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General - 13 agosto, 2013

¿Como evitar el fracaso en la entrevista profesional?

Uno de los lugares donde más fácil es fracasar durante la búsqueda de empleo es en la entrevista personal.

Boton Wpp

PUBLIREPORTAJE

Uno de los lugares donde más fácil es fracasar durante la búsqueda de empleo es en la entrevista personal. A pesar de toda la información existente, de las páginas de empleo donde se dan consejos o de los cursos específicos para quienes buscan trabajo, la entrevista profesional se ha convertido en el mayor elemento de criba para los candidatos, y en muchas ocasiones por los errores que cometemos durante la misma. Veamos cuáles son algunos de esos errores.

Mentiras arriesgadas

Pensemos un poco. Ponemos nuestro currículo en una web de empleo como Jobtonic.co. Lo enviamos a diversas ofertas y nos llaman para una entrevista. La cuestión es motivo de alegría pero… ¿ y si resulta que nuestro currículo no tiene que ver por completo con la realidad? Pues lo más probable es que durante la entrevista se note y acabemos pagando las consecuencias con el rechazo al puesto.

Y es que aún la gente no sabe que se atrapa antes al mentiroso que al cojo y sigue exagerando en su currículo cuestiones como la experiencia profesional, el nivel de idiomas o el nivel de formación. Y en consecuencia, cuando nos toca hablar de todo esto se nos nota  y acabamos fracasado.

Conócete a ti mismo

Durante  la entrevista se nos va a preguntar cuestiones sobre nuestra experiencia, nuestra formación y otras muchas cuestiones personales. Todas esas preguntas, o muchas de ellas ya figuran en nuestro currículo pero aún así el entrevistador puede pedir que ampliemos la información que incluimos allí o incluso que la detallemos. Por eso es necesario conocer nuestro currículo por completo, dominarlo y saber lo que responder en cada momento. Si ni siquiera nosotros sabemos que es lo que hemos hecho difícilmente podremos ser capaces de exponerlo al entrevistador.

Ni mucho ni poco

Durante la entrevista es necesario tomar una actitud moderada. No debemos dudar de nosotros, ni titubear ni tener miedo… aunque así sea. Conviene mostrar calma y seguridad. Pero esto tampoco implica que nos excedamos y que nos vendamos como el mejor invento desde el pan de molde. Un exceso de confianza o de seguridad puede provocar que el entrevistador nos vea como personas vanidosas, lo cual tampoco es favorable.

Mucho cuidado con los detalles

Un móvil que suena a mitad de la entrevista, llegar tarde sin una buena razón o simplemente no haber cuidado nuestro aspecto a la hora de presentarnos en la entrevista son cuestiones que, a pesar del tiempo que ha pasado, hoy día siguen ocurriéndole a muchos candidatos, convirtiéndose en losas que acaban con sus posibilidades de empleo prácticamente a las primeras de cambio. Así que el móvil siempre apagado, el aspecto siempre impecable, y si hay que llegar pronto es mucho mejor que acabar llegando tarde.

Hablar de más y de lo que no se debe

A la hora de responder a las preguntas que nos realice el entrevistador conviene usar las palabras justas. Normalmente el entrevistador tiene un tiempo determinado para cada entrevista y el hecho de que ocupemos parte de ese tiempo con respuestas que no tengan nada que ver con el puesto, o con volver a repetir lo mismo una y otra vez puede provocar que nuestras posibilidades de éxito desciendan. Conviene ser claro y conciso,  si acaso remarcando o resumiendo en una frase la idea principal en aquellos aspectos más importantes para nosotros.

Por otro lado hay ciertas  cuestiones que no deben entrar en la entrevista: ideas políticas, deportivas o religiosas, cuestiones que descalifiquen a otras personas como a antiguos compañeros o jefes, etc. Y tampoco debemos ser excesivamente “pelotas” con la nueva empresa a la que accedemos. Como siempre lo correcto suele estar por el punto medio.

Hablar antes de escuchar

No debemos interrumpir nunca al entrevistador. Especialmente durante la presentación, ya que es donde vamos a conocer el modelo o el tipo de entrevista que vamos a realizar. Además de ser una falta de respeto puede descartarnos casi de forma directa para el puesto. Por algo tenemos dos oídos y una sola boca.

La postura también importa

Muchas veces nuestro cuerpo dice más que nuestro lenguaje. Y algunos restos como rascarnos, gesticular en exceso, cruzar los brazos o las piernas pueden lanzar señales a nuestro futuro empleador que igual no son las que nos interesan. Por eso conviene mantener una postura adecuada, cómoda, relajada y natural. Tampoco es algo por lo que debes obsesionarte pero si tenerlo en cuenta.

Y la clave… sé tú mismo

La empresa que nos llama es porque nos quiere conocer. Vamos a ofrecerle nuestra mejor cara real. Vamos a ser nosotros mismos. Vamos a ofrecernos tal como somos, con nuestros defectos y virtudes. Si no lo hacemos así o bien no pasaremos la entrevista o quizá no les guste cuando descubran a nuestro verdadero yo.

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13 agosto, 2013

¿Como evitar el fracaso en la entrevista profesional?

Uno de los lugares donde más fácil es fracasar durante la búsqueda de empleo es en la entrevista personal.


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Uno de los lugares donde más fácil es fracasar durante la búsqueda de empleo es en la entrevista personal. A pesar de toda la información existente, de las páginas de empleo donde se dan consejos o de los cursos específicos para quienes buscan trabajo, la entrevista profesional se ha convertido en el mayor elemento de criba para los candidatos, y en muchas ocasiones por los errores que cometemos durante la misma. Veamos cuáles son algunos de esos errores.

Mentiras arriesgadas

Pensemos un poco. Ponemos nuestro currículo en una web de empleo como Jobtonic.co. Lo enviamos a diversas ofertas y nos llaman para una entrevista. La cuestión es motivo de alegría pero… ¿ y si resulta que nuestro currículo no tiene que ver por completo con la realidad? Pues lo más probable es que durante la entrevista se note y acabemos pagando las consecuencias con el rechazo al puesto.

Y es que aún la gente no sabe que se atrapa antes al mentiroso que al cojo y sigue exagerando en su currículo cuestiones como la experiencia profesional, el nivel de idiomas o el nivel de formación. Y en consecuencia, cuando nos toca hablar de todo esto se nos nota  y acabamos fracasado.

Conócete a ti mismo

Durante  la entrevista se nos va a preguntar cuestiones sobre nuestra experiencia, nuestra formación y otras muchas cuestiones personales. Todas esas preguntas, o muchas de ellas ya figuran en nuestro currículo pero aún así el entrevistador puede pedir que ampliemos la información que incluimos allí o incluso que la detallemos. Por eso es necesario conocer nuestro currículo por completo, dominarlo y saber lo que responder en cada momento. Si ni siquiera nosotros sabemos que es lo que hemos hecho difícilmente podremos ser capaces de exponerlo al entrevistador.

Ni mucho ni poco

Durante la entrevista es necesario tomar una actitud moderada. No debemos dudar de nosotros, ni titubear ni tener miedo… aunque así sea. Conviene mostrar calma y seguridad. Pero esto tampoco implica que nos excedamos y que nos vendamos como el mejor invento desde el pan de molde. Un exceso de confianza o de seguridad puede provocar que el entrevistador nos vea como personas vanidosas, lo cual tampoco es favorable.

Mucho cuidado con los detalles

Un móvil que suena a mitad de la entrevista, llegar tarde sin una buena razón o simplemente no haber cuidado nuestro aspecto a la hora de presentarnos en la entrevista son cuestiones que, a pesar del tiempo que ha pasado, hoy día siguen ocurriéndole a muchos candidatos, convirtiéndose en losas que acaban con sus posibilidades de empleo prácticamente a las primeras de cambio. Así que el móvil siempre apagado, el aspecto siempre impecable, y si hay que llegar pronto es mucho mejor que acabar llegando tarde.

Hablar de más y de lo que no se debe

A la hora de responder a las preguntas que nos realice el entrevistador conviene usar las palabras justas. Normalmente el entrevistador tiene un tiempo determinado para cada entrevista y el hecho de que ocupemos parte de ese tiempo con respuestas que no tengan nada que ver con el puesto, o con volver a repetir lo mismo una y otra vez puede provocar que nuestras posibilidades de éxito desciendan. Conviene ser claro y conciso,  si acaso remarcando o resumiendo en una frase la idea principal en aquellos aspectos más importantes para nosotros.

Por otro lado hay ciertas  cuestiones que no deben entrar en la entrevista: ideas políticas, deportivas o religiosas, cuestiones que descalifiquen a otras personas como a antiguos compañeros o jefes, etc. Y tampoco debemos ser excesivamente “pelotas” con la nueva empresa a la que accedemos. Como siempre lo correcto suele estar por el punto medio.

Hablar antes de escuchar

No debemos interrumpir nunca al entrevistador. Especialmente durante la presentación, ya que es donde vamos a conocer el modelo o el tipo de entrevista que vamos a realizar. Además de ser una falta de respeto puede descartarnos casi de forma directa para el puesto. Por algo tenemos dos oídos y una sola boca.

La postura también importa

Muchas veces nuestro cuerpo dice más que nuestro lenguaje. Y algunos restos como rascarnos, gesticular en exceso, cruzar los brazos o las piernas pueden lanzar señales a nuestro futuro empleador que igual no son las que nos interesan. Por eso conviene mantener una postura adecuada, cómoda, relajada y natural. Tampoco es algo por lo que debes obsesionarte pero si tenerlo en cuenta.

Y la clave… sé tú mismo

La empresa que nos llama es porque nos quiere conocer. Vamos a ofrecerle nuestra mejor cara real. Vamos a ser nosotros mismos. Vamos a ofrecernos tal como somos, con nuestros defectos y virtudes. Si no lo hacemos así o bien no pasaremos la entrevista o quizá no les guste cuando descubran a nuestro verdadero yo.