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Columnista - 25 abril, 2017

Crónicas del Mundo Vallenato

El pasado 10 de abril tuve la oportunidad de leer la obra “Crónicas del Mundo Vallenato”, de Ricardo Gutiérrez Gutiérrez, que será puesta en conocimiento de la opinión pública en la antesala de la quincuagésima versión del Festival de la Leyenda Vallenata. Que Ricardo tenga capacidades de escritor no es nuevo, de hecho, considero que […]

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El pasado 10 de abril tuve la oportunidad de leer la obra “Crónicas del Mundo Vallenato”, de Ricardo Gutiérrez Gutiérrez, que será puesta en conocimiento de la opinión pública en la antesala de la quincuagésima versión del Festival de la Leyenda Vallenata.

Que Ricardo tenga capacidades de escritor no es nuevo, de hecho, considero que no es un asunto de excitación o efervescencia, por el contrario, corresponde a una virtud que innata en él, competía con el talento para hacer empresa que también habita en él.

Ambas virtudes pueden mostrarse a la luz del día, y es bueno que el escritor de la madrugada que reside en Ricardo Gutiérrez Gutiérrez, tenga la posibilidad de mostrar al mundo que además de hacer empresa, le sobra talento para contar al resto del mundo, lo más grande que tiene esta provincia.

Con certeza que pocos se han dedicado como Ricardo a estudiar el folclor del Mundo Vallenato. Él en sí, es una lluvia de ideas permanente, que lo desbordan muchas veces; pero agrada que no renuncia a tener inquietudes de carácter intelectual, que estoy seguro lo acompañaran hasta el último día de su vida.

El año anterior, en las páginas de un periódico regional para esta misma época,  Gutiérrez Gutiérrez resaltaba que los homenajeados del momento en el máximo certamen de la música vallenata, eran los guardianes del acervo cultural. En una tierra donde con conocimiento o sin él, todos los nacidos en ella se sienten con autoridad y hasta eruditos al hablar de su cultura, genera tranquilidad que con fundamento existan personas como Ricardo que investigan y no especulan.

Muchas de las veces solo los foráneos disfrutan y aprecian lo nuestro; peor aún, la visión del de afuera expresa reconocimiento y la del paisano desdén. Leamos el libro de Ricardo, permitámonos repasar cosas o anécdotas que conocemos o mejor aún, aprendamos de nuestra cultura y del registro que de ella hace alguien que la conoce y la ha esculcado con cuidado y detenimiento.

Destaco que la Cámara de Comercio de Valledupar apoye la obra de Ricardo; habla bien de la Cámara el apoyo a nuestra principal empresa, la cultura vallenata.

En un evento reciente sobre la región Caribe, que tuvo lugar en el Auditorio del Colegio de Estudios Superiores de Administración –CESA-, en la ciudad de Bogotá, uno de los conferencistas, para más señas, nacido también en Valledupar, expresó que a los costeños nos hacía falta tener más altivez, como característica para creer más en nosotros mismos. A Ricardo Gutiérrez Gutiérrez le sobra altivez, de la buena, la que busca potencializar lo mejor de Mundo Vallenato.

 

Por José Antonio Soto Murgas

 

Columnista
25 abril, 2017

Crónicas del Mundo Vallenato

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
José Antonio Soto Murgas

El pasado 10 de abril tuve la oportunidad de leer la obra “Crónicas del Mundo Vallenato”, de Ricardo Gutiérrez Gutiérrez, que será puesta en conocimiento de la opinión pública en la antesala de la quincuagésima versión del Festival de la Leyenda Vallenata. Que Ricardo tenga capacidades de escritor no es nuevo, de hecho, considero que […]


El pasado 10 de abril tuve la oportunidad de leer la obra “Crónicas del Mundo Vallenato”, de Ricardo Gutiérrez Gutiérrez, que será puesta en conocimiento de la opinión pública en la antesala de la quincuagésima versión del Festival de la Leyenda Vallenata.

Que Ricardo tenga capacidades de escritor no es nuevo, de hecho, considero que no es un asunto de excitación o efervescencia, por el contrario, corresponde a una virtud que innata en él, competía con el talento para hacer empresa que también habita en él.

Ambas virtudes pueden mostrarse a la luz del día, y es bueno que el escritor de la madrugada que reside en Ricardo Gutiérrez Gutiérrez, tenga la posibilidad de mostrar al mundo que además de hacer empresa, le sobra talento para contar al resto del mundo, lo más grande que tiene esta provincia.

Con certeza que pocos se han dedicado como Ricardo a estudiar el folclor del Mundo Vallenato. Él en sí, es una lluvia de ideas permanente, que lo desbordan muchas veces; pero agrada que no renuncia a tener inquietudes de carácter intelectual, que estoy seguro lo acompañaran hasta el último día de su vida.

El año anterior, en las páginas de un periódico regional para esta misma época,  Gutiérrez Gutiérrez resaltaba que los homenajeados del momento en el máximo certamen de la música vallenata, eran los guardianes del acervo cultural. En una tierra donde con conocimiento o sin él, todos los nacidos en ella se sienten con autoridad y hasta eruditos al hablar de su cultura, genera tranquilidad que con fundamento existan personas como Ricardo que investigan y no especulan.

Muchas de las veces solo los foráneos disfrutan y aprecian lo nuestro; peor aún, la visión del de afuera expresa reconocimiento y la del paisano desdén. Leamos el libro de Ricardo, permitámonos repasar cosas o anécdotas que conocemos o mejor aún, aprendamos de nuestra cultura y del registro que de ella hace alguien que la conoce y la ha esculcado con cuidado y detenimiento.

Destaco que la Cámara de Comercio de Valledupar apoye la obra de Ricardo; habla bien de la Cámara el apoyo a nuestra principal empresa, la cultura vallenata.

En un evento reciente sobre la región Caribe, que tuvo lugar en el Auditorio del Colegio de Estudios Superiores de Administración –CESA-, en la ciudad de Bogotá, uno de los conferencistas, para más señas, nacido también en Valledupar, expresó que a los costeños nos hacía falta tener más altivez, como característica para creer más en nosotros mismos. A Ricardo Gutiérrez Gutiérrez le sobra altivez, de la buena, la que busca potencializar lo mejor de Mundo Vallenato.

 

Por José Antonio Soto Murgas