La Fiscalía acusó a conductor y líder espiritual por la muerte de 33 niños dentro de un bus que se incendió en Fundación, Magdalena. Según el ente acusador los indiciados conocían los riesgos.
Ante el Juzgado Penal del Circuito de Fundación, Magdalena, el Fiscal 27 Seccional radicó escrito de acusación contra Jaime Gutiérrez Ospino y Manuel Salvador Ibarra Plaza, como presuntos responsables del delito de homicidio simple en concurso homogéneo y simultaneo, en la modalidad de dolo eventual.
La tragedia ocurrió el 19 de mayo de 2014, en el barrio Altamira a las 12:30 del mediodía, cuando los menores eran transportados hacia sus casas luego de participar en actividades recreativas en la iglesia cristiana a la que pertenecían.
El representante del ente acusador señaló que Gutiérrez Ospino, mecánico y conductor del bus en el que transportaba a 67 personas, entre ellas 59 niños cuyas edades oscilaban entre los dos y los 17 años, conocía los riesgos existentes al instalar un dispositivo artesanal irregular para suministrar con gasolina al vehículo.
Según las investigaciones el conductor habría realizado esta misma acción en cuatro ocasiones.
En la acusación la Fiscalía indicó que debido a las reiteradas acciones el conductor aumentó la probabilidad de generar un accidente y sin embargo lo siguió haciendo hasta causar el incendio y posterior muerte de los pequeños.
La tragedia que ocurrió el 19 de mayo de 2014, en el barrio Altamira de Fundación, murieron 33 niños.
Indicó el fiscal que Gutiérrez obró con dolo eventual por dejar al azar las consecuencias de su acción ya que tampoco contaba con las herramientas necesarias para contrarrestar la conflagración.
Por otra parte la Fiscalía manifestó que Manuel Ibarra, director de evangelización de la iglesia Pentecostal Unida de Colombia, en el barrio Altamira de Fundación, se encontraba como responsable de los niños permitió que ocurriera la tragedia y también aceptó transportarlos en el bus conociendo de antemano que el vehículo estaba en pésimas condiciones.
Por otra parte, se determinó que el conductor no tenía licencia convirtiéndose en un peligro para los infantes.
La Fiscalía acusó a conductor y líder espiritual por la muerte de 33 niños dentro de un bus que se incendió en Fundación, Magdalena. Según el ente acusador los indiciados conocían los riesgos.
Ante el Juzgado Penal del Circuito de Fundación, Magdalena, el Fiscal 27 Seccional radicó escrito de acusación contra Jaime Gutiérrez Ospino y Manuel Salvador Ibarra Plaza, como presuntos responsables del delito de homicidio simple en concurso homogéneo y simultaneo, en la modalidad de dolo eventual.
La tragedia ocurrió el 19 de mayo de 2014, en el barrio Altamira a las 12:30 del mediodía, cuando los menores eran transportados hacia sus casas luego de participar en actividades recreativas en la iglesia cristiana a la que pertenecían.
El representante del ente acusador señaló que Gutiérrez Ospino, mecánico y conductor del bus en el que transportaba a 67 personas, entre ellas 59 niños cuyas edades oscilaban entre los dos y los 17 años, conocía los riesgos existentes al instalar un dispositivo artesanal irregular para suministrar con gasolina al vehículo.
Según las investigaciones el conductor habría realizado esta misma acción en cuatro ocasiones.
En la acusación la Fiscalía indicó que debido a las reiteradas acciones el conductor aumentó la probabilidad de generar un accidente y sin embargo lo siguió haciendo hasta causar el incendio y posterior muerte de los pequeños.
La tragedia que ocurrió el 19 de mayo de 2014, en el barrio Altamira de Fundación, murieron 33 niños.
Indicó el fiscal que Gutiérrez obró con dolo eventual por dejar al azar las consecuencias de su acción ya que tampoco contaba con las herramientas necesarias para contrarrestar la conflagración.
Por otra parte la Fiscalía manifestó que Manuel Ibarra, director de evangelización de la iglesia Pentecostal Unida de Colombia, en el barrio Altamira de Fundación, se encontraba como responsable de los niños permitió que ocurriera la tragedia y también aceptó transportarlos en el bus conociendo de antemano que el vehículo estaba en pésimas condiciones.
Por otra parte, se determinó que el conductor no tenía licencia convirtiéndose en un peligro para los infantes.