El Día sin Moto en Valledupar es cada miércoles desde hace algunos años y ha sido establecido mediante decreto municipal firmado por el alcalde Augusto Daniel Ramírez Uhía, controversial medida que en principio pretendía “reducir los índices de accidentalidad y contrarrestar la delincuencia”. Cabe recordar también que en la ciudad existen otras restricciones a motociclistas que luego fueron agrupadas en un solo decreto.
El Día sin Moto en Valledupar es cada miércoles desde hace algunos años y ha sido establecido mediante decreto municipal firmado por el alcalde Augusto Daniel Ramírez Uhía, controversial medida que en principio pretendía “reducir los índices de accidentalidad y contrarrestar la delincuencia”. Cabe recordar también que en la ciudad existen otras restricciones a motociclistas que luego fueron agrupadas en un solo decreto.
Estas son: la circulación de motocicletas cualquiera que sea su cilindraje, en días hábiles de la semana, en corredores viales del centro de Valledupar, entre las 8:00 a.m., y las 6:00 p.m. La prohibición del transporte de acompañante o parrilleros en motocicleta, cualquiera sea su cilindraje con parrillero o acompañante, en Valledupar el día sábado de cada semana, en el horario comprendido entre las 07:00 a.m., y las 07:00 p.m.
Todo esto en un decreto que venció el pasado 10 de diciembre. De inmediato nos generó una inquietud, pues el decreto vencido fue firmado el 10 de diciembre de 2018 para vigencia de un año, lo que hacía pensar que este podría ser prorrogado por el mismo tiempo, es decir, hasta el 10 de diciembre de 2020, apenas 11 meses del gobierno de Mello Castro.
Pero el gobierno de Augusto Ramírez Uhía anunció a EL PILÓN que este decreto solo será prorrogado hasta enero. No conocemos el día que ya no estará vigente. Y es claro el secretario de Gobierno Municipal al decir que será el próximo gobierno el que decida si lo prorroga o no.
Podría ser la primera circunstancia popular o antipopular a la que se vea enfrentado el nuevo mandatario, pues en campaña insistió en que “no perseguiría a las motos y sí a los delincuentes”, haciendo referencia al sentimiento de la comunidad motociclista con respecto las constantes inmovilizaciones por parte de la Policía de Tránsito.
¿Qué hará el alcalde Mello Castro ante esta situación? Consideramos que debe establecer una evaluación de los resultados de esta medida en el municipio, en materia de accidentalidad y seguridad. Con este insumo debería tomar una decisión en ese sentido.
Cabe recordar también que muchas de las inmovilizaciones ni siquiera obedecen al decreto con las restricciones antes mencionadas; Valledupar es una de las ciudades en donde más se violan normas de vieja data como el porte de documentos (SOAT, tarjeta de propiedad, licencia de conducción y revisión técnico mecánica), de manera que en este particular el nuevo gobierno debe tomar acciones que den resultados que ya en con el saliente no se consolidaron.
Valledupar, como hemos insistido, necesita pasar la página de la incultura vial, y debe llegar el transporte legal fortalecido, eficiente, ambientalmente seguro, con cobertura acorde a las necesidades del territorio. Grandes tareas están sobre la mesa y esperamos que el gobierno entrante asuma con altura.
El Día sin Moto en Valledupar es cada miércoles desde hace algunos años y ha sido establecido mediante decreto municipal firmado por el alcalde Augusto Daniel Ramírez Uhía, controversial medida que en principio pretendía “reducir los índices de accidentalidad y contrarrestar la delincuencia”. Cabe recordar también que en la ciudad existen otras restricciones a motociclistas que luego fueron agrupadas en un solo decreto.
El Día sin Moto en Valledupar es cada miércoles desde hace algunos años y ha sido establecido mediante decreto municipal firmado por el alcalde Augusto Daniel Ramírez Uhía, controversial medida que en principio pretendía “reducir los índices de accidentalidad y contrarrestar la delincuencia”. Cabe recordar también que en la ciudad existen otras restricciones a motociclistas que luego fueron agrupadas en un solo decreto.
Estas son: la circulación de motocicletas cualquiera que sea su cilindraje, en días hábiles de la semana, en corredores viales del centro de Valledupar, entre las 8:00 a.m., y las 6:00 p.m. La prohibición del transporte de acompañante o parrilleros en motocicleta, cualquiera sea su cilindraje con parrillero o acompañante, en Valledupar el día sábado de cada semana, en el horario comprendido entre las 07:00 a.m., y las 07:00 p.m.
Todo esto en un decreto que venció el pasado 10 de diciembre. De inmediato nos generó una inquietud, pues el decreto vencido fue firmado el 10 de diciembre de 2018 para vigencia de un año, lo que hacía pensar que este podría ser prorrogado por el mismo tiempo, es decir, hasta el 10 de diciembre de 2020, apenas 11 meses del gobierno de Mello Castro.
Pero el gobierno de Augusto Ramírez Uhía anunció a EL PILÓN que este decreto solo será prorrogado hasta enero. No conocemos el día que ya no estará vigente. Y es claro el secretario de Gobierno Municipal al decir que será el próximo gobierno el que decida si lo prorroga o no.
Podría ser la primera circunstancia popular o antipopular a la que se vea enfrentado el nuevo mandatario, pues en campaña insistió en que “no perseguiría a las motos y sí a los delincuentes”, haciendo referencia al sentimiento de la comunidad motociclista con respecto las constantes inmovilizaciones por parte de la Policía de Tránsito.
¿Qué hará el alcalde Mello Castro ante esta situación? Consideramos que debe establecer una evaluación de los resultados de esta medida en el municipio, en materia de accidentalidad y seguridad. Con este insumo debería tomar una decisión en ese sentido.
Cabe recordar también que muchas de las inmovilizaciones ni siquiera obedecen al decreto con las restricciones antes mencionadas; Valledupar es una de las ciudades en donde más se violan normas de vieja data como el porte de documentos (SOAT, tarjeta de propiedad, licencia de conducción y revisión técnico mecánica), de manera que en este particular el nuevo gobierno debe tomar acciones que den resultados que ya en con el saliente no se consolidaron.
Valledupar, como hemos insistido, necesita pasar la página de la incultura vial, y debe llegar el transporte legal fortalecido, eficiente, ambientalmente seguro, con cobertura acorde a las necesidades del territorio. Grandes tareas están sobre la mesa y esperamos que el gobierno entrante asuma con altura.