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General - 26 mayo, 2016

Corpus Christi, una tradición que sigue vigente

En el corregimiento de Atánquez hoy se celebra el Corpus Christi. En Valledupar se conmemorará este fin de semana.

El corregimiento de Atánquez y el municipio de Valledupar son algunas de las pocas poblaciones del país donde aún se conserva la tradición del Corpus Christi. Archivo/EL PILÓN
El corregimiento de Atánquez y el municipio de Valledupar son algunas de las pocas poblaciones del país donde aún se conserva la tradición del Corpus Christi. Archivo/EL PILÓN
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El corregimiento de Atánquez hoy ‘se viste de fiesta’ con la tradicional celebración del Corpus Christi, que según las personas que la practican encierra el simbolismo religioso de la lucha del bien contra el mal.

Aquí se dan cita cucambas (seres que cubren su cabeza con plumas y cintas de colores y su cuerpo con palma de iraca. Su baile asemeja el aleteo de los pájaros de la Sierra Nevada), negros y diablos para danzar por las calles principales y darle vida a esta conmemoración que fue instituida en la edad media.

El párroco Jesús Alberto Torres Ariza manifestó que “el Corpus Christi es una fiesta posterior a Pentecostés, que hace alusión a la presencia del Señor Jesús en el sacramento de la eucaristía. Actualmente se desarrolla con mucha solemnidad en toda la Iglesia, normalmente es acompañada con una procesión. Es una tradición hermosa que muestra un gran amor por la eucaristía que se representa con danzas, cantos y vestimentas particulares”.

Explicó que las personificaciones hacen parte de la tradición propia de la cultura popular. “La tradición oral afirma que un día el Santísimo Sacramento estaba expuesto en la Iglesia y el diablo llegó a profanar las sagradas imágenes, en ese instante estaba un pajarito en la Iglesia, que es la Cucamba, que se da cuenta de ello y sale volando a avisarle a los negros para que vinieran a defender al Santísimo”, rememoró.

Por su parte, el gestor cultural, Jaime Pérez Parodi, afirmó que es una tradición que trajeron los españoles, que consta más de 400 años, la cual se conserva en el país en Atánquez, La Paz y Valledupar, Cesar; El Molino, La Guajira; y Mompox, Bolívar.

Entre tanto, la investigadora Giomar Lucía Guerra Bonilla, explicó que en la procesión del Corpus Christi se fusionan elementos étnicos, religiosos e históricos. Las cucambas representan a los nativos, los diablos la influencia española y los negritos la participación africana o afroamericana.

“Las festividades religiosas católicas traídas por los españoles  fusionadas con ceremoniales aborígenes y africanos crearon nuevas expresiones, ligadas a manifestaciones ancestrales, creándose un sentimiento de arraigo que ha permitido encontrar razón de ser a los participantes al lograr  identificarse con las raíces, al reconocerse en la tradición y permitirles afianzarse en el presente y proyectarse  al futuro. Festividades como éstas se forjaron en el  crisol del aporte indígena, negro,  criollo y mestizo”, subrayó.

Poco respaldo del municipio
Jaime Pérez Parodi, quien se encarga de los permisos con la Secretarías de Tránsito y de Gobierno, aseguró que este año la administración municipal sólo otorgó tres millones de pesos para la celebración del Corpus Christi en Valledupar, lo cual cataloga como un aporte exiguo porque son tres danzas y cada una de ellas tiene más de 15 diablos, y la sola música cuesta millón 500 mil pesos.

“Yo no sé porque la cultura en Valledupar hay que mendigarla. Hemos estado tocando puertas de amigos para que nos ayuden porque es una tradición que genera gastos. Hay que pagar ensayos. Ellos necesitan un acordeonero y un cajero”, acotó.

Sin embargo, la Casa de la Cultura Municipal, a través de una misiva, indicó que apoyaba las festividades tradicionales de Valledupar, entre ellas el inicio del Corpus Christi, con la denominada Danza de los Diablitos, Negros y Cucambas, que recorre las calles de Valledupar, con atuendos autóctonos de los ritos y leyendas del Valle del Cacique Upar, durante los días sábado 28 y domingo 29.

Celebración en Valledupar
El presbítero Jesús Torres Ariza recordó que esta celebración antiguamente se realizaba el segundo jueves después de Pentecostés, fecha que aún se conserva en el corregimiento de Atánquez, pero la Conferencia Episcopal Colombiana lo trasladó al segundo domingo después de Pentecostés.

El sábado, el diablo mayor que encarnado por Silvio Jiménez, hace un recorrido de una hora, va a la Iglesia y al Convento de Valledupar. El domingo desde las 8:00 a. m. hasta las 7:00 p. m. se realizan celebraciones eucarísticas y un recorrido por la ciudad.

Historia
Frente al tema, el gestor cultural Carlos Calderón explicó que “en el Caribe colombiano, la celebración del Corpus Christi empezó a darse en la subregión de Mompox, desde donde se fue replicando por diversos pueblos, de distintas maneras. Como resultado del sincretismo entre esta tradición católica y las creencias indígenas que se resistían a dejar su culto propio, surgen expresiones como las danzas de Cucambas y danzas de Diablos en el marco del Corpus Christi”.

Subrayó que el “Corpus Christi fue concebida en el siglo XIII por Santo Tomás de Aquino como una celebración festiva de la eucaristía, que transmitía un mensaje sencillo: el triunfo del poder divino contra las fuerzas oscuras, en ese entonces asociadas con la Reforma proclamada por Martín Lutero”.

El Corpus Christi es una tradición que se mantiene con fuerza en El Molino, La Guajira, antiguo territorio Chimila, y Atánquez, resguardo de los Kankuamos.

La danza de Corpus Christi, un ritual católico de origen medieval traído por los conquistadores europeos desde los primeros años de su presencia en América, a pesar de ser una fiesta católica, es también un ritual que ha preservado una memoria ancestral.
DATO
Corpus Christi es una palabra en latín que significa Cuerpo de Cristo o Solemnidad del Cuerpo y la Sangre de Cristo. Es una fiesta de la Iglesia Católica destinada a celebrar la eucaristía. Su principal finalidad es proclamar y aumentar la fe de los católicos en la presencia real de Jesucristo en el Santísimo Sacramento.

Annelise Barriga Ramírez/EL PILÓN

 

 

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26 mayo, 2016

Corpus Christi, una tradición que sigue vigente

En el corregimiento de Atánquez hoy se celebra el Corpus Christi. En Valledupar se conmemorará este fin de semana.


El corregimiento de Atánquez y el municipio de Valledupar son algunas de las pocas poblaciones del país donde aún se conserva la tradición del Corpus Christi. Archivo/EL PILÓN
El corregimiento de Atánquez y el municipio de Valledupar son algunas de las pocas poblaciones del país donde aún se conserva la tradición del Corpus Christi. Archivo/EL PILÓN
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El corregimiento de Atánquez hoy ‘se viste de fiesta’ con la tradicional celebración del Corpus Christi, que según las personas que la practican encierra el simbolismo religioso de la lucha del bien contra el mal.

Aquí se dan cita cucambas (seres que cubren su cabeza con plumas y cintas de colores y su cuerpo con palma de iraca. Su baile asemeja el aleteo de los pájaros de la Sierra Nevada), negros y diablos para danzar por las calles principales y darle vida a esta conmemoración que fue instituida en la edad media.

El párroco Jesús Alberto Torres Ariza manifestó que “el Corpus Christi es una fiesta posterior a Pentecostés, que hace alusión a la presencia del Señor Jesús en el sacramento de la eucaristía. Actualmente se desarrolla con mucha solemnidad en toda la Iglesia, normalmente es acompañada con una procesión. Es una tradición hermosa que muestra un gran amor por la eucaristía que se representa con danzas, cantos y vestimentas particulares”.

Explicó que las personificaciones hacen parte de la tradición propia de la cultura popular. “La tradición oral afirma que un día el Santísimo Sacramento estaba expuesto en la Iglesia y el diablo llegó a profanar las sagradas imágenes, en ese instante estaba un pajarito en la Iglesia, que es la Cucamba, que se da cuenta de ello y sale volando a avisarle a los negros para que vinieran a defender al Santísimo”, rememoró.

Por su parte, el gestor cultural, Jaime Pérez Parodi, afirmó que es una tradición que trajeron los españoles, que consta más de 400 años, la cual se conserva en el país en Atánquez, La Paz y Valledupar, Cesar; El Molino, La Guajira; y Mompox, Bolívar.

Entre tanto, la investigadora Giomar Lucía Guerra Bonilla, explicó que en la procesión del Corpus Christi se fusionan elementos étnicos, religiosos e históricos. Las cucambas representan a los nativos, los diablos la influencia española y los negritos la participación africana o afroamericana.

“Las festividades religiosas católicas traídas por los españoles  fusionadas con ceremoniales aborígenes y africanos crearon nuevas expresiones, ligadas a manifestaciones ancestrales, creándose un sentimiento de arraigo que ha permitido encontrar razón de ser a los participantes al lograr  identificarse con las raíces, al reconocerse en la tradición y permitirles afianzarse en el presente y proyectarse  al futuro. Festividades como éstas se forjaron en el  crisol del aporte indígena, negro,  criollo y mestizo”, subrayó.

Poco respaldo del municipio
Jaime Pérez Parodi, quien se encarga de los permisos con la Secretarías de Tránsito y de Gobierno, aseguró que este año la administración municipal sólo otorgó tres millones de pesos para la celebración del Corpus Christi en Valledupar, lo cual cataloga como un aporte exiguo porque son tres danzas y cada una de ellas tiene más de 15 diablos, y la sola música cuesta millón 500 mil pesos.

“Yo no sé porque la cultura en Valledupar hay que mendigarla. Hemos estado tocando puertas de amigos para que nos ayuden porque es una tradición que genera gastos. Hay que pagar ensayos. Ellos necesitan un acordeonero y un cajero”, acotó.

Sin embargo, la Casa de la Cultura Municipal, a través de una misiva, indicó que apoyaba las festividades tradicionales de Valledupar, entre ellas el inicio del Corpus Christi, con la denominada Danza de los Diablitos, Negros y Cucambas, que recorre las calles de Valledupar, con atuendos autóctonos de los ritos y leyendas del Valle del Cacique Upar, durante los días sábado 28 y domingo 29.

Celebración en Valledupar
El presbítero Jesús Torres Ariza recordó que esta celebración antiguamente se realizaba el segundo jueves después de Pentecostés, fecha que aún se conserva en el corregimiento de Atánquez, pero la Conferencia Episcopal Colombiana lo trasladó al segundo domingo después de Pentecostés.

El sábado, el diablo mayor que encarnado por Silvio Jiménez, hace un recorrido de una hora, va a la Iglesia y al Convento de Valledupar. El domingo desde las 8:00 a. m. hasta las 7:00 p. m. se realizan celebraciones eucarísticas y un recorrido por la ciudad.

Historia
Frente al tema, el gestor cultural Carlos Calderón explicó que “en el Caribe colombiano, la celebración del Corpus Christi empezó a darse en la subregión de Mompox, desde donde se fue replicando por diversos pueblos, de distintas maneras. Como resultado del sincretismo entre esta tradición católica y las creencias indígenas que se resistían a dejar su culto propio, surgen expresiones como las danzas de Cucambas y danzas de Diablos en el marco del Corpus Christi”.

Subrayó que el “Corpus Christi fue concebida en el siglo XIII por Santo Tomás de Aquino como una celebración festiva de la eucaristía, que transmitía un mensaje sencillo: el triunfo del poder divino contra las fuerzas oscuras, en ese entonces asociadas con la Reforma proclamada por Martín Lutero”.

El Corpus Christi es una tradición que se mantiene con fuerza en El Molino, La Guajira, antiguo territorio Chimila, y Atánquez, resguardo de los Kankuamos.

La danza de Corpus Christi, un ritual católico de origen medieval traído por los conquistadores europeos desde los primeros años de su presencia en América, a pesar de ser una fiesta católica, es también un ritual que ha preservado una memoria ancestral.
DATO
Corpus Christi es una palabra en latín que significa Cuerpo de Cristo o Solemnidad del Cuerpo y la Sangre de Cristo. Es una fiesta de la Iglesia Católica destinada a celebrar la eucaristía. Su principal finalidad es proclamar y aumentar la fe de los católicos en la presencia real de Jesucristo en el Santísimo Sacramento.

Annelise Barriga Ramírez/EL PILÓN