La flamante epidemia, endemia y ahora pandemia mundial originada por el COVID-19, o más comúnmente conocido como Coronavirus, por su aspecto de corona, con número superiores a los 78.000 casos confirmados y más de 2.500 muertes a nivel mundial, tiene en pie de guerra a las autoridades de salud. Si bien aun no se han identificados casos confirmados o muertes en el territorio colombiano, el riesgo de contagio es alto. Por ende, es importante tener conocimiento sobre esta infección, que en cualquier momento puede tocar nuestras puertas.

Los coronavirus son una familia de virus que causan infección tanto en los seres humanos como en animales, incluyendo aves y mamíferos como camellos, gatos y murciélagos. Se ha estudiado la transmisión hacia los seres humanos desde el pangolín, quien según estudios, comparte el mayor porcentaje de ADN de coronavirus con el ser humano. Un mamífero cubierto de escamas y de hábitos nocturnos, carnívoros de hormigas y termitas e inofensivos para el ser humano. Pero que ha sido comercializado por siglos en Asia, por su carne y como medicina alternativa.

Se trata de una enfermedad zoonótica, lo que significa que puede transmitirse de los animales a los hombres a través del contacto o consumo de sus partes. Los coronavirus que afectan al ser humano, pueden producir cuadros clínicos que van desde el resfriado común hasta neumonías graves, incluso, la muerte.

La vía de transmisión entre humanos es a través de las secreciones de personas infectadas, principalmente por contacto directo con gotas respiratorias durante el habla y al toser y, el contacto entre las manos u objetos contaminados con estas secreciones seguido de la boca, nariz u ojos. En resumen, cualquier contacto con las mucosas del organismo.

Los síntomas incoan su aparición entre 4 y 7, incluso hasta 14 días posterior al contacto según algunos casos, manifestándose principalmente como fiebre, fatiga y tos seca. Algunos pueden llegar a presentar síntomas digestivos como nauseas y diarrea, algunos días previos a la aparición de fiebre y disnea o dificultad respiratoria.

Hasta la fecha, aun no existe un tratamiento específico para esta enfermedad, por lo tanto, es fundamental asegurar el inicio de un tratamiento de soporte precoz en una institución de salud. El tratamiento debe ser adaptado a las condiciones de cada persona y sus enfermedades asociadas. La prevención es de suma importancia para prevenir la infección, haciendo uso de métodos de barrera como el tapabocas, el cual, aunque no garantiza 100% de protección, disminuye el riesgo de infección.

Debido al alto flujo y contacto entre viajeros a nivel mundial y, el tiempo de aparición de síntomas, en estos momentos, el conocimiento, la prevención y el auto cuidado son las herramientas más eficaces en nuestro medio para la prevención de la infección por el COVID-19.

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