El coronel retirado Publio Hernán Mejía Gutiérrez se declaró inocente durante la audiencia de cierre del juicio adversarial transicional en la JEP, celebrado este martes 5 de agosto en Valledupar. El excomandante del Batallón La Popa enfrentó los alegatos finales de la Fiscalía, la defensa y los representantes de las víctimas, en el marco del Caso 03 sobre asesinatos y desapariciones forzadas presentados como bajas en combate.
“No soy el victimario de ustedes”, expresó Mejía al hacer uso de su derecho a la última palabra. En su intervención, aseguró que ya pagó con creces por un delito que no cometió. “Estuve 10 años preso, perdí mi carrera, mi familia, todo. Pero no entregaré mi honor ni mi verdad”. También denunció que fue maltratado y estigmatizado durante el proceso. “Me llevaron a La Picota estando uniformado como coronel. Ha sido un viacrucis”, indicó.
Fiscalía pide pena máxima: 20 años de cárcel
Durante los alegatos finales, el fiscal Samuel Serrano Galvis, de la Unidad de Investigación y Acusación, argumentó que Mejía estructuró un aparato criminal dentro del Batallón La Popa, en alianza con paramilitares del frente Mártires del Cesar de las AUC. “Se trató de una práctica sistemática. No fueron errores ni excesos. Fueron asesinatos de civiles presentados como bajas legítimas”, sostuvo.
El fiscal recordó que hay 35 hechos documentados con 72 víctimas, y pidió imponer la pena máxima: 20 años de privación efectiva de la libertad, como castigo por crímenes graves y sistemáticos. En un gesto simbólico, Serrano leyó los nombres de las víctimas uno por uno, “para devolverles su dignidad”.
Los representantes de las víctimas también fueron enfáticos. “Esto no fue un hecho aislado, fue una práctica sistemática”, señaló el abogado Sebastián Escobar, mientras que su colega Daniela Rodríguez aseguró que las víctimas eran en su mayoría campesinos, jóvenes y miembros de comunidades étnicas, traicionados por el Ejército.
Defensa: “Es un soldado de honor”
Por su parte, el abogado Germán Navarrete, defensor de Hernán Mejía, defendió su inocencia y aseguró que el oficial fue víctima de una maniobra política al ser trasladado intempestivamente a La Popa. “Era uno de los oficiales más condecorados del país. Si no lo hubieran enviado allí, sería general”.
Además, cuestionó la credibilidad de los testigos en su contra, llamándolos “una caterva de mentirosos y criminales confesos”, quienes, según él, buscan beneficios a costa del coronel.
Con la finalización de los alegatos, la Sección de Ausencia de Reconocimiento de Verdad de la JEP tiene un plazo de 60 días hábiles para emitir sentencia. En ella, se decidirá si el coronel retirado Publio Hernán Mejía es absuelto o condenado. De ser hallado culpable, enfrentaría hasta 20 años de cárcel, sin beneficios de sanción propia, por no haber reconocido responsabilidad.
La audiencia concluyó con la intervención del procurador delegado ante la JEP, Fernando Burgos, quien destacó que el proceso cumplió con todas las garantías legales. “Aquí se respetó la presunción de inocencia, el debido proceso y la doble instancia. La justicia transicional está funcionando”, dijo.
