Una comisión conjunta entre Senado y Cámara fue creada para defender los derechos de los niños, en la cual quedó como presidente el congresista cesarense Eloy ‘Chichí’ Quintero Romero.

Según dijo el representante, el objetivo de esta es evitar que sigan sucediendo actos de violencia contra la niñez, la cual está expuesta a ultrajes, maltratos, violencia sexual, entre otros.

“Genera mucha preocupación en Colombia lo que está ocurriendo con los niños, hay mucha violencia hacia ellos y lo que más preocupa es que los que más los agreden están en sus propias familias”, dijo Quintero Romero.

Explicó que esta comisión permitirá hacer un gran bloque para tratar de contrarrestar la violencia hacia estos, debido a que ha ido creciendo, por lo que se debe entrar a trabajar desde el Congreso, autoridades, instituciones que tienen que ver con la niñez y sociedad civil.

“Lo que queremos es tener leyes más fuertes para evitar todo tipo de violencia hacia los niños, como el maltrato, la violencia sexual, la desnutrición, el trabajo infantil”, agregó.

Además de la creación de la comisión accidental fue firmado el manifiesto nacional por la infancia que consta de ocho puntos importantes, donde se resalta que el Congreso de la República, los entes de control, instituciones, fundaciones, movimientos, colegios, academia, padres de familia y la sociedad civil son responsables de salvaguardar la primera infancia, la niñez y adolescencia.

ASÍ ESTÁN LAS COSAS

Cifras del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, Icbf, muestran que durante el 2018 se registraron diariamente 66 casos de violencia contra niños en el país; en los primeros ocho meses de ese mismo año el instituto abrió 9.102 procesos para restaurar los derechos de los niños, niñas y adolescentes víctimas de abuso sexual. De estas cifras, según el Instituto de Medicina Legal, el 46 % de los victimarios son familiares de los menores y el 22 % son personas cercanas.

En trabajo infantil, según el Dane, en el 2017 Colombia presentaba una tasa del 7.3 % de niños explotados laboralmente.
Aseguró el congresista Eloy Quintero que los niños y adolescentes, a diferencia de los adultos, no están desarrollados ni física, moral, espiritual y psicológicamente para llevar a cabo trabajos que por su naturaleza o condición en el largo plazo repercuten en su desarrollo y por consiguiente disminuyen considerablemente su calidad y esperanza de vida, además que los privan de su niñez.

“El trabajo infantil ha estado históricamente ligado a las condiciones socioeconómicas de nuestro país, por lo que es indispensable profundizar nuestros esfuerzos en la lucha por reducir la pobreza, el embarazo prematuro, el desplazamiento forzado, la violencia intrafamiliar, las distintas formas de discriminación, el difícil acceso a la educación o la baja calidad de la misma, así como también debemos profundizar esfuerzos en la generación de recursos para la subsistencia familiar; si como país no resolvemos pronto todas estas situaciones socioeconómicas desfavorables, tengan por seguro que nuestra niñez seguirá siendo vulnerada”, agregó.

Para el representante el trabajo mancomunado entre Senado y Cámara será un esfuerzo histórico, no sólo porque marcará la agenda pública en temas de niñez en el país, sino porque de su seno saldrán seguramente las propuestas legislativas que los ciudadanos han venido reclamando.