En Curumaní Lentamente, pero a paso firme, avanza la reconstrucción de la Parroquia de la Virgen del Carmen que se desplomó a comienzos del mes de marzo del año anterior, minutos después de que los fieles terminaron una cadena de oración en ese templo de más de 35 años. Según expertos en arquitectura moderna, las […]
En Curumaní
Lentamente, pero a paso firme, avanza la reconstrucción de la Parroquia de la Virgen del Carmen que se desplomó a comienzos del mes de marzo del año anterior, minutos después de que los fieles terminaron una cadena de oración en ese templo de más de 35 años.
Según expertos en arquitectura moderna, las vigas de sostenimiento del techo, la cúpula frontal y las paredes laterales, se vivieron al suelo porque el maestro de obra que la remodelaba no reforzó la seguridad y, debido a ello, los pocos puntales cedieron ante el peso de un techo sin columnas sólidas.
Aunque las autoridades religiosas no se pronunciaron al respecto, se presume que el desplome de la parroquia de la Virgen del Carmen se debió a la humedad de las bases y a la falta de columnas de sostenimiento.
De acuerdo con el encargado de la restauración del Templo, Jairo Escorcia, tal parece que las cerchas que sostenían el techo de Eternit no aguantaron el peso y todo se vino abajo.
Por su parte, Mercedes Aguilar Moreno, una de las feligreses más devota de la Virgen del Carmen, dijo: “nos hemos quedado sin nuestro templo por más de un año, no sé qué ha pasado, pero algo raro hubo allí, porque el día que se cayó el techo y las paredes habíamos terminado una oración dedicada a todos los files y cuando salimos, la iglesia se cayó en su mayoría”.
Por ahora, todos los feligreses de Curumaní trabajan en un solo sentido para restaurar el templo que durante años ha servido de casa de oración para todos los seguidores de la Virgen María.
Otro habitante de Curumaní dijo que, “lo que pasa es que la iglesia fue construida en una parte baja y húmeda, donde el agua lluvia se empoza y provoca charcos permanentes; aparte de eso, la parroquia no tenía columnas de concreto y las paredes se encontraban sueltas, razón por la cual en la reconstrucción se han tenido en cuenta todos esos detalles”.
En Curumaní Lentamente, pero a paso firme, avanza la reconstrucción de la Parroquia de la Virgen del Carmen que se desplomó a comienzos del mes de marzo del año anterior, minutos después de que los fieles terminaron una cadena de oración en ese templo de más de 35 años. Según expertos en arquitectura moderna, las […]
En Curumaní
Lentamente, pero a paso firme, avanza la reconstrucción de la Parroquia de la Virgen del Carmen que se desplomó a comienzos del mes de marzo del año anterior, minutos después de que los fieles terminaron una cadena de oración en ese templo de más de 35 años.
Según expertos en arquitectura moderna, las vigas de sostenimiento del techo, la cúpula frontal y las paredes laterales, se vivieron al suelo porque el maestro de obra que la remodelaba no reforzó la seguridad y, debido a ello, los pocos puntales cedieron ante el peso de un techo sin columnas sólidas.
Aunque las autoridades religiosas no se pronunciaron al respecto, se presume que el desplome de la parroquia de la Virgen del Carmen se debió a la humedad de las bases y a la falta de columnas de sostenimiento.
De acuerdo con el encargado de la restauración del Templo, Jairo Escorcia, tal parece que las cerchas que sostenían el techo de Eternit no aguantaron el peso y todo se vino abajo.
Por su parte, Mercedes Aguilar Moreno, una de las feligreses más devota de la Virgen del Carmen, dijo: “nos hemos quedado sin nuestro templo por más de un año, no sé qué ha pasado, pero algo raro hubo allí, porque el día que se cayó el techo y las paredes habíamos terminado una oración dedicada a todos los files y cuando salimos, la iglesia se cayó en su mayoría”.
Por ahora, todos los feligreses de Curumaní trabajan en un solo sentido para restaurar el templo que durante años ha servido de casa de oración para todos los seguidores de la Virgen María.
Otro habitante de Curumaní dijo que, “lo que pasa es que la iglesia fue construida en una parte baja y húmeda, donde el agua lluvia se empoza y provoca charcos permanentes; aparte de eso, la parroquia no tenía columnas de concreto y las paredes se encontraban sueltas, razón por la cual en la reconstrucción se han tenido en cuenta todos esos detalles”.