Entendiendo la dura realidad financiera del país, el Gobierno nacional dio a conocer los puntos centrales de la nueva reforma tributaria, una de las más ambiciosas y por lo tanto criticadas de los últimos años.

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Siendo el 2022 un año electoral está claro que no será fácil para el Gobierno sacar con éxito en el Congreso la reforma tal y como la presentó, principalmente por el impacto que podría tener sobre las finanzas de la clase media. El camino será espinoso. Incluso, ya la mayoría del Congreso, al menos de forma pública, ha hecho saber que no apoyará.

En medio de esa discusión están los seis congresistas del Cesar, de  los cuales 5 buscan reelegirse. Los cálculos electorales son obvios: apoyar el proyecto podría significar un castigo en las urnas por lo impopular que es aumentar los impuestos.

Por eso, hasta el momento, siguiendo lo establecido por sus partidos, todos se han apartado del proyecto, a excepción del representante Alfredo Ape Cuello, porque su colectividad, el partido Conservador, aún no ha manifestado un rechazo público a la medida.

Al contrario, los partidos Cambio Radical y la U ya manifestaron que no apoyarán la propuesta del Gobierno nacional. Y como miembros obedientes, los congresistas cesarenses han respetado las decisiones de los directorios nacionales.

Caso del senador Didier Lobo, de Cambio Radical. Aunque no se ha  manifestado públicamente, compartió la foto del líder natural del partido, Germán Vargas Lleras, y el senador Arturo Char, en la que colgaban un papel con las letras: “No tributaria”. “A pesar de la ministra de comunicaciones @karenabudi, del ministro del Interior,  @DanielPalam y la mérmela (sic) del gobierno, @PCambioRadical más unido que nunca y en contra de la tributaria. Anoche me reuní con  @ArturoCharC. #NoALaReformaTributaria”, publicó el excandidato presidencial Germán Vargas Lleras.

En la misma tónica se ha movido el representante ‘Chichí’ Quintero, quien señaló días atrás que después de varias horas de debate sobre la reforma tributaria, Cambio Radical decidió que “no acompañará esta iniciativa presentada por el Gobierno nacional; es inoportuna y va en contravía de la recuperación de la economía y el empleo que requiere el país”.

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Por el lado de la U, el senador José Alfredo Gnecco y los representantes Cristián Moreno y José Eliecer Salazar, parecen seguir las órdenes de los directivos nacionales.  Sin embargo, ni Gnecco ni Moreno se han manifestado en contra o apoyando la reforma del Gobierno nacional. Al contrario, el representante José Eliecer Salazar se ha dedicado a compartir la posición del partido de la U.

“Nosotros el día 20 de abril tuvimos reunión las Comisiones económicas y discutimos los temas. Tomamos una decisión: no aprobaremos impuestos a: servicios públicos, combustibles, pensiones, personas naturales que ganen menos de $50 millones y no afectaremos al sector agropecuario al gravar con IVA algunos productos”, señaló Salazar.

Y agregó: “La contrapropuesta nuestra para conseguir esos recursos son: reducción del gasto público un 10  %, esos son 14 billones de pesos; ajustar al 33 % la renta de las grandes empresas y gravar con una sobretasa de 4 % al sector bancario que generó utilidades de $12 billones en el 2020”.

Tal parece que la reforma como nació no pasará, sin embargo, los congresistas reconocen que es necesaria por lo que el Gobierno lograría las mayorías si acepta algunos cambios. Por supuesto, además de los diálogos, será clave la famosa cuota burocrática, o mermelada,  para alcanzar los votos suficientes.

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Con el descontento y rechazo generado en redes sociales, y a pocos meses de elecciones, con la mayoría de congresistas del Cesar buscando la reelección, es claro que estos tienen en sus manos una papa caliente porque durante tres años la bancada del Cesar ha sido una aliada del Gobierno para sacar adelante muchos proyectos, incluso reformas tributarias anteriores. Por eso, la pregunta es: ¿Los cálculos electorales limitarán ese apoyo?

Por Redacción EL PILÓN.