Esta investigación es un aporte a la reconstrucción de la memoria histórica de los campesinos de El Toco, San Diego, y es un documento que cuenta cómo estas comunidades se han organizado, resisten y disputan la posesión de la tierra en la que han vivido.
Como una reflexión sobre las luchas de una comunidad campesina para lograr el restablecimiento de sus derechos, fue presentado el libro ‘Los años del retorno, violencia, desplazamiento forzado y organización campesina de El Toco en el Cesar’, realizada por Daniel Gómez Uribe, investigador colombiano y candidato a doctor en la Universidad de Ámsterdam en los Países Bajos.
De acuerdo al autor, la investigación es de los años 2015 y 2017, que cuenta la historia de invasión de tierra, desplazamiento forzado y violencia de la comunidad de El Toco, que es una parcelación del corregimiento de Los Brasiles, del municipio de San Diego, Cesar.
“Este documento es un ejercicio de memoria construido a través de los testimonios de las víctimas y busca de dar a conocer la verdad de una tragedia que aún no ha sido superada. Además, esta investigación es un aporte a la reparación integral de las víctimas y a la no repetición de la violencia que se vivió en la región”, comentó Gómez Uribe, quien logró escribir este texto gracias al apoyo de la organización PAX, que trabaja por construir sociedades dignas, democráticas y pacíficas en todo el mundo.
EL LIBRO
‘Los años del retorno’ está dividido en seis capítulos. El primero introduce al lector en la dinámica vivida en esta región del país. El segundo capítulo describe cómo fue la ocupación de un grupo de campesinos al predio El Toco y el nacimiento de la comunidad. El tercero se enfoca en las formas de control territorial de los grupos guerrilleros en Cesar y la relación entre insurgentes y campesinos.
El cuarto da cuenta del despliegue de las operaciones carboneras en la región y la forma como se articuló el desarrollo económico a las políticas de seguridad, cambiando el panorama de grupos armados en el centro del departamento.
El quinto capítulo reconstruye la incursión paramilitar en El Toco, el uso estratégico de la violencia y la forma como se desplaza una población. El sexto profundiza en la vida del desplazado, la experiencia extrema de la violencia y lo que la disputa por la tierra significó. El último capítulo es el relato del presente, la complejidad del retorno y la restitución de tierras y la formación de organizaciones campesinas que aspiran volver a sus tierras en medio de la oscuridad que imponen las armas, la burocracia y las rivalidades locales.
Para Joris van de Sandt,coordinador del Programa de América Latina de PAX, este libro es el cúmulo de varios años de trabajo, visitas a terreno, trabajo de campo y recolección de material jurídico y periodístico. “Esta investigación es un aporte a la reconstrucción de la memoria histórica de los campesinos de El Toco y es un documento que cuenta cómo estas comunidades se han organizado, resisten y disputan la posesión de la tierra en la que han vivido”, destacó.
ANNELISE BARRIGA RAMÍREZ/EL PILÓN
[email protected]
Esta investigación es un aporte a la reconstrucción de la memoria histórica de los campesinos de El Toco, San Diego, y es un documento que cuenta cómo estas comunidades se han organizado, resisten y disputan la posesión de la tierra en la que han vivido.
Como una reflexión sobre las luchas de una comunidad campesina para lograr el restablecimiento de sus derechos, fue presentado el libro ‘Los años del retorno, violencia, desplazamiento forzado y organización campesina de El Toco en el Cesar’, realizada por Daniel Gómez Uribe, investigador colombiano y candidato a doctor en la Universidad de Ámsterdam en los Países Bajos.
De acuerdo al autor, la investigación es de los años 2015 y 2017, que cuenta la historia de invasión de tierra, desplazamiento forzado y violencia de la comunidad de El Toco, que es una parcelación del corregimiento de Los Brasiles, del municipio de San Diego, Cesar.
“Este documento es un ejercicio de memoria construido a través de los testimonios de las víctimas y busca de dar a conocer la verdad de una tragedia que aún no ha sido superada. Además, esta investigación es un aporte a la reparación integral de las víctimas y a la no repetición de la violencia que se vivió en la región”, comentó Gómez Uribe, quien logró escribir este texto gracias al apoyo de la organización PAX, que trabaja por construir sociedades dignas, democráticas y pacíficas en todo el mundo.
EL LIBRO
‘Los años del retorno’ está dividido en seis capítulos. El primero introduce al lector en la dinámica vivida en esta región del país. El segundo capítulo describe cómo fue la ocupación de un grupo de campesinos al predio El Toco y el nacimiento de la comunidad. El tercero se enfoca en las formas de control territorial de los grupos guerrilleros en Cesar y la relación entre insurgentes y campesinos.
El cuarto da cuenta del despliegue de las operaciones carboneras en la región y la forma como se articuló el desarrollo económico a las políticas de seguridad, cambiando el panorama de grupos armados en el centro del departamento.
El quinto capítulo reconstruye la incursión paramilitar en El Toco, el uso estratégico de la violencia y la forma como se desplaza una población. El sexto profundiza en la vida del desplazado, la experiencia extrema de la violencia y lo que la disputa por la tierra significó. El último capítulo es el relato del presente, la complejidad del retorno y la restitución de tierras y la formación de organizaciones campesinas que aspiran volver a sus tierras en medio de la oscuridad que imponen las armas, la burocracia y las rivalidades locales.
Para Joris van de Sandt,coordinador del Programa de América Latina de PAX, este libro es el cúmulo de varios años de trabajo, visitas a terreno, trabajo de campo y recolección de material jurídico y periodístico. “Esta investigación es un aporte a la reconstrucción de la memoria histórica de los campesinos de El Toco y es un documento que cuenta cómo estas comunidades se han organizado, resisten y disputan la posesión de la tierra en la que han vivido”, destacó.
ANNELISE BARRIGA RAMÍREZ/EL PILÓN
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