Campesinos víctimas del conflicto armado en el Cesar fueron beneficiados por el proceso de restitución a través de la figura de compensación. Los terrenos compensados son las parcelas 3 y 4 ubicadas dentro del predio de mayor extensión La Argentina 1, en el municipio de Aguachica, al sur de este departamento.

A las dos familias que recibieron el predio a través del Fondo de la Unidad de Restitución de Tierras no se les pudo restituir en el mismo lugar donde fueron desplazados por falta de condiciones ambientales.

La Unidad de Restitución de Tierras, Dirección Territorial Cesar- La Guajira, presentó dos solicitudes que fueron objeto de restitución a favor de estos campesinos que fueron desplazados en la década de los 90 del predio El Toco, en jurisdicción del municipio de San Diego, Cesar.

En total estos reclamantes de tierras recibieron 24 y 27 hectáreas, respectivamente. La Argentina, ubicada en la vereda El Faro del municipio de Aguachica, fue entregada por parte de la Dirección Nacional de Estupefacientes (DNE) a la Unidad por su gran productividad agrícola y ganadera, y las buenas condiciones de seguridad para el retorno.

Así los despojaron 

A comienzos del año 1997 hizo presencia en la región un grupo de las Autodefensas Unidas de Colombia, comandado por el exparamilitar John Jairo Esquivel Cuadrado, alias ‘El Tigre’, perpetrando desde su llegada y hasta el final de su actuar, alrededor de 13 asesinatos. Su avanzada de muerte se extendió al centro del poblado del corregimiento Los Brasiles y áreas circundantes, donde protagonizaron masacres y el desplazamiento masivos de una comunidad de 85 familias campesinas.

Una de las solicitantes abandonó forzosamente sus tierras el día 19 de mayo de ese año. “Los paras derribaron la puerta y lo sacaron a la fuerza. Lo mataron y posteriormente lo señalaron como colaborador de la guerrilla en presencia de toda la comunidad”, así narró la muerte de su esposo la beneficiaria de compensación.

Respecto al otro beneficiario, expresó que el 22 de abril de 1997, miembros del Bloque Norte de las Autodefensas realizaron operaciones en la zona. El temor sentido por el solicitante y su núcleo familiar se incrementó con la segunda incursión por lo que debieron abandonar sus tierras, el 19 de mayo de 1997. En esos hechos violentos, los paramilitares asesinaron a ocho campesinos más, lo que propició un desplazamiento masivo de todos los moradores de la parcelación El Toco.

Por Redacción / El Pilón