La Contraloría Municipal de Valledupar adelantó una auditoria a la Empresa de Servicio Públicos de Valledupar, donde se revisaron los componentes financieros, contractuales, ambientales, evaluación de control interno y atención a quejas, lo que dejó como resultado 31 hallazgos administrativos, 27 disciplinarios, 3 penales y 10 fiscales por valor de $88.532.651.553.

Según las conclusiones del equipo auditor, este balance de la vigencia 2015, es desfavorable, toda vez que se continúan con las deficiencias en los procesos financieros y sobre todo en la aplicación de procedimientos en general.

La cartera de la empresa, a corte 31 de diciembre de 2015, ascendió a 49.064 millones de pesos, de los cuales se encuentran clasificados como deuda a cobrar corriente solo 15.272 millones y se encuentra clasificada como cuenta de difícil cobro en la suma de 33.792 millones.

“Este hallazgo se origina principalmente por las malas prácticas en la prestación del servicio, como es el caso de la no medición del consumo de agua potable. El silencio administrativo y la ruptura del principio de solidaridad han dado al traste con la precaria situación financiera de la entidad, pues no ha acertado en el diseño e implementación de políticas que contribuyan a mejorar el recaudo de la cartera”, dijo el contralor Álvaro Castilla.

Otro de los hallazgos está relacionado con los gastos asociados a convenciones colectivas que se encuentran conexos en la vigencia auditada, los cuales ascendieron a $4.619.954.926 donde los rubros más influyentes fueron: auxilio de transporte que legalmente correspondía a $17.760.000 y se pagaron por convención $347.259.813 adicionales.

Los auditores de la Contraloría también realizaron una inspección técnica a la planta de tratamiento de agua potable, en compañía de personal experto, donde se evidenció la existencia de graves irregularidades en el manejo industrial del agua que se consume en Valledupar. Se destaca el indebido almacenamiento y manipulación de los elementos químicos por parte de los operarios de la planta de tratamiento, que puede conllevar a un accidente con fatales consecuencias.

“Las plantas dosificadoras de los químicos se encuentran fuera de servicio, por tal razón estos se vierten al agua al ojo contando solo con la experiencia empírica de los operarios, es decir, el tratamiento se hace de manera rudimentaria”, acotó el contralor.

En la auditoría realizada a Emdupar por parte de la Contraloría Municipal se develaron 31 hallazgos administrativos, 27 disciplinarios, 3 penales y 10 fiscales por valor de $88.532.651.553.

Andreina Bandera / EL PILÓN
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