La suma de múltiples factores mantiene los precios internacionales del aceite de palma al alza, en niveles que no observados en muchos años. Mayores compras por parte de China, el avance de la vacunación en economías desarrolladas, menores inventarios de oleaginosas y los elevados niveles de liquidez en EE. UU. siguen dando soporte a los precios. Adicionalmente, contrario a lo sucedido en otras épocas, aun con el aumento del diferencial entre los precios de los aceites vegetales  y el diésel, muchos gobiernos han mantenido el apoyo al uso del biodiesel.

Con ese párrafo inicia el informe de la Dirección de Investigaciones Económicas, Sectoriales y de Mercado, un área de investigación y análisis del Grupo Bancolombia, sobre la cadena del aceite de palma. Contrario al carbón, la otra industria del departamento del Cesar, la palma de aceite ha registrado números positivos durante la pandemia.

El informe agrega que el precio del petróleo es un factor cada vez más relevante, y buena parte de la explicación se encuentra en Indonesia. “Este país, el principal productor de aceite de palma, ha decidido seguir apoyando un programa de mezcla de biodiesel al 30 % (B30), y ya algunos hablan del próximo B40. Una iniciativa de este tipo requiere recursos que alivien el mayor costo del biodiesel comparado con el diésel, y la fórmula aplicada en este país ha sido vía impuestos a la exportación de aceite de palma, que en el agregado han llegado a alrededor de USD350 por tonelada. Malasia, segundo productor, tiene en sus planes masificar un B20, pero el interrogante estará en la fuente de dichos recursos, y la estabilidad del programa”, señala el informe.

Inicio de 2021: buenos precios con un retroceso en la producción. Con una producción de 1,56 MM de toneladas de aceite de palma, el sector creció 2 % el año pasado, pero las cifras a febrero de este año muestran un retroceso de casi un 12 %.

En cuanto a los precios locales, el comportamiento ha sido más consistente; después de un aumento del 26 % en 2020, el periodo enero-marzo muestra un crecimiento de casi 23 % comparado con el mismo periodo del año anterior.

Según explicó a EL PILÓN, tiempo atrás, el vicepresidente del Grupo Oleoflores, Carlos José Murgas, el sector registró resultados positivos durante el 2020. “Somos un producto nacional que se consume en todos los hogares. El negocio de los alimentos y biocombustibles camina haya o no pandemia. El sector palmicultor del Cesar, con sus 89.000 hectáreas, no paró un solo día, todo se pudo vender. Cuando tuvimos el pico alto de producción exportamos el aceite a Europa”, señaló Murgas. 

BIODIESEL

El documento de la Dirección agrega que la recuperación en precios del biodiesel ha ayudado a compensar el menor volumen de mercado. “Aunque las ventas de combustibles vienen mejorando en el país, no es un secreto que la movilidad y la afectación económica disminuyó las ventas de diésel durante 2020 y, por ende, de biodiesel (-8%). La parte positiva de la ecuación para el  sector es que, a partir de la recuperación en los precios internacionales del aceite de palma y el petróleo, la fórmula de precios para el biodiesel se ha ido actualizando al alza desde finales del año pasado, pasando de un promedio de COP12.144/galón en 2020 a un valor que a marzo de este año se promediaba por encima de COP14.500/ galón. Mejora en rentabilidad del negocio palmero: el momento preciso para invertir en productividad”.

Sostienen, además, que en la medida en que ha crecido la producción de aceite de palma en Colombia, un mayor porcentaje de las ventas se ha destinado a la exportación. “Esa tendencia nos irá conectando cada vez más con el mercado internacional, en el cual somos tomadores de precios y, por ende, la inversión en productividad será clave para cuando el ciclo vuelva a la baja”.

En el Cesar, en doce años, se triplicaron las hectáreas de palma de aceite hasta llegar a las 94.594 hectáreas sembradas en el 2018, según el Ministerio de Agricultura.

Por eso, el Cesar es el segundo departamento más importante del país en este mercado, solo por detrás del Meta, que por su extensión es el principal productor. En esa extensión, nuestro departamento produce el 18,4 % de la producción de aceite de palma crudo del país.

Incluso, el Cesar está dividido en dos zonas: los municipios de norte y centro en la Zona Norte, en la cual junto a otros 8 departamentos, hay 131.936  hectáreas sembradas.  Y los municipios del sur están en la Zona Central, donde hay 8 departamentos y 175.708 hectáreas de palma sembradas.

Por Redacción