Con desgarradoras escenas de dolor e inconformidad, familiares, conocidos y miembros de la Policía Nacional despidieron a los dos uniformados asesinados en medio de un hostigamiento en el municipio de La Gloria, Cesar.

Los cuerpos del intendente Evy Eduardo Ramos Anaya y el patrullero Henry Alberto Gordillo Montenegro fueron trasladados en la mañana de este martes desde el Instituto de Medicina Legal de Bucaramanga hacia Valledupar para las honras fúnebres en la Funeraria Recordar y honores institucionales.

“Estamos arropando y acompañando a la familia de los uniformados en este acto de dolor”, expresó el comandante encargado de la Policía Cesar, teniente coronel, José Luis Castañeda, quien además indicó que tomaran las medidas necesarias para que estos hechos violentos que enlutan hoy a la institución no vuelvan a suceder. “Cuando uno asume esta responsabilidad de ponerse el uniforme al servicio del ciudadano y de la comunidad uno asume riesgos, por eso estamos en acciones preventivas para las acciones terroristas”, puntualizó el oficial.

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De los uniformados se conoció que Ramos Anaya, de 43 años de edad, natural de esta ciudad, llevaba 21 años y dos meses de prestación de servicio a la institución y dejó dos hijos; mientras que el patrullero Gordillo Montenegro de 33 años de edad, completaba doce años y diez meses formando parte de la Policía Nacional y tenía un hijo. Asimsimo, este último sería trasladado al departamento de Boyacá, su tierra natal, donde será sepultado.

Entre tanto, Castañeda en medio de la ceremonia fúnebre recalcó que tienen a disposición las unidades de investigación para dar con los responsables del atroz crimen cometido en la noche del domingo en el corregimiento Los Besotes, del nombrado municipio, donde los policías fueron interceptados por desconocidos que les lanzaron artefactos explosivos y posteriormente les dispararon.

El intendente Ramos en las próximas horas sería sepultado en uno de los camposantos de esta capital.