Esta variedad de fríjol puede aliarse muy fácil con cultivos permanentes y forestales como el aguacate.
Con lo que se espera dar solución a una falencia nutricional de la etnia yukpa, cuyos menores presentan deficiencias en talla y peso, producto de la falta de hierro y zinc en sus dietas alimentarias, la Gobernación del Cesar, en compañía de Agrosavia, antigua Corpoica, hicieron la presentación del ‘Fríjol Rojo 39’ un fríjol bioforficado.
El desarrollo de esta especie de fríjol es la respuesta a una solicitud que le hiciera la Gobernación del Cesar hace 10 años a Agrosavia para dar solución a esta falencia, que hoy se puede suplir gracias un proceso investigativo desarrollado en el Centro de Investigaciones Motilonia, que germinó en este fríjol que resiste las condiciones climáticas y es rico en la carencia nutricional de los yukpas.
“Esas 7 mil hectáreas de fríjol que hay en el Cesar son gracias a este trabajo de investigación de Agrosavia del Centro de Investigación Motilonia en Codazzi y de todo este grupo de trabajo que escuchó esa solicitud con la que hoy favoreceremos no sólo a nuestros hermanos yukpas, sino a toda Colombia, porque esta variedad que nace en el Cesar beneficiará a los productores y consumidores de todo el país”, aseguró el secretario de Agricultura del Cesar, Carlos Eduardo Campo Cuello.
La variedad aplica para pisos térmicos ubicados entre los 600 y mil 500 metros de altura que fácilmente pueden ser replicados en otros países. “Ojalá trascienda las fronteras de lo que le podemos entregar hoy al mundo a través de una investigación académica y científica seria, pero también muy práctica para que pueda arrojar el impacto específico que estamos esperando; esta variedad de fríjol puede aliarse muy fácil con cultivos permanentes y forestales como el aguacate. Pero para el mañana por qué no pensar en derivaciones del Fríjol Rojo 39 que pueda adaptarse muy bien a nuestro entorno bajo”, agregó el funcionario.
Expresó Javier Zapata, director del Centro de Investigaciones Motilonia: “No hay posibilidad de transformar el campo si no tenemos en cuenta el suelo y el agua, me decían los campesinos cuando iniciamos la investigación; y para departamentos como el Cesar es fundamental producir con el más mínimo uso del agua porque aquí sabemos lo que es tener calor y no tener agua”, refiriéndose a las bondades de trabajar con la ciencia y la tecnología, de la mano del conocimiento tradicional y enfocado al desarrollo social.
Esta variedad de fríjol puede aliarse muy fácil con cultivos permanentes y forestales como el aguacate.
Con lo que se espera dar solución a una falencia nutricional de la etnia yukpa, cuyos menores presentan deficiencias en talla y peso, producto de la falta de hierro y zinc en sus dietas alimentarias, la Gobernación del Cesar, en compañía de Agrosavia, antigua Corpoica, hicieron la presentación del ‘Fríjol Rojo 39’ un fríjol bioforficado.
El desarrollo de esta especie de fríjol es la respuesta a una solicitud que le hiciera la Gobernación del Cesar hace 10 años a Agrosavia para dar solución a esta falencia, que hoy se puede suplir gracias un proceso investigativo desarrollado en el Centro de Investigaciones Motilonia, que germinó en este fríjol que resiste las condiciones climáticas y es rico en la carencia nutricional de los yukpas.
“Esas 7 mil hectáreas de fríjol que hay en el Cesar son gracias a este trabajo de investigación de Agrosavia del Centro de Investigación Motilonia en Codazzi y de todo este grupo de trabajo que escuchó esa solicitud con la que hoy favoreceremos no sólo a nuestros hermanos yukpas, sino a toda Colombia, porque esta variedad que nace en el Cesar beneficiará a los productores y consumidores de todo el país”, aseguró el secretario de Agricultura del Cesar, Carlos Eduardo Campo Cuello.
La variedad aplica para pisos térmicos ubicados entre los 600 y mil 500 metros de altura que fácilmente pueden ser replicados en otros países. “Ojalá trascienda las fronteras de lo que le podemos entregar hoy al mundo a través de una investigación académica y científica seria, pero también muy práctica para que pueda arrojar el impacto específico que estamos esperando; esta variedad de fríjol puede aliarse muy fácil con cultivos permanentes y forestales como el aguacate. Pero para el mañana por qué no pensar en derivaciones del Fríjol Rojo 39 que pueda adaptarse muy bien a nuestro entorno bajo”, agregó el funcionario.
Expresó Javier Zapata, director del Centro de Investigaciones Motilonia: “No hay posibilidad de transformar el campo si no tenemos en cuenta el suelo y el agua, me decían los campesinos cuando iniciamos la investigación; y para departamentos como el Cesar es fundamental producir con el más mínimo uso del agua porque aquí sabemos lo que es tener calor y no tener agua”, refiriéndose a las bondades de trabajar con la ciencia y la tecnología, de la mano del conocimiento tradicional y enfocado al desarrollo social.