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Columnista - 11 febrero, 2024

 ¡Contrastes!

Es hora de cambiar la matriz energética apostándole a las energías limpias. El COP 28 se impuso la tarea de reducir las emisiones netas de dióxido de carbono a cero.

En el marco del pasado COP 28 cuyo país anfitrión fue Dubai, y que no contó con la presencia del papa Francisco, dado su delicado estado de salud que, dicho sea de paso, tiene en vilo al mundo católico; muchos fueron los países que asistieron, pero una vez más se evidencia el poco compromiso de los Estados, frente a la crisis climática generada por las emisiones de gases de efecto invernadero entre otros factores. Pareciera que no hay consciencia de la gravedad del problema. Los avances que en materia ambiental se han logrado hasta ahora, son insuficientes. 

En ese contexto. Colombia aparece enarbolando la bandera blanca de la paz ambiental, señalándole al mundo que la transición hacia las energías limpias, no da espera, que hay que hacer esfuerzos para no depender de los combustibles fósiles (descarbonizar la economía), como lo propone nuestro presidente Gustavo Petro, quien además sugiere a los países industrializados, permitir pagar la deuda pública con acciones climáticas (¡!).

El calentamiento global que estamos viviendo va en aumento, las sequías y escasez de agua nos ponen a puertas de racionamientos en la energía eléctrica, por lo que se debe acelerar la transición hacia las energías limpias, para no seguir dependiendo del petróleo, gas y carbón. Esa es la apuesta de este Gobierno, que contrasta con la posición de muchos que desean que nuestra economía siga dependiendo de los combustibles fósiles, que, desde luego, actualmente ocupa el primer renglón de nuestra economía, pues somos el quinto país exportador de carbón a nivel mundial.

No obstante, no hay que olvidar que Venezuela es el país con mayores reservas probadas de petróleo en el mundo, y podríamos intercambiar la energía eléctrica producto de las energías limpias, a cambio de petróleo, evitando la dañina explotación minera en suelo propio a través de la lesiva fracturación hidráulica, y de paso se reactivaría la agroindustria, junto con el turismo, pues Colombia tiene mucho para mostrar al mundo. Sus montañas, mares, ríos, lagunas y ciénagas, su gastronomía, sus diferentes expresiones folclóricas, su fauna y flora, etc.

Es hora de cambiar la matriz energética apostándole a las energías limpias. El COP 28 se impuso la tarea de reducir las emisiones netas de dióxido de carbono a cero, para el año 2050 es imperioso y urgente, ¡el planeta lo pide a gritos!  

Nota de cierre: Lamentamos profundamente la partida hacia la eternidad de nuestro querido amigo Alberto Freddy Pumarejo Valle, galeno de profesión ¡Descansa en Paz, Yoyo!

Por Darío Arregocés Baute[email protected].

Columnista
11 febrero, 2024

 ¡Contrastes!

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Dario Arregoces

Es hora de cambiar la matriz energética apostándole a las energías limpias. El COP 28 se impuso la tarea de reducir las emisiones netas de dióxido de carbono a cero.


En el marco del pasado COP 28 cuyo país anfitrión fue Dubai, y que no contó con la presencia del papa Francisco, dado su delicado estado de salud que, dicho sea de paso, tiene en vilo al mundo católico; muchos fueron los países que asistieron, pero una vez más se evidencia el poco compromiso de los Estados, frente a la crisis climática generada por las emisiones de gases de efecto invernadero entre otros factores. Pareciera que no hay consciencia de la gravedad del problema. Los avances que en materia ambiental se han logrado hasta ahora, son insuficientes. 

En ese contexto. Colombia aparece enarbolando la bandera blanca de la paz ambiental, señalándole al mundo que la transición hacia las energías limpias, no da espera, que hay que hacer esfuerzos para no depender de los combustibles fósiles (descarbonizar la economía), como lo propone nuestro presidente Gustavo Petro, quien además sugiere a los países industrializados, permitir pagar la deuda pública con acciones climáticas (¡!).

El calentamiento global que estamos viviendo va en aumento, las sequías y escasez de agua nos ponen a puertas de racionamientos en la energía eléctrica, por lo que se debe acelerar la transición hacia las energías limpias, para no seguir dependiendo del petróleo, gas y carbón. Esa es la apuesta de este Gobierno, que contrasta con la posición de muchos que desean que nuestra economía siga dependiendo de los combustibles fósiles, que, desde luego, actualmente ocupa el primer renglón de nuestra economía, pues somos el quinto país exportador de carbón a nivel mundial.

No obstante, no hay que olvidar que Venezuela es el país con mayores reservas probadas de petróleo en el mundo, y podríamos intercambiar la energía eléctrica producto de las energías limpias, a cambio de petróleo, evitando la dañina explotación minera en suelo propio a través de la lesiva fracturación hidráulica, y de paso se reactivaría la agroindustria, junto con el turismo, pues Colombia tiene mucho para mostrar al mundo. Sus montañas, mares, ríos, lagunas y ciénagas, su gastronomía, sus diferentes expresiones folclóricas, su fauna y flora, etc.

Es hora de cambiar la matriz energética apostándole a las energías limpias. El COP 28 se impuso la tarea de reducir las emisiones netas de dióxido de carbono a cero, para el año 2050 es imperioso y urgente, ¡el planeta lo pide a gritos!  

Nota de cierre: Lamentamos profundamente la partida hacia la eternidad de nuestro querido amigo Alberto Freddy Pumarejo Valle, galeno de profesión ¡Descansa en Paz, Yoyo!

Por Darío Arregocés Baute[email protected].