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Columnista - 14 julio, 2021

Coronaviejo

La vejez es la mejor inversión de una sociedad, por el cúmulo de conocimientos y la experiencia, que es la madre de todas las ciencias. Se hacían conjeturas cuando apareció el coronavirus en marzo de 2020, llamado coloquialmente “coronaviejo”, porque aparentemente el SARS-CoV-2, responsable del covid-19, únicamente mataba a los viejos. La ciencia evolucionó en […]

La vejez es la mejor inversión de una sociedad, por el cúmulo de conocimientos y la experiencia, que es la madre de todas las ciencias. Se hacían conjeturas cuando apareció el coronavirus en marzo de 2020, llamado coloquialmente “coronaviejo”, porque aparentemente el SARS-CoV-2, responsable del covid-19, únicamente mataba a los viejos.

La ciencia evolucionó en medio de la pandemia y demostró que el virus era letal en cualquier edad, pero siendo más vulnerables los mayores de 60 años, al bajar las defensas, entendible al debilitarse el sistema inmunológico y aumentar las comorbilidades por el desgaste del tiempo y del uso.

Tampoco es cierto que la vacuna se haya descubierto en un tiempo récord de 10 meses, tal y como lo aclaró en el diario EL PILÓN el neurocientífico vallenato Fernando Dangond Castro, al explicar que esta tecnología no se desarrolló de la noche a la mañana, y aclarar que es el resultado de muchos años de trabajo de científicos alrededor del mundo, ya que antes aparecieron el SARS-CoV-1 y el MERS, de la misma familia de virus, lo que indica de que ya había avances sobre el particular, pero que no fue posible implementar en su momento debido a que los virus previos desaparecieron relativamente rápido, estudios clínicos que permitieron verificar la efectividad de la vacuna.

Lo inaudito es que haya gente capacitada que lo ponga en duda y quiera desconocer la proeza del descubrimiento del biológico para evitar que se extinga la especie humana, cuando llegan a aseverar que “los científicos vendieron protección e inmunidad, pero si se les cuestiona se ponen bravos y acusan de desinformar. Hacen hincapié en que la vacunación no te salva de la enfermedad, ni es cierto que si te contagias será solo leve”, es decir, contradicen a la misma ciencia, negación absurda que por su alta carga de desinformación y teorías conspirativas hacen más difícil ralentizar y controlar la pandemia.

Hay que cerrar brechas y conquistar espacios de democracia con inteligencia inmaterial y docentes del premio Nobel, tarea que se acomete a través del WhatsApp ‘Valledupar Somos Todos’, de la mano del colosal hombre de ciencias Rafael Valle, médico internista, reumatólogo, inmunólogo e investigador de Harvard, equipo con rigor de estudio, donde el conocimiento y el respeto por el disenso se convierte en un predicamento viral que ya llega a los 5 continentes, forma de contribuir con el aporte de un granito de arena a atenuar esta hecatombe mundial.

Columnista
14 julio, 2021

Coronaviejo

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Miguel Aroca Yepez

La vejez es la mejor inversión de una sociedad, por el cúmulo de conocimientos y la experiencia, que es la madre de todas las ciencias. Se hacían conjeturas cuando apareció el coronavirus en marzo de 2020, llamado coloquialmente “coronaviejo”, porque aparentemente el SARS-CoV-2, responsable del covid-19, únicamente mataba a los viejos. La ciencia evolucionó en […]


La vejez es la mejor inversión de una sociedad, por el cúmulo de conocimientos y la experiencia, que es la madre de todas las ciencias. Se hacían conjeturas cuando apareció el coronavirus en marzo de 2020, llamado coloquialmente “coronaviejo”, porque aparentemente el SARS-CoV-2, responsable del covid-19, únicamente mataba a los viejos.

La ciencia evolucionó en medio de la pandemia y demostró que el virus era letal en cualquier edad, pero siendo más vulnerables los mayores de 60 años, al bajar las defensas, entendible al debilitarse el sistema inmunológico y aumentar las comorbilidades por el desgaste del tiempo y del uso.

Tampoco es cierto que la vacuna se haya descubierto en un tiempo récord de 10 meses, tal y como lo aclaró en el diario EL PILÓN el neurocientífico vallenato Fernando Dangond Castro, al explicar que esta tecnología no se desarrolló de la noche a la mañana, y aclarar que es el resultado de muchos años de trabajo de científicos alrededor del mundo, ya que antes aparecieron el SARS-CoV-1 y el MERS, de la misma familia de virus, lo que indica de que ya había avances sobre el particular, pero que no fue posible implementar en su momento debido a que los virus previos desaparecieron relativamente rápido, estudios clínicos que permitieron verificar la efectividad de la vacuna.

Lo inaudito es que haya gente capacitada que lo ponga en duda y quiera desconocer la proeza del descubrimiento del biológico para evitar que se extinga la especie humana, cuando llegan a aseverar que “los científicos vendieron protección e inmunidad, pero si se les cuestiona se ponen bravos y acusan de desinformar. Hacen hincapié en que la vacunación no te salva de la enfermedad, ni es cierto que si te contagias será solo leve”, es decir, contradicen a la misma ciencia, negación absurda que por su alta carga de desinformación y teorías conspirativas hacen más difícil ralentizar y controlar la pandemia.

Hay que cerrar brechas y conquistar espacios de democracia con inteligencia inmaterial y docentes del premio Nobel, tarea que se acomete a través del WhatsApp ‘Valledupar Somos Todos’, de la mano del colosal hombre de ciencias Rafael Valle, médico internista, reumatólogo, inmunólogo e investigador de Harvard, equipo con rigor de estudio, donde el conocimiento y el respeto por el disenso se convierte en un predicamento viral que ya llega a los 5 continentes, forma de contribuir con el aporte de un granito de arena a atenuar esta hecatombe mundial.