En el año 2014, el expresidente Juan Manuel Santos, le giró un cheque de 200 mil millones al Dane para que realizara un Censo Nacional Agropecuario, con el fin de conocer el estado real del campo colombiano. El último que se había hecho fue en 1970.
Por *Indalecio Dangond.
En el año 2014, el expresidente Juan Manuel Santos, le giró un cheque de 200 mil millones al Dane para que realizara un Censo Nacional Agropecuario, con el fin de conocer el estado real del campo colombiano. El último que se había hecho fue en 1970.
Un año después, los resultados revelaron que el sector agropecuario estaba en un estado de abandono total. Lo más decepcionante es que, han pasado nueve años, y los seis ministros de agricultura que han pasado por la cartera agraria, no fueron capaces de resolver un solo problema. Veamos algunos casos:
En el 2015, el Dane encontró que se cultivaban 7,1 millones de hectáreas. Un informe de la Unidad de Planificación Rural y Agrícola (UPRA), reveló que en el 2002 habíamos caído a 5,3 millones de hectáreas. Esta caída de área agrícola tiene correlación con las importaciones de alimentos. Mientras, en el año 2015 se importaban 11,4 millones de toneladas, en el 2022, se importaron más de 14 millones de toneladas.
En el año 2015, el Dane encontró que solo el 11% de los productores del campo estaban bancarizados, el 89% restante se financiaban a través de los distribuidores de agroinsumos y la industria. Para el 2022, Finagro reportó casi 500 mil operaciones de créditos de una demanda potencial de 2,7 millones de productores del campo. Es decir, en nueve años, la bancarización del campo solo logró crecer del 11% al 18%. A ese ritmo, vamos a necesitar más de 100 años para bancarizar la totalidad de los agricultores y ganaderos del país.
El censo del 2015 también reveló que el 83% de los agricultores y ganaderos no cuenta con maquinaria agrícola ni con el servicio de asistencia técnica. Además, reveló que el 66% no utiliza sistema de riego en sus fincas. La ausencia de una política de fomento de riego, mecanización y asistencia agronómica, tienen al 90% del área agrícola del país, con los peores indicadores de ineficiencia productiva de Latinoamérica. En nueve años, ni siquiera fueron capaces de poner a operar el distrito de riego Ranchería en La Guajira. De 18 millones de hectáreas irrigables, solo 1 millón tienen riego.
En el censo del 2015 se encontró que de cada 100 productores del campo, 54 no poseen títulos de sus predios. Son productores que no son sujetos de créditos, subsidios ni incentivos del Estado. En la página web del Ministerio de Agricultura dice que han ayudado a formalizar 450.791 predios de 2 millones que están sin formalizar aproximadamente. Respecto a la compra de tierras, solo han comprado 79.981 hectáreas, de tres millones que prometieron comprar.
En materia de exportación agrícola, control fitosanitario, desarrollo biotecnológico y emprendiendo rural, los indicadores de gestión son iguales o peores. Respecto al PIB agropecuario, entre el 2022 y lo corrido del 2023, hemos tenido cuatro trimestres negativos. Literalmente, entramos en recesión agrícola y con la llegada del fenómeno de El Niño, las cosas tienden a empeorar.
El deterioro del sector agropecuario en Colombia, obedece a que los ministros de turno, han tratado de resolver los problemas del sector basados en los síntomas y no en las causas. (*Consultor en crédito de fomento agrícola)
En el año 2014, el expresidente Juan Manuel Santos, le giró un cheque de 200 mil millones al Dane para que realizara un Censo Nacional Agropecuario, con el fin de conocer el estado real del campo colombiano. El último que se había hecho fue en 1970.
Por *Indalecio Dangond.
En el año 2014, el expresidente Juan Manuel Santos, le giró un cheque de 200 mil millones al Dane para que realizara un Censo Nacional Agropecuario, con el fin de conocer el estado real del campo colombiano. El último que se había hecho fue en 1970.
Un año después, los resultados revelaron que el sector agropecuario estaba en un estado de abandono total. Lo más decepcionante es que, han pasado nueve años, y los seis ministros de agricultura que han pasado por la cartera agraria, no fueron capaces de resolver un solo problema. Veamos algunos casos:
En el 2015, el Dane encontró que se cultivaban 7,1 millones de hectáreas. Un informe de la Unidad de Planificación Rural y Agrícola (UPRA), reveló que en el 2002 habíamos caído a 5,3 millones de hectáreas. Esta caída de área agrícola tiene correlación con las importaciones de alimentos. Mientras, en el año 2015 se importaban 11,4 millones de toneladas, en el 2022, se importaron más de 14 millones de toneladas.
En el año 2015, el Dane encontró que solo el 11% de los productores del campo estaban bancarizados, el 89% restante se financiaban a través de los distribuidores de agroinsumos y la industria. Para el 2022, Finagro reportó casi 500 mil operaciones de créditos de una demanda potencial de 2,7 millones de productores del campo. Es decir, en nueve años, la bancarización del campo solo logró crecer del 11% al 18%. A ese ritmo, vamos a necesitar más de 100 años para bancarizar la totalidad de los agricultores y ganaderos del país.
El censo del 2015 también reveló que el 83% de los agricultores y ganaderos no cuenta con maquinaria agrícola ni con el servicio de asistencia técnica. Además, reveló que el 66% no utiliza sistema de riego en sus fincas. La ausencia de una política de fomento de riego, mecanización y asistencia agronómica, tienen al 90% del área agrícola del país, con los peores indicadores de ineficiencia productiva de Latinoamérica. En nueve años, ni siquiera fueron capaces de poner a operar el distrito de riego Ranchería en La Guajira. De 18 millones de hectáreas irrigables, solo 1 millón tienen riego.
En el censo del 2015 se encontró que de cada 100 productores del campo, 54 no poseen títulos de sus predios. Son productores que no son sujetos de créditos, subsidios ni incentivos del Estado. En la página web del Ministerio de Agricultura dice que han ayudado a formalizar 450.791 predios de 2 millones que están sin formalizar aproximadamente. Respecto a la compra de tierras, solo han comprado 79.981 hectáreas, de tres millones que prometieron comprar.
En materia de exportación agrícola, control fitosanitario, desarrollo biotecnológico y emprendiendo rural, los indicadores de gestión son iguales o peores. Respecto al PIB agropecuario, entre el 2022 y lo corrido del 2023, hemos tenido cuatro trimestres negativos. Literalmente, entramos en recesión agrícola y con la llegada del fenómeno de El Niño, las cosas tienden a empeorar.
El deterioro del sector agropecuario en Colombia, obedece a que los ministros de turno, han tratado de resolver los problemas del sector basados en los síntomas y no en las causas. (*Consultor en crédito de fomento agrícola)