• Las invasiones cercanas al colegio ‘Consuelo Araújo Noguera’ se han convertido en ‘focos’ de delincuencia y ‘ollas’ de drogas. Ayer la Sijín visitó el sitio para desmantelar algunos de los sitios donde expenden droga.

Expendio de droga, atracos y perturbación del orden al interior de la institución ‘Consuelo Araújo Noguera’ de la Ciudadela 450 Años, son los problemas que afronta a diario la comunidad estudiantil de este sector de la ciudad, de acuerdo a denuncias de padres de familia, estudiantes y profesores.

Según los querellantes, que prefirieron omitir los nombres para resguardar su seguridad, los delincuentes que habitan los alrededores del plante la provechan el tiempo del recreo que es entre las 9:00 y 9:30 de la mañana, para entrar y ofrecerle sustancias psicoactivas a los menores, hacerles visitas a sus novias o para retar a los directivos.

Algunos falta de civismo, hasta se bajan los pantalones para exhibir sus órganos genitales a las niñas o seducen a las pequeñas de 4 y 5 grado de primaria con monedas u objetos para que se dejen acariciar, sin importarles la integridad infantil, que el lugar sea un recinto para impartir educación o las amenazas de los profesores y directivos de llamar a las autoridades.

En otras ocasiones llegan a los salones a perturbar las clases o utilizan el colegio como vía de acceso entre la etapa 1 y 2 del barrio para ahorrarse trayecto por la carretera.

Los profesores y padres de familia que desde hace varios meses han denunciado esta irregularidad a la Policía, no encuentran soluciones radicales, por lo que hacen un llamado público a las autoridades del Municipio para que se encargue del caso.

Al ser consultada Margarita Rosa Londoño, rectora dela institución ‘Consuelo Araújo Noguera’, expresó que sólo tiene 20 días en el cargo, que está en el proceso de identificar algunos problemas para brindar alternativas de solución, pero que no conoce de la magnitud de estas denuncias.

Reacción

Para el comandante del Distrito de la Policía en Valledupar, mayor Jhonny Padilla, el colegio presenta debilidades grandes: estar cercana a una invasión y tener rejas dañadas, donde fácilmente ingresan personas extrañas.
“Cuando nos informan de los sucesos acudimos al plantel. Teníamos entendido que la situación estaba controlada. Dialogaremos con profesores y el rector para conocer a fondo qué pasa, para luego entrar a un proceso de identificación y judicialización”, aseveró Padilla.