Según la Ley de Murphy, todo aquello que anda mal es susceptible de empeorar y este es el caso de ELECTRICARIBE. Pésima señal la que recibieron sus usuarios con el oficio dirigido por el Centro Nacional de Operación (CON) del Sistema Interconectado Nacional a la Ministra de Minas y Energía María Fernanda Suárez, en el […]
Según la Ley de Murphy, todo aquello que anda mal es susceptible de empeorar y este es el caso de ELECTRICARIBE. Pésima señal la que recibieron sus usuarios con el oficio dirigido por el Centro Nacional de Operación (CON) del Sistema Interconectado Nacional a la Ministra de Minas y Energía María Fernanda Suárez, en el cual le solicitan declarar un racionamiento programado en toda la región Caribe, exceptuando al departamento del Atlántico.
Es decir, que a los irresistibles racionamientos no programados a los que ya se está acostumbrado, con las constantes interrupciones y cortes intempestivos atribuidos a “mantenimientos”, ahora se le vendrían a sumar los racionamientos programados.
La razón que se aduce para tomar esta medida extrema es el aumento desmedido de la demanda no atendida (DNA) como debe ser, demanda que en la región Caribe en los últimos cuatro años ha crecido el 19%, en contraste con el crecimiento promedio a nivel nacional del 9%.
La DNA no es nada distinto a la desconexión de circuitos para evitar la sobrecarga de energía cuando la red no da más, con el propósito de evitar un efecto en cascada que provoque un apagón. Basta con señalar que en los primeros cinco meses de este año el nivel alcanzado de DNA superó con creces el de 2018, incrementándose en un 72% en el acumulado de dicho período.
Se considera esta antipática medida por parte del CON como la “única medida alternativa desde el punto de vista técnico” para evitar el colapso del sistema regional, debido a las bajas tensiones y a la sobrecarga de las redes, una de las razones de la constante oscilación del voltaje que provoca el daño de los electrodomésticos de los usuarios.
La Ministra descartó tajantemente autorizar el racionamiento programado, desde luego sin negar las razones que llevaron al CON a recomendarlo, para lo cual adujo que “no procedía la declaración sugerida, ya que el escenario de la Costa Caribe no se enmarca en ninguna de las situaciones establecidas en el Estatuto de racionamiento”.
Pero, otra cosa opina la firma XM, encargada de la administración del Centro Nacional de Despacho. Justamente, en respuesta a la solicitud de la Ministra de una explicación sobre el requerimiento del CON, sostuvo que “dada la actual situación en las redes del área Caribe y hasta tanto se pongan en operación los proyectos de expansión que se encuentran en construcción, es importante aplicar un uso racional de la energía, de forma que los picos de demanda sean atendidos con la menor afectación posible a los usuarios”.
XM, entonces coincide con el CON, sólo que utiliza el eufemismo del “uso racional de la energía” para no llamar por su nombre el autorracionamiento por parte de los usuarios de ELECTRICARIBE, algo parecido a lo que se dio en 2015 para evitar el racionamiento a consecuencia de la severidad del fenómeno de El Niño.
Según la Ley de Murphy, todo aquello que anda mal es susceptible de empeorar y este es el caso de ELECTRICARIBE. Pésima señal la que recibieron sus usuarios con el oficio dirigido por el Centro Nacional de Operación (CON) del Sistema Interconectado Nacional a la Ministra de Minas y Energía María Fernanda Suárez, en el […]
Según la Ley de Murphy, todo aquello que anda mal es susceptible de empeorar y este es el caso de ELECTRICARIBE. Pésima señal la que recibieron sus usuarios con el oficio dirigido por el Centro Nacional de Operación (CON) del Sistema Interconectado Nacional a la Ministra de Minas y Energía María Fernanda Suárez, en el cual le solicitan declarar un racionamiento programado en toda la región Caribe, exceptuando al departamento del Atlántico.
Es decir, que a los irresistibles racionamientos no programados a los que ya se está acostumbrado, con las constantes interrupciones y cortes intempestivos atribuidos a “mantenimientos”, ahora se le vendrían a sumar los racionamientos programados.
La razón que se aduce para tomar esta medida extrema es el aumento desmedido de la demanda no atendida (DNA) como debe ser, demanda que en la región Caribe en los últimos cuatro años ha crecido el 19%, en contraste con el crecimiento promedio a nivel nacional del 9%.
La DNA no es nada distinto a la desconexión de circuitos para evitar la sobrecarga de energía cuando la red no da más, con el propósito de evitar un efecto en cascada que provoque un apagón. Basta con señalar que en los primeros cinco meses de este año el nivel alcanzado de DNA superó con creces el de 2018, incrementándose en un 72% en el acumulado de dicho período.
Se considera esta antipática medida por parte del CON como la “única medida alternativa desde el punto de vista técnico” para evitar el colapso del sistema regional, debido a las bajas tensiones y a la sobrecarga de las redes, una de las razones de la constante oscilación del voltaje que provoca el daño de los electrodomésticos de los usuarios.
La Ministra descartó tajantemente autorizar el racionamiento programado, desde luego sin negar las razones que llevaron al CON a recomendarlo, para lo cual adujo que “no procedía la declaración sugerida, ya que el escenario de la Costa Caribe no se enmarca en ninguna de las situaciones establecidas en el Estatuto de racionamiento”.
Pero, otra cosa opina la firma XM, encargada de la administración del Centro Nacional de Despacho. Justamente, en respuesta a la solicitud de la Ministra de una explicación sobre el requerimiento del CON, sostuvo que “dada la actual situación en las redes del área Caribe y hasta tanto se pongan en operación los proyectos de expansión que se encuentran en construcción, es importante aplicar un uso racional de la energía, de forma que los picos de demanda sean atendidos con la menor afectación posible a los usuarios”.
XM, entonces coincide con el CON, sólo que utiliza el eufemismo del “uso racional de la energía” para no llamar por su nombre el autorracionamiento por parte de los usuarios de ELECTRICARIBE, algo parecido a lo que se dio en 2015 para evitar el racionamiento a consecuencia de la severidad del fenómeno de El Niño.