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Columnista - 19 agosto, 2010

Contaminación ambiental peligrosa

Algo sobre Por: José Romero Churio En estos días me entregaron un pequeño volante, en el cual uno de los muchos aspirantes a la alcaldía de Valledupar, advierte a su población sobre las enfermedades que producen las antenas de telefonía móvil, que según la Organización Mundial de la salud (OMS) son más de veinte, entre […]

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Algo sobre

Por: José Romero Churio

En estos días me entregaron un pequeño volante, en el cual uno de los muchos aspirantes a la alcaldía de Valledupar, advierte a su población sobre las enfermedades que producen las antenas de telefonía móvil, que según la Organización Mundial de la salud (OMS) son más de veinte, entre las cuales menciona el aborto, el cáncer, la baja fecundación, la depresión (causal de suicidio), la frigidez, la migraña y la malformación fetal.

A la vez, invita a la gente a que le firme un consentimiento para el inicio del trámite de demanda que exige el proceso de retiro de tales antenas instaladas en varios barrios de la ciudad. También ofrece hacer peticiones ante la Registraduría para la entrega de las nuevas cédulas ya solicitadas, instaurar reclamos y quejas para que no pague servicios públicos domiciliarios facturados sin medidor; en fin, corregir los abusos que a menudo cometen las empresas prestadoras de estos servicios y hasta interponer tutelas cuando violen derechos fundamentales.
Aunque esta es una publicidad política populista, ya que el aspirante de marras, en el mismo volante, solicita el favor de que lo apoyen firmándole las planillas para inscribir su movimiento “El Pueblo Elige” que le permita postularse como candidato a la alcaldía del periodo 2012-2015, cuya elección se realizará el 30 de octubre de 2011.
No se debe ignorar su mensaje concerniente a las antenas de celulares móviles, que a pesar de que producen efectos sobre la salud, los numerosos estudios científicos que se han realizado al respecto aún no han definido que tan perjudiciales son, ni cuales son los niveles límites de radiación permisibles.
Hay consenso en que las antenas en un contorno de 3 a 6 metros mantienen niveles altos de  ondas electromagnéticas y por ende serían perjudiciales para el cuerpo humano, ya que producen efecto térmico o calentamiento en el organismo de quienes están o vivan cerca. Por esto colocan vallas alrededor de las antenas para que la gente no se aproxime a ellas. Sin embargo, esto no elimina el riesgo de que produzcan enfermedades, teniendo en cuenta a los que residen en los barrios donde están instaladas dichas antenas, sobre todo los más cercanos a sus instalaciones, quienes reciben continuamente sus emisiones electromagnéticas altas de radiación y, entonces, que decir de las personas con marcapasos, que pueden ser interferidos por las ondas emitidas por las antenas, incluso en niveles bajos.
En consecuencia, el perjuicio puede sobrevenir con las exposiciones a largo plazo, cuando las personas trabajan, duermen, estudian cerca de antenas de telefonía móvil.
Expertos en el campo de telecomunicaciones han alertado que estas antenas pueden producir efectos nocivos en un perímetro de hasta 500 metros y – por consiguiente- las recientes recomendaciones de la OMS sugieren su distanciamiento a lugares deshabitados por lo menos retirados  a la anterior longitud. Así lo están haciendo en países desarrollados como Suiza, Suecia, Canadá y Australia entre otros.
Asimismo, algunas investigaciones científicas han deducido que poblaciones expuestas de forma continua a niveles de radiación similares a las emitidas por las antenas de telefonía móvil podrían aumentar los abortos, originar alteraciones en el ADN, perturbar la actividad eléctrica del cerebro y disminuir su melatonina, crear síndrome de fatiga crónica, bajar las defensas inmunológicas, producir tumores cerebrales y leucemia infantil, que niños y ancianos serían los más afectados por la exposición prolongada.

Bajo esta perspectiva, la telefonía móvil le ha proporcionado a la humanidad una gran facilidad en su comunicación, que se sabe no va abandonar, pero le corresponde tomar las precauciones para minimizar  sus consecuencias nocivas, y así como les da gran rentabilidad a las empresas que las explotan no deberían escatimar la inversión para mantener un ambiente menos contaminado.

Columnista
19 agosto, 2010

Contaminación ambiental peligrosa

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
José Romero Churio

Algo sobre Por: José Romero Churio En estos días me entregaron un pequeño volante, en el cual uno de los muchos aspirantes a la alcaldía de Valledupar, advierte a su población sobre las enfermedades que producen las antenas de telefonía móvil, que según la Organización Mundial de la salud (OMS) son más de veinte, entre […]


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Por: José Romero Churio

En estos días me entregaron un pequeño volante, en el cual uno de los muchos aspirantes a la alcaldía de Valledupar, advierte a su población sobre las enfermedades que producen las antenas de telefonía móvil, que según la Organización Mundial de la salud (OMS) son más de veinte, entre las cuales menciona el aborto, el cáncer, la baja fecundación, la depresión (causal de suicidio), la frigidez, la migraña y la malformación fetal.

A la vez, invita a la gente a que le firme un consentimiento para el inicio del trámite de demanda que exige el proceso de retiro de tales antenas instaladas en varios barrios de la ciudad. También ofrece hacer peticiones ante la Registraduría para la entrega de las nuevas cédulas ya solicitadas, instaurar reclamos y quejas para que no pague servicios públicos domiciliarios facturados sin medidor; en fin, corregir los abusos que a menudo cometen las empresas prestadoras de estos servicios y hasta interponer tutelas cuando violen derechos fundamentales.
Aunque esta es una publicidad política populista, ya que el aspirante de marras, en el mismo volante, solicita el favor de que lo apoyen firmándole las planillas para inscribir su movimiento “El Pueblo Elige” que le permita postularse como candidato a la alcaldía del periodo 2012-2015, cuya elección se realizará el 30 de octubre de 2011.
No se debe ignorar su mensaje concerniente a las antenas de celulares móviles, que a pesar de que producen efectos sobre la salud, los numerosos estudios científicos que se han realizado al respecto aún no han definido que tan perjudiciales son, ni cuales son los niveles límites de radiación permisibles.
Hay consenso en que las antenas en un contorno de 3 a 6 metros mantienen niveles altos de  ondas electromagnéticas y por ende serían perjudiciales para el cuerpo humano, ya que producen efecto térmico o calentamiento en el organismo de quienes están o vivan cerca. Por esto colocan vallas alrededor de las antenas para que la gente no se aproxime a ellas. Sin embargo, esto no elimina el riesgo de que produzcan enfermedades, teniendo en cuenta a los que residen en los barrios donde están instaladas dichas antenas, sobre todo los más cercanos a sus instalaciones, quienes reciben continuamente sus emisiones electromagnéticas altas de radiación y, entonces, que decir de las personas con marcapasos, que pueden ser interferidos por las ondas emitidas por las antenas, incluso en niveles bajos.
En consecuencia, el perjuicio puede sobrevenir con las exposiciones a largo plazo, cuando las personas trabajan, duermen, estudian cerca de antenas de telefonía móvil.
Expertos en el campo de telecomunicaciones han alertado que estas antenas pueden producir efectos nocivos en un perímetro de hasta 500 metros y – por consiguiente- las recientes recomendaciones de la OMS sugieren su distanciamiento a lugares deshabitados por lo menos retirados  a la anterior longitud. Así lo están haciendo en países desarrollados como Suiza, Suecia, Canadá y Australia entre otros.
Asimismo, algunas investigaciones científicas han deducido que poblaciones expuestas de forma continua a niveles de radiación similares a las emitidas por las antenas de telefonía móvil podrían aumentar los abortos, originar alteraciones en el ADN, perturbar la actividad eléctrica del cerebro y disminuir su melatonina, crear síndrome de fatiga crónica, bajar las defensas inmunológicas, producir tumores cerebrales y leucemia infantil, que niños y ancianos serían los más afectados por la exposición prolongada.

Bajo esta perspectiva, la telefonía móvil le ha proporcionado a la humanidad una gran facilidad en su comunicación, que se sabe no va abandonar, pero le corresponde tomar las precauciones para minimizar  sus consecuencias nocivas, y así como les da gran rentabilidad a las empresas que las explotan no deberían escatimar la inversión para mantener un ambiente menos contaminado.