio, muy, demasiado inteligente diría yo, brillante orador, brillante abogado, brillante político, virtuoso, preciosista del idioma, y por si fuera poco, elocuente.

Y, como si lo consignado no bastara, según las memorias de su hija Gloria, Gaitán era tremendamente disciplinado.

Por todo lo anterior, amigos lectores, ¿cómo pudo el tristemente “celebre” “Mono Jojoy”, adoptar el nombre de Jorge para desarrollar su tenebrosa labor de sumergir a la humanidad y en especial a sus propios congéneres y paisanos, en el dolor y el sufrimiento a través de sus diabólicas maquinaciones y paranoicas estrategias de guerra?. No existe la menor posibilidad de que entre “éste” y aquel pueda encontrarse el más mínimo punto de convergencia. Gaitán era una persona que, además de disciplinada, como antes dije, tenía pleno dominio sobre sí mismo, incapaz de mentir, incapaz de hacer una cosa deshonesta; “Hay que ser honestos”, y ello como una tarea mesiánica, según los recuerdos.de su hija. Pero lo más importante de todo esto, es el hecho de que aquel buen Jorge, fue además incapaz  siquiera de pensar, y mucho menos, hacerle un mal a nadie.

Por eso, y no me da pena decirlo, al igual que a su hija, cuando yo escucho el Himno Nacional también derramo lágrimas, porque eso era Gaitán, al igual que la bandera nacional, el escudo de Colombia, el mapa de Colombia; porque siempre a donde llegaba, la gente, tal y como se tratara de un rito religioso, se levantaban, aplaudían y todos en coro gritaban: ” Vamos a la carga con Gaitán”.

Por eso, tal sentimiento se resume en una sola frase de un viejo liberal de aquella época, que al ser preguntado por Alape en su investigación acerca de los sentimientos por la trágica muerte del líder, del Jefe, del indio bonachón, con lágrimas en sus ojos, sólo atino a responderle :
“Para mí es la nostalgia de que el Pueblo haya perdido a ese dirigente y otra madre no haya parido a otro igual. Pienso que no volverá otro hombre como él”.

Entonces, es cierto que resulta un Crudo Contraste, aquellos tristes sentimientos acornpañados por la ira colectiva ante el execrable crimen que les había arrebatado a su esperanza de un futuro mejor; con las nutridas y colectivas manifestaciones provenientes de todos los rincones del país y del mundo, que al conocer la noticia de la muerte violenta (crimen dicen algunos- En eso no opinamos ) de Jorge El Malo, ahora respiran tranquilos y aliviados, y casi en coro coinciden en que ” se acabó el terror” “murió el más temido de los guerrilleros de las Farc” “El símbolo del terror y la violencia que tanto daño le hizo al país ha caído”.
Yo pienso que, nadie resume mejor la sanguinaria personalidad de éste pobre Jorge, que, Zenaida Rueda, una desmovilizada oriunda de este Departamento que se vínculo desde los 17 años (18 en la subversión), al ser entrevistada y preguntada sobre su opinión personal de “el Mono”, sólo atino a decir:” Estar bajo las órdenes del Mono Jojoy era un infierno. Eso era terrible, cuando a uno le decían que vendría a pasar revista todos nos asustábamos porque no sabíamos si habíamos hecho algo malo “.Opinen Ustedes.

Columnista
26 septiembre, 2010

Crudo contraste

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Luis Rafael Nieto Pardo

Por: Luis Rafael Nieto Pardo De ninguna manera resulta fácil para un ciudadano liberal de la vieja guardia hablar o rememorar los trágicos sucesos y dolorosos episodios que tuvieron ocurrencia luego del asesinato del gran líder Dr. Jorge Eliécer Gaitán, a manos de un oscuro personaje, supuestamente autor del magnicidio, de nombre Juan Roa Sierra. […]


Por: Luis Rafael Nieto Pardo

De ninguna manera resulta fácil para un ciudadano liberal de la vieja guardia hablar o rememorar los trágicos sucesos y dolorosos episodios que tuvieron ocurrencia luego del asesinato del gran líder Dr. Jorge Eliécer Gaitán, a manos de un oscuro personaje, supuestamente autor del magnicidio, de nombre Juan Roa Sierra.

En aquella oportunidad, yo apenas frisaba los dos años; mas, sin embargo, la intensa y ardua lectura del tema, el gran aporte que hizo ARTURO ALAPE, en su obra magistral “El Bogotazo”, y la investigación personal motivado por el respetado colega, de quien siempre, y como adictos al Derecho Penal, hemos admirado su figura política, su pensamiento y además su condición de un abogado excepcional, extraordinario; siempre me he interesado por sus casos y por la exposiciones y los alegatos que hacía, realmente brillantes.

La muy buena impresión que siempre he tenido de Gaitán, siempre ha estado influida por las opiniones mayoritarias y la admiración de los viejos amigos y compañeros de Universidad, impresión gratamente corroborada, como antes dije, por propia experiencia personal a través de mis lecturas.
De todo ello se concluye, que aquel humilde hombre, de tipo indio, muy, demasiado inteligente diría yo, brillante orador, brillante abogado, brillante político, virtuoso, preciosista del idioma, y por si fuera poco, elocuente.

Y, como si lo consignado no bastara, según las memorias de su hija Gloria, Gaitán era tremendamente disciplinado.

Por todo lo anterior, amigos lectores, ¿cómo pudo el tristemente “celebre” “Mono Jojoy”, adoptar el nombre de Jorge para desarrollar su tenebrosa labor de sumergir a la humanidad y en especial a sus propios congéneres y paisanos, en el dolor y el sufrimiento a través de sus diabólicas maquinaciones y paranoicas estrategias de guerra?. No existe la menor posibilidad de que entre “éste” y aquel pueda encontrarse el más mínimo punto de convergencia. Gaitán era una persona que, además de disciplinada, como antes dije, tenía pleno dominio sobre sí mismo, incapaz de mentir, incapaz de hacer una cosa deshonesta; “Hay que ser honestos”, y ello como una tarea mesiánica, según los recuerdos.de su hija. Pero lo más importante de todo esto, es el hecho de que aquel buen Jorge, fue además incapaz  siquiera de pensar, y mucho menos, hacerle un mal a nadie.

Por eso, y no me da pena decirlo, al igual que a su hija, cuando yo escucho el Himno Nacional también derramo lágrimas, porque eso era Gaitán, al igual que la bandera nacional, el escudo de Colombia, el mapa de Colombia; porque siempre a donde llegaba, la gente, tal y como se tratara de un rito religioso, se levantaban, aplaudían y todos en coro gritaban: ” Vamos a la carga con Gaitán”.

Por eso, tal sentimiento se resume en una sola frase de un viejo liberal de aquella época, que al ser preguntado por Alape en su investigación acerca de los sentimientos por la trágica muerte del líder, del Jefe, del indio bonachón, con lágrimas en sus ojos, sólo atino a responderle :
“Para mí es la nostalgia de que el Pueblo haya perdido a ese dirigente y otra madre no haya parido a otro igual. Pienso que no volverá otro hombre como él”.

Entonces, es cierto que resulta un Crudo Contraste, aquellos tristes sentimientos acornpañados por la ira colectiva ante el execrable crimen que les había arrebatado a su esperanza de un futuro mejor; con las nutridas y colectivas manifestaciones provenientes de todos los rincones del país y del mundo, que al conocer la noticia de la muerte violenta (crimen dicen algunos- En eso no opinamos ) de Jorge El Malo, ahora respiran tranquilos y aliviados, y casi en coro coinciden en que ” se acabó el terror” “murió el más temido de los guerrilleros de las Farc” “El símbolo del terror y la violencia que tanto daño le hizo al país ha caído”.
Yo pienso que, nadie resume mejor la sanguinaria personalidad de éste pobre Jorge, que, Zenaida Rueda, una desmovilizada oriunda de este Departamento que se vínculo desde los 17 años (18 en la subversión), al ser entrevistada y preguntada sobre su opinión personal de “el Mono”, sólo atino a decir:” Estar bajo las órdenes del Mono Jojoy era un infierno. Eso era terrible, cuando a uno le decían que vendría a pasar revista todos nos asustábamos porque no sabíamos si habíamos hecho algo malo “.Opinen Ustedes.